La Universidad de Sonora, a grandes pinceladas / II

UNA IDEA, UN PUERTO.


Héctor Rodríguez Espinoza

Universidad es -desde Platón en los jardines de Acandomo - privilegiadamente espiritual.


I. En mi colaboración anterior escribí que apreciada todavía como la niña de los ojos del pueblo, festejando su 76 aniversario, la Universidad de Sonora camina a nueva etapa y acompaña, a la nación, en la otra transición y en ¿la cuarta transformación? (AMLO dixit.); ¿cuántos –órganos de autoridad, docentes, alumnos y trabajadores- conocen su historia, tradiciones y legado de oro? Ofrecí pinceladas históricas, recordé que nuestro Noroeste novohispano llegó muy tarde al humanismo. En el contacto con Europa, apogeo cultural del Renacimiento, siglos XVI y XVII, nuestros lejanos antecesores y naturales cazaban y recolectaban semidesnudos en los ríos. Hice un recorrido hasta el rectorado del Lic. Luis Encinas Johnson (1956 a 1961). Continúo.

II. El milagro económico y político de los 50s terminó y al presidente Lic. Gustavo Díaz Ordaz se reclamó autoritarismo y su imprudente reacción policíaca y hasta militar, a tres meses de los juegos olímpicos y la atención de la prensa mundial.

1961. Asume la Rectoría el joven cardiólogo Moisés Canale Rodríguez. Viví, desde la Escuela de Derecho, su desempeño. Dignificó el cargo, apoyó el deporte y la difusión cultural en pueblos, fundó TV Universidad y nos dio presencia nacional.

(Egresé en verano de 1966, desde Cajeme vi, ausente físicamente, el Movimiento estudiantil y popular de 1967 y el de Tlaltelolco 68 y su 2 de octubre. En noviembre de 1968 ingresé al Juzgado 1°de Distrito de Hermosillo y a mi docencia en la Universidad, hasta la fecha).

El rector Canale cedió también a la tentación política, oteó hacia Palacio de Gobierno y deseó seguir los pasos de su antecesor Lic. Luis Encinas. Pero ya no presidía el humanista Lic. Adolfo López Mateos -seguidor de las juventudes vasconcelistas-, gobernaba un déspota; ya no competía contra los ilustrados seguidores del abogado Fausto Acosta Romo, sino con la "ola verde" del agreste Faustino -¡No!- Félix Serna.

III. 1967. "Estalló la rabia", escribió Ismael Mercado Andrews, símbolo auténtico de “los aguiluchos”. Canale fue impunemente vejado, renunció y hasta su muerte fue un digno y querido ex rector. Lo relevó el Director de Derecho, Lic. Roberto Reynoso Dávila.

El Batallón Olimpia de paracaidistas, con el comandante José Hernández Toledo se apostó desde mediodía frente a la rectoría y la tomó, a las 19.20 hrs.  a bayoneta calada, el miércoles 17 de mayo. Les dijo: “Lo hacemos por la Patria, ¡Viva México!”, comenzó a dar órdenes de que nos hicieran desalojar ... Al día siguiente salimos exiliados los de la plenaria a Tucson”, escribió Mercado. Sucedió un año, cinco meses, antes del 2 de octubre de 1968.

IV. Toda comparación es odiosa, pero es dable citar a Enrique Krauze, que rememora la histórica marcha del 1° de agosto de 1968 en el DF:

“Nunca antes un rector había salido del campus para marchar en protesta por actos represivos del gobierno. Barros Sierra no dudó: el gobierno había violado la autonomía universitaria allanando la Escuela Nacional Preparatoria. Había estudiantes presos y heridos. Antes de iniciarla, pronunció: ´En la medida en que sepamos demostrar que podemos actuar con energía, pero siempre dentro del margen de la ley [...] afianzaremos no sólo la autonomía y las libertades de nuestra Máxima Casa de Estudios, sino que contribuiremos fundamentalmente a las causas libertarias de México.´ … ´Jamás en mi vida me he sentido más orgulloso de ser universitario [...] No termina nuestra lucha con esta gloriosa jornada de hoy [...] ¡Viva nuestra Universidad! ¡Viva el Politécnico! ¡Vivan las instituciones hermanas! Pero por encima de todo: ¡Viva México!´”

V. Ante la renuncia del rector Reynoso Dávila (1967-1968) para asumir una Notaría Pública, el Consejo Universitario nombró al prestigiado ortopedista Dr. Federico Sotelo Ortiz. Para un primer estudio de planeación, se asesoró de Pablo Latapí Sarre, notable educador iniciado en la Universidad de Munich en 1959 y por la Universidad Estatal de Hamburgo en 1963, en México fundó el Centro de Estudios Educativos, A.C. (CEEAC) y lo dirigió durante los siguientes años.

