A raíz de los temblores que cimbraron el sureste y el centro del país -provocando con ello la muerte de cientos de personas bajo los escombros de los edificios derrumbados-, pudimos comprobar el pelaje de nuestra clase política que vive con dinero del pueblo.
Porque a ellos (me refiero a esos polítiquillos que han tenido la “suerte” de vivir por muchos años gracias al presupuesto oficial), le han valido madre los sufrimientos de tanta gente que quedó sepultada en los derrumbes de concreto.
Tampoco les importan las familias que siguen llorando a sus seres queridos que murieron por las consecuencias de los desastres naturales registrados en Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Morelos, Puebla, Guerrero y principalmente en la Capital de la República.
La actitud tan miserable que han mostrado los Diputados Federales y Senadores asentados placenteramente en el Congreso de la Unión, no solamente molestó a sus adversarios políticos (que posiblemente sean iguales de muertos de hambre que ellos), sino a los millones de mexicanos que unidos como nunca antes visto, se han solidarizado para enviar su ayuda a todos los damnificados y a los familiares de los fallecidos.
El presupuesto de poco más de 31 mil millones de pesos autorizados para ejercerse en las elecciones del 2018, no lo quisieron tocar los méndigos Legisladores Federales que ya pronto podrán ser evaluados para que se vayan a chi…huahua y no regresen nunca a un puesto público.
Lo preocupante para el ambiente político estatal, es que ningún Legislador Federal sonorense (de ningún partido) se ha pronunciado al respecto.
Porque pese a que el PRI Nacional renunció al 25% del presupuesto que le tiene asignado el INE para el año entrante (258 millones de pesos), no ha habido ningún Diputado Federal priista -ni de otro partido- que se solidarice ni siquiera con sus paisanos de Sonora.
Mucho menos lo harán por la pobre gente que está sufriendo en la Ciudad de México u otros estados de aquella región del país.
Ojalá que se escuchen las voces de Abel Murrieta, Susana Corella, Próspero Ibarra, Ernesto Gándara, Ana Gabriela Guevara o Anabel Acosta, por mencionar algunos.
Igualmente que se pronuncien Héctor Larios, Francisco Búrquez (que siempre anda muy activo en redes sociales para exponer otros temas), Teresa Lizárraga, Leticia Amparano, Everardo López Córdova o Agustín Rodríguez Torres.
Todos estos nombres que les acabo de escribir (más otros que no recordé), seguramente aparecerán el próximo año en las boletas electorales, lo cual nos dará la posibilidad de impedir que sigan ocupando puestos públicos.
No perdamos la oportunidad, pues, de decidir nuestro futuro asignando correctamente a nuestros gobernantes.
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Los que sí mostraron un poco más de sensibilidad para con los compatriotas del sureste y centro del país, son los Diputados de la 61 Legislatura del Congreso del Estado de Sonora.
Mediante un boletín informativo que nos llegó la noche de este jueves, el Poder Legislativo Sonorense anunció que aportará un millón de pesos para ayudar a solventar parte de las necesidades que se tienen al sur de la República Mexicana, región que sigue sufriendo los caprichos de la naturaleza de un mundo que se percibe más vulnerable que otros años.
Haciendo cuentas por las aportaciones del sueldo que harán los Diputados Locales, serán poco más de 33 mil pesos los que entregue cada uno de ellos.
Lo que veo muy necesario en este tipo de acciones, es la transparencia que debe haber con el manejo de los recursos; ya que han sido muchos artistas y deportistas famosos que han enviado sus donativos.
En el caso del Congreso del Estado, no sabemos si fue una aportación en efectivo, por cheque o transferencia bancaria.
Por la información que tenemos, es la Cruz Roja Mexicana la que en su mayor parte está manejando estos recursos que servirán para la compra de material médico y otras cosas.
En las actividades relacionadas a esta desgracia, vaya labor del DIF Sonora y el Gobierno del Estado al coordinar todos los donativos de nuestra sociedad sonorense para ayudar a los damnificados del sur del país.
