Con un extracto de la Danza del Venado inició en el teatro Emiliana de Zubeldía el IV Congreso internacional sobre experiencias en la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial que se lleva a cabo del 7 al 11 de noviembre, con la participación de más de 500 personas representantes de 12 países.

El programa del evento incluye más de 227 ponencias, 59 mesas de trabajo, seis simposios, ocho exposiciones, 25 documentales, doce presentaciones de libros y un programa cultural que compartirá las diversas expresiones del patrimonio cultural del noroeste de México, así como una exposición que se presentará en la antigua penitenciaría, que por primera vez presenta una colección etnográfica de los ocho pueblos originarios de Sonora.

Rosa María Montesinos Cisneros, secretaria general administrativa, en representación del rector Enrique Fernando Velázquez Contreras resaltó en su mensaje que la Universidad de Sonora se ha preocupado —y ocupado— para que desde sus programas académicos se investigue, analice y se den a conocer esas manifestaciones que muestran las múltiples prácticas de la sociedad sonorense.

“Nuestros historiadores y antropólogos se han abocado a identificar las manifestaciones rituales, como las étnicas religiosas; a dilucidar el conocimiento ancestral sobre el medio ambiente y sus formas de aprovecharlo en términos nutricionales o medicinales”, expresó.

Destacó que la investigación sobre el patrimonio inmaterial constituye, en ese sentido, la búsqueda de todo cuanto hay de vivo del pasado, ya sea como recuerdos activos, rituales o festividades, que han gestado la identidad de nuestros pueblos y les ha permitido trascender mucho más allá de su tiempo y espacio.

Ante eso, Montesinos Cisneros dijo que la Universidad de Sonora ha asumido la responsabilidad de buscar y preservar esas manifestaciones inmateriales de manera multi e interdisciplinaria, pero que también comparte la responsabilidad interinstitucional, y en el caso de este evento, procurar que los resultados vayan en beneficio de las sociedades.

El encargado de la declaratoria inaugural del congreso fue Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien señaló que cuando se habla de patrimonio inmaterial se habla de un espejo de mil imágenes presentes en todas las expresiones de la vida, formas de ser, de saber, danzas, rituales, música, textiles, lenguas indígenas, ritos, poesía; una actitud ante el destino y una riqueza forjada por todos.

Acerca del congreso, indicó que “aquí se reúnen conjuntos diversos de experiencias de diferentes lugares del mundo y México. Este congreso, desde su origen, se ha planteado contestar, entre otras interrogantes, ¿cuáles tendrían que ser los rasgos y principios de las buenas prácticas para la preservación y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial? y ¿cómo promover el impulso de una economía creativa con una ética que respete y fomente los derechos culturales de las poblaciones indígenas?”.

La diversidad cultural es un patrimonio de la humanidad, apuntó, y en este congreso se expresa a través de los cientos de ponentes que tienen representación de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Inglaterra y Perú, así como de ponentes de diferentes estados del país.