VI. 1973. En mayo, el rector Sotelo me designó Director de la Escuela de Derecho, honroso por ser el primero egresado del plantel. Pero un grupo de maestros y la nueva FEUS exigían, con ideología progresista, una nueva Ley de Enseñanza Universitaria.

Condescendían con los activistas José Alberto Healy de El Imparcial y Abelardo -"Mientes"- Casanova de Información. Pero Enguerrando Tapia Quijada los combatió en El Sonorense. Se formó una Comisión Mixta, ricos debates, emergió un proyecto, abortado en vacaciones de verano en el Congreso del Estado, en vísperas de la elección de Carlos Armando Biebrich que, si bien desapareció el odiado Patronato y aprobó un cogobierno, soslayó y aplazó el problema educativo de fondo.

VII. El presidente Luis Echeverría, líder del tercer mundo, designa al Lic. Carlos Armando Biebrich Torres subsecretario de Gobernación, amigo y partidario del secretario Mario Moya Palencia.

Biebrich fue precoz candidato a Gobernador y recibido por una valla de jinetes de la Unión Ganadera Regional ¡del aeropuerto hasta el Hotel San Alberto!, en bien organizado mitin, pero frustrado por activistas, en gritos de la aplicada alumna de Derecho, Alma Delia Reyna (+).

VIII. En la primavera de este año, asediado, enfadado y rebasado por la crisis, el rector Sotelo abandona la rectoría. Como Director de la Escuela de Derecho y Secretario del Consejo Universitario, presidido accidentalmente por el magistrado Lic. Francisco Acuña Griego, él y yo debimos asumir la conducción del Consejo, la marcha misma de la institución y, por acuerdo colegiado, ofrecer en charola de plata la rectoría al Lic. Alfonso Castellanos Idiáquez. Fue acostaromista y abogado defensor de estudiantes en la crisis de 1961 –amparos ante el juez de distrito Darío Maldonado Zambrano- y Director de Derecho, por 8 años. El gobernador Biebrich lo sostiene contra viento y marea y obtiene el decidido apoyo del secretario de educación pública, Ing. Víctor Bravo Ahuja. A pesar de su corto bienio, desgajó a las Escuelas Secundaria y Preparatoria de la Universidad, creó el importante Colegio de Bachilleres y el Hospital DIF.

IX. El rector Castellanos Idiáquez, al principio equilibró fuerzas, apoyó a la Escuela de Derecho y aún con distracciones políticas, le dimos rango nacional. Cesó al secretario general, Lic. Alán Sotelo Cruz (+) y la lucha continuó, bajo la música de Alfredo Zitarroza, la "Hasta siempre Comandante" y la foto de Korda -de las más difundidas del siglo XX- del "guerrillero heroico" Ernesto “Che” Guevara, mirada desafiante y boina negra sobre el pelo revuelto, bandera de estudiantes y obreros, como en la Tercera Cumbre de las Américas en Quebec.

X. En su segundo periodo, el rector Castellanos Idiáquez -en mi juicio muy personal- viró a la derecha o quizá regresó a su original ideología conservadora como buen abogado, convencido de que el problema terminaría expulsando a sus opositores; nos opusimos y la distancia se extremó. Designó nuevo Director en Derecho al destacado abogado patronalista Lic. Francisco Ross Gámez (+), nos coaccionó con su Notario favorito y reaccionó con expulsiones, se le combatió por la vía jurídica y hostigó más. Resultado, exilios obligados, como el de mi condiscípulo Lic. Oscar Téllez Ulloa, el más cercano a mis afectos.

El Ing. Claudio Ayala (+) se refugió en "El fin de una ilusión"; Martín Valenzuela fue torturado y procesado; y Jorge Luis Ibarra al DF.

