¿Y si gana Morena?

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Gilberto Armenta

 

Morena en todo México tiene un gran capital electoral, ya que ostenta varias alcaldías, y puede presumir diputaciones locales y federales en varios estados.

 

En Sonora solo cuenta con una diputación local en manos de José Ángel Rochín, pero este fue expulsado y desconocido por Alfonso Durazo Montaño.

 

Alcaldías sonorenses no administra ninguna, pero si regidurías en algunos municipios.

 

En Guaymas, sin embargo, el mismo Alfonso Durazo Montaño mencionado arriba expulsó del partido a sus dos regidores.

 

¿La causa de lo anterior? Dijo Durazo Montaño que no toleraran a nadie que apruebe prestamos o más deuda, en perjuicio de los sonorenses.

 

Y con eso, la vara está muy alta para el partido político propiedad de Andrés Manuel López Obrador.

 

Pero primero considere usted algo, porque en esa consideración podría estar la decisión de votar o no por Morena en el 2018. Mire usted:

 

En el proceso electoral del 2015, Morena se desgañito asegurando que de ganar la elección a gobernador con Javier Lamarque encabezando la intentona, podrían demostrar que Morena era un partido en el que se podía confiar, ya que atacarían la corrupción y convertirían su gobierno en uno ciudadano.

 

Dijeron exactamente lo mismo en el caso de diputaciones locales y alcaldías.

 

Finalmente, no ganaron la gubernatura y los votos solo le alcanzaron a Morena para una diputación plurinominal, y algunas regidurías regadas por todo el estado.

 

Pero esa diputación local plurinominal y dos de esas diseminadas regidurías prueban de manera contundente, que Morena no es tan buen partido como para votar por el.

 

Los tres (diputado y regidores) fueron expulsados por Morena en Sonora bajo el concepto de traidores al haber aprobado paquetes presupuestales para Sonora y Guaymas, que dijo Durazo Montaño, afectaban el bolsillo de los sonorenses, incluyendo los de Guaymas.

 

Hasta ahí, lo que hicieron ver en Morena como un acto de congruencia partidista, no fue más que una desesperada manera de deslindarse de tres fallas electorales, que no supieron cumplir con la ideología de ese partido.

 

Y a este hacer de justiciero de la transparencia, súmele usted que a Morena no hay con que compararlo en Sonora ya que, al no administrar ayuntamientos, no se sabe si lo hacen bien o mal.

 

Por eso Morena puede señalar con el dedo a todas direcciones, ya acusando mal manejo de recursos, ya criticando la inseguridad, ya señalando corrupción, ya apuntillando malas prácticas políticas, y así.

 

Es fácil erigirse de esa forma como la panacea de la administración pública, aunque se tenga que soslayar lo referente a un diputado y dos regidores que traicionaron a los sonorenses.

 

Y por eso sería bueno que Morena ganaran alcaldías y diputaciones locales en Sonora.

 

Con eso, con al menos tres alcaldes e igual número de legisladores morenistas, sabremos de que cuero están hechas las correas de este partido.

 

No hay en Sonora, desafortunadamente, un solo municipio sin deuda, que no requiera de prestamos o contraer deuda o planear refinanciamientos para pagar pasivos, la nómina y los servicios. Ahí habría que ver a esos tres alcaldes de Morena intentar salir avante de la situación financiera que heredaran sin solicitar deuda para pagar. Y ahí mismo habría que ver a esos tres diputados locales de Morena negándoles o aprobándoles la solicitud.

 

¿Los irá a expulsar Alfonso Durazo a todos por traicionar de esa manera al partido?

 

Hoy Morena se declara limpio, santo y puro.

 

Solo después del 2018 se sabrá si es igual al resto de los partidos que señala como la mafia del poder. Pero para eso tiene que ganar algo en el 2018. Vaya dilema ¿no?

 

Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16

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