Un tráiler cargado con25 toneladas de alimento, más un avión que transportó ambulancias y un hospital móvil (con todo y quirófano), son parte de las aportaciones que ha hecho Sonora en los últimos días.
La gobernadora del Estado, Claudia Pavlovich Arellano, preocupada porque se brinde una ayuda que realmente sirva, mandó todo estos recursos materiales y humanos (más de 30 médicos) al Estado de Morelos; nombrando como coordinador general al secretario de Salud en la entidad, Gilberto Ungson Beltrán.
Por la experiencia de que los generales nunca deben andar en el fuego cruzado, ojalá que el doctor Ungson no siga haciendo las labores que no le corresponden, como fue el caso de andar desenrollando la lona del hospital móvil.
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En más del Congreso del Estado, la semana entrante se someterá al Pleno la iniciativa de ley presentada por la diputada local, Iris Sánchez Chiu, en la cual se trata de apoyar económicamente a todos aquellos abuelos que ayuden en el cuidado de sus nietos, mientras las mamás de los niños se van al trabajo.
Por el conocimiento tan vasto que tiene de las mujeres del campo (donde hay una gran cantidad son madres solteras), la representante popular del Distrito XI (que corresponde a Hermosillo-Poniente, Costa y Bahía de Kino), propuso el apoyo del resto de los Legisladores para que avanzara dicha iniciativa en la Sala de Comisiones, donde ya fue aprobado el dictamen correspondiente.
No tenemos duda que ésta será una gran acción a favor de muchos abuelos que a duras penas ayudan a sacar adelante a sus nietos.
Pero hay que voltear la mirada hacia otro lado:
Hay abuelos que no les gusta cuidar a sus nietos, pero con el dinero… (¡mj!). Claro que hasta ellos mismos se van a ofrecer a cuidar a los hijos de sus hijos. No importa que los tengan que llevar a la escuela, hacerles comida y hasta ayudarles a hacer las tareas.
Lo que sea de cada quien (como dice Francisco Mendívil Estrada), esta es una gran acción de la diputada local, Iris Sánchez Chiu.
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El que ha andado muy activo en los meses que tiene al frente del Comité Municipal del PRI, es su presidente, Edgardo Briceño Hernández.
Luego de realizar un foro para informar de los problemas que provocan las adicciones en los jóvenes y en las personas de todas las edades, hizo unas declaraciones que me llamaron poderosamente la atención, ya que podría traer un mensaje directo al entorno político local.
Al afirmar que el PRI tiene como prioridad consolidar la estructura y después a los candidatos, dejó ver la posibilidad de que Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez pueda aspirar de nueva cuenta a la Presidencia Municipal de Hermosillo.
Y aunque dijo que esta es una decisión partidista, no tenemos duda que la opinión de “Maloro” será muy importante para definir quién será el candidato priista a la Alcaldía naranjera.
Independientemente de la aceptación que pudieran tener los otros aspirantes (que han levantado la mano para buscar la candidatura del PRI a la Presidencia Municipal de Hermosillo), quiero decirles algo muy importante:
La estructura que tiene “Maloro” es muy fuerte y posiblemente sea la de mayor contacto territorial en Hermosillo, pasando incluso por encima de otros liderazgos o partidos políticos.
Y le doy la razón a Briceño Hernández, en el sentido de que primero hay que fortalecer la estructura y luego los candidatos.
En el Estado de México, por ejemplo, en las recientes elecciones para Gobernador, la estructura priista hizo ganar a uno de los candidatos más malos en toda la historia de esta entidad, en la persona de Alfredo Del Mazo.
Y así hay muchos ejemplos en todos los partidos y en toda la historia democrática de nuestro país, para los diferentes puestos de elección popular.
Aunque “Maloro” ha resultado ser un buen candidato en otras competencias electorales, téngalo por seguro que contando de nueva cuenta con su estructura partidista y territorial, tendría muchas probabilidades de reelegirse en la Presidencia Municipal de Hermosillo.
Pero de eso y más, estaremos al pendiente para comentarles nuestro punto de vista.
Seguimos el lunes.
Facebook Eugenio Madero Samaniego