XI. 1975. En septiembre sobreviene la represión armada estatal a una invasión de campesinos en San Ignacio R.M. Le cuesta a Biebrich la gubernatura y –“con la vara que midas...”- su exilio hasta Barcelona. "Crónica de una infamia", lo juzgó en su libro el periodista Jesús Blancornelas (+) y lo refrendó Carlos Armando en su reciente “Biebrich. He vivido con dignidad”, MAPorrúa 2014.

El honrado plomero Teclo Moreno fundó el Steus y fundamos el Staus, sendas conquistas históricas.

XII. El Senado designó gobernador sustituto al Senador Lic. Alejandro Carrillo Marcor, quien el 20 de noviembre ejecuta la histórica expropiación presidencial de fértiles tierras agrícolas en el valle del Yaqui y administra el incendio.

XIII. A fines de los 70s y principios de los 80s gobierna el Presidente José López Portillo. El pasado lombardista del gobernador  Carrillo Marcor alienta (su libro "Memorias"), pero alarma las buenas conciencias, cierran filas con el Rector Castellanos y evitan su renuncia. Éste todavía cohabitó con el gobernador Dr. Samuel Ocaña García, se reeligió por un "voto razonado" del consejero y Notario Lic. Carlos Gámez Fimbres y rigió ¡nueve años! (Se retiró a su despacho y a su modesta casa de siempre. Lo saludé, última vez, él con bastón, en la tesorería de la Unison, cobrando su pensión en su modesto Datsun. Murió digno, lo más alejado de la "odiosa burguesía" que tanto le achacaron. Conservador, pero auténtico.)

XIV. 1982. Presidía el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado y gobernaba el Dr. Samuel Ocaña García. Mediante modo tumultuoso de elegir Rector -que hubiera elevado al Lic. Francisco Miguel Cárdenas Valdez (+)-, lo asumen los Ingenieros Químicos Manuel Rivera Zamudio (1982-1987 +) y Manuel Balcázar Meza (1987-1989). El péndulo al centro izquierda y la Universidad, oxigenada, crece sin desarrollo y apuntala las carreras y posgrados de ciencias duras, Alimentos y Polímeros.

XIV. 1989. Preside el Lic. Carlos Salinas de Gortari, la Rectoría el honrado Matemático Marco Antonio Valencia y en 1991, el gobierno del Estado, el Lic. Manlio Fabio Beltrones Rivera. Con heridas, sin cicatrizar, el Congreso del Estado promulga la vigente Ley, establece la Junta Universitaria, se reformaron algunos planes de estudio de hacía ¡25 años! como el de Derecho y establece cuotas. Se introduce Informática y consolidan Ingenierías. El abogado general pide, públicamente, ingreso de auditores y se reprime a profesores presuntos responsables.

XV. 1992. Celebramos el 50° aniversario. Valencia fue un muy decente Rector que dejó la mesa servida y -violando promesa expresa- quiso reelegirse. Es ahora un digno ex Rector en su cubículo.

1993. El Lic. Jorge Luis Ibarra Mendívil había regresado del DF con su Maestría, como rector de El Colegio de Sonora. La Junta Universitaria lo elige Rector. Por su talento y grupo no tuvo ninguna huelga y cosecha frutos. (Asume la gubernatura el Lic. Armando López Nogales, el más respetuoso de la autonomía). En ocho años apoyó posgrados, elevó de rango las academias libres de Bellas Artes, construcciones como el edificio de Derecho, Centro de Cómputo, creó las Escuelas de Arquitectura y la de Medicina, hoy ejemplares y pujantes y mereció su elección en Anuies.

2001-2018. Es electo rector el Oceanólogo Pedro Ortega Romero.

Le sucedieron el Dr. Heriberto Grijalva Monteverde (2009-2017) y el actual Dr. Enrique Velásquez (2017-…).

Dejo pendiente mi juicio personal sobre ellos.    

XVI. Hemos luchado por que sus problemas los resuelve una nueva Ley, pero -error- permanecen. La paciente Historia juzga cada Rector y a todos. Ni el asambleísmo de antaño ni la designación por 15 notables, satisface; las academias y la