Las cosas que hemos visto en la política en los últimos días, solamente es el resultado de una diversidad de intereses personales que postergan el bienestar de la comunidad.
Migración de liderazgos políticos de un partido a otro, grupos del poder tratando de imponer a sus integrantes a los puestos públicos, revelaciones sobre corrupción y demás trapitos al sol, además inconformidades por no aparecer en las listas plurinominales prometidas (dígase Ernesto Gándara), son parte de la polémica que hemos visto en Sonora y en todo el país.
Emeterio Ochoa Bazúa, por ejemplo, ha tenido que andar conciliando y explicándole a todas las bases del PRI la razón del porqué fue elegido como candidato a la Presidencia Municipal de Ciudad Obregón, luego de vencer en una elección interna -muy polémica y con muchos dizque acarreados- al ex procurador de Justicia en Sonora, Abel Murrieta Gutiérrez.
A casi un mes de haberse realizado la asamblea general de Delegados Cajemenses -que lo dieron como abanderado oficial-, el joven Legislador con licencia ha tratado de conciliar con los grupos del poder del Valle del Yaqui para recibir su apoyo en la contienda que habrá de enfrentar contra Rodrigo Bours que busca el mismo objetivo por la vía independiente; además de Gustavo Almada (de Morena) y Rafael Delgadillo (del PAN) que también aparecerán en las boletas electorales el 1 de julio, pero no con tantas probabilidades de ganar como los dos primeros.
Durante un encuentro con los periodistas de la Mesa Cancún que coordina el empresario Carlos Rodríguez Pérez -el pasado miércoles por la mañana-, el ahora candidato del PRI no quiso comprometerse con nadie y dijo nada más lo que él considera conveniente en esta etapa de inter campaña.
Tratando los reporteros de “amarrarle navajas” contra quien resulte (pero principalmente contra Abel Murrieta), se le hicieron algunas preguntas al ahora candidato priista de Cajeme, por lo cual solamente dijo estar celebrando que el ex Procurador de Sonora haya tenido un buen encuentro con Sylvana Beltrones y Manuel Ignacio Acosta -que buscan el Senado de la República-, ya que eso habla bien de la unidad partidista y del apoyo que requiere el PRI en esta contienda.
Luego de este comentario, pues, entendemos que Ochoa Bazúa considera que la elección por la Senaduría de Sonora está resultando una competencia muy cerrada y difícil para la dupla Tricolor, sobre todo porque la fórmula de Morena (Alfonso Durazo y la conductora Lilly Téllez) podría beneficiarse con el posible efecto de Andrés Manuel López Obrador; sin menospreciar la competitividad que representa los abanderados del PAN con el ex priista Antonio Astiazarán que finalmente tendrá como compañera a la también periodista Leticia Cuesta.
Tenemos claro, también, que debido a la desorientación partidista que trae Abel Murrieta en los últimos días (ya que renunció al PRI, luego se quiso ir al PAN y hasta lo último que sabemos es que regresó al PRI), era muy probable que de igual manera se hubiera tomado un café con cualquiera de las otras dos fórmulas que buscan un par de curules en la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
En el caso de la lucha constitucional por Cajeme y que habrá de librarse a mitad de este año, el joven Emeterio expresó que “de todos los candidatos que yo voy a enfrentar, reconozco que todos son competitivos; pero quiero decirles también que yo tengo la mayor experiencia en el servicio público, ya que he tenido muchas responsabilidades, empezando como asistente de Rogelio Díaz Brown cuando él fue Diputado Federal, también fui director de Desarrollo Social en Ciudad Obregón en su administración y más recientemente he sido Diputado Local”.
Al reconocer los riesgos que significa meterse a una elección en las urnas, manifestó estar preparado y contar con el respaldo de la gente de Ciudad Obregón que conoce hasta en sus propias casas, “porque muchas veces he estado con ellos visitándolos en sus colonias al ejercer yo diferentes puestos en el servicio público… y espero que esta elección no sea mi tumba política; ya que en algunas ocasiones las Alcaldías han sido las tumbas de otros políticos”, añadió el cajemense.
Obvio que al hacer este comentario, Ochoa Bazúa estaba pensando en la rivalidad política que significa Rodrigo Bours Castelo, que quieran o no, ha conformado una estructura considerable para pensar que tiene los números necesarios para ganar la Alcaldía de Cajeme.
Sobre todo -hay que decirlo-, Rodrigo cuenta con el apoyo del grupo político conocido como “El Yaqui Power” que lidera su hermano Ricardo Bours Castelo, quien ha sido Presidente Municipal de Cajeme y funcionario del Gobierno del Estado -con Eduardo de los mismos apellidos-.
(paréntesis para decirles que Ricardo Bours se siente políticamente fuerte al haber manifestado su intención de buscar el máximo puesto en Sonora para las elecciones del 2021)
Pero por otro lado, debemos reconocer, también, el apoyo incondicional que Ochoa Bazúa está recibiendo del actual secretario de Desarrollo Social en Sonora (Sedesson), Rogelio Díaz Brown, quien ha sido su jefe político desde hace muchos años.
Con estas situaciones, nos damos cuenta que ya no es tanta la división del Norte del Estado contra el Sur de Estado, por el asunto del agua.
Ahora la división está dentro del mismo Sur de Sonora.
¿Será por la avaricia política?
Continuamos el lunes de Semana Santa.
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