Abogados padresistas y ex aspirantes al ISAF quieren tumbar a Moya Grijalva



La designación de Jesús Ramón Moya Grijalva como nuevo auditor mayor del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) en Sonora, ha levantado (quizá un poco tarde) la polémica en la mayoría de los otros 24 aspirantes que compitieron por el mismo puesto y también de los abogados de los ex funcionarios que son investigados.

A casi un mes de que el ex director administrativo del Congreso del Estado asumió el cargo en sustitución de Eugenio Pablos Antillón, las cosas se han tratado de complicar porque -según algunos detractores- su profesión de Ingeniero Civil no le permite dictaminar resoluciones por las auditorías que realiza la institución que encabeza.

De acuerdo a información proporcionada por expertos en materia legislativa y contable, Moya Grijalva debe contar con un título como Contador Público o Licenciatura similar para emitir cualquier veredicto como responsable del ISAF. Independientemente que también cuente con un post grado en Administración Pública o una especialidad similar.

Se dice que su título de Ingeniero Civil lo convierten también en un funcionario vulnerable y muy propenso a que los abogados defensores -de ex funcionario inculpados del sexenio pasado, principalmente- se aprovechen para interponer amparos que pudieran ser aprobados por el Poder Judicial y evitar así una acción penal.

Habría que ver, entonces, cuál es la responsabilidad del Comité Ciudadano de Evaluación y Desempeño del Poder Legislativo que integran Aquiles Fuentes Fierro, María Elena Carrera Lugo, Jesús Luis Gámez García y Manuel Montaño Barceló, quienes -se supone- pasaron por alto el perfil académico de Moya Grijalva.

Porque mientras los ex funcionarios de la Administración Estatal pasada -que resultaron con muchas observaciones del ISAF- se encuentran con una esperanza de no recibir notificaciones adversas, los otros 24 ex aspirantes (en lo individual) creen tener otra oportunidad para levantar la mano como titular del ISAF.

Recordemos que a principios de año, el listado de aspirantes fue grande y de varios profesionistas ligados desde hace mucho tiempo al servicio público.

Esos son los casos de José Guerra Beltrán, José Federico Cota Félix, Francisco Javier Zárate Soto, Samuel Verdugo Villegas, Joel Enrique Espejel Blanco, José Fidel Ramírez, Rubén Alejandro Rodríguez Jiménez, Patricia Eugenia Argüelles Canseco, Víctor Remigio Martínez Cantú y Omar Alejandro Tiburcio Cruz -que en los tiempos del ex gobernador Eduardo Bours se desempeñó como encargado del órgano de Control Interno de Codeson-.

El resto de aspirantes que se quedaron en lista de espera son Mario Jorge Terminel Siqueiros, Jorge Eduardo González Madrid, Miguel Arturo Morales Zamorano, Antonio Solís Canavett, Manuel Alanís Rivera, José Othón Ramos Rodríguez, Gustavo Enrique Ruiz Jiménez, Mario Regín Sánchez, Rodolfo Durán Majul, Jorge Alberto Sáenz Félix (que ya había competido para Rector de la Unison), Luis Fernando Islas López, Guillermo Williams Bautista, María de Lourdes Ramos Loyo y Daniel Núñez Santos -que previendo su futura salida como consejero del Instituto Estatal Electoral, piensa definir un nuevo rumbo a su trayectoria profesional-.

De toda esta lista, se hizo un filtro para que quedaran tres aspirantes, quienes al ser sometidos mediante un dictamen hecho en Comisiones, el Pleno del Congreso del Estado aprobó (con dos de tres partes) el nombramiento que recayó en Moya Grijalva.

Los otros dos finalistas que fueron sometidos a votación entre los Diputados de la 61 Legislatura, son Patricia Eugenia Argüelles Canseco y José Othón Ramos Rodríguez, quienes -obviamente- en estos momentos se frotan las manos con la esperanza de que cesen a Moya Grijalva para volver a competir por el cargo.

En la primera oportunidad que podamos hacer contacto con el presidente de la Comisión del ISAF, Fermín Trujillo Fuentes, le preguntaremos al respecto; aunque ya sabemos que los Diputados Locales de todas las fracciones parlamentarias creen que hicieron lo correcto, por lo que ya esperan resultados de parte de Moya Grijalva.

Sobre el tema de las constancias académicas, recordará usted que todavía durante la Administración Estatal pasada, hubo muchos casos en los cuales se polemizaba por la veracidad de las constancias profesionales.

En varias ocasiones escuchamos decir que el título de Licenciado en Derecho del ex gobernador, Guillermo Padrés Elías, era un documento apócrifo porque nunca cursó el plan de estudios correspondiente.

Menos en una universidad que se suponía estaba en Nuevo León, pero que nadie sabía su dirección.

Cuando Ernesto Munro Palacio era mencionado para ocupar la Secretaría de Gobierno, se dijo que una de sus limitaciones era por no contar con el título profesional de Licenciado en Derecho, ni de otro tipo; razón por la cual asumió el cargo el abogado Héctor Larios Córdova y posteriormente el contador público Roberto Romero López.

Pero a raíz de que las leyes estatales obligaban a los funcionarios a firmar todos los documentos con las iniciales de sus respectivos títulos, el otrora Gobernador decidió que sus funcionarios firmaran como “C. Eugenio Madero Samaniego”, por decir un ejemplo.

De esa forma, Padrés Elías y sus principales colaboradores pudieron hacer funcionario a cuanto recomendado o amigo se les antojó; aunque muchos de ellos no tuvieran títulos profesionales y menos capacidad para desempeñar labores tan importantes dentro de la estructura del Gobierno de Sonora.

                                    0000000000000000000000000000000000000000000000

Por si no se han dado cuenta, muchos actores políticos y líderes de opinión se han atrevido a descartar como virtual candidato a la Presidencia Municipal de esta ciudad, al actual diputado federal por Hermosillo-Norte, Ulises Cristópulos Ríos.

Esto, seguramente, para reforzar la “cargada” que pudieran traer otros aspirantes a suplir en la silla a Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez.

La lista de aspirantes se ha nutrido con la presencia de Flor Ayala Robles Linares, Kitty Gutiérrez Mazón, Ernesto “Pato” De Lucas, Alfonso Elías Serrano y muy probablemente Epifanio Salido Pavlovich, de quien me informan salió con buenos números en un estudio que se hizo recientemente.

Estos ejercicios de “cargada”, a que me refiero, ya los hemos visto en otras ocasiones.

Porque así como le han atinado, también se han equivocado esos “conocedores” del ejercicio político en Sonora.

¿Quién no recuerda, por ejemplo, la “cargada” que se traía Ernesto Gándara rumbo a la candidatura para Gobernador de Sonora?

“Borreguistas” que ahora se dicen “Claudilleros” (porque se encuentran en la nómina del Gobierno del Estado o simplemente porque obtienen muchos beneficios), hasta se mofaban de muchos de los colaboradores de la entonces Senadora que buscaba convertirse  en la primera mujer que gobernara nuestro Estado.

Con UIises Cristópulos, independientemente si es o no el candidato a la Presidencia Municipal de Hermosillo, tiene un lugar asegurado dentro de la estructura gubernamental, gracias al trabajo que ha hecho en su partido político y en el servicio público.

Y de todas las cosas buenas que pudiera tener a su favor, se incluye un promisorio futuro en el ejercicio político de Sonora.

A raíz de tantos ataques que ha recibido en las últimas semanas, Ulises Cristópulos ya tiene identificado al autor intelectual de estos señalamientos y denostaciones en su contra.

Lo bueno que a estas alturas del partido, las cosas todavía no están definidas para nadie.

Aunque el problema más grande para los aspirantes, no es el apuro porque se definan las cosas; sino saber quién será el que defina sus aspiraciones.

¿El PRI?

¿Las bases encaprichadas?

¿Beltrones?

¿Quién, pues?

Facebook Eugenio Madero Samaniego

Comentarios

Comenta ésta nota

Su correo no será publicado, son obligatorios los campos marcados con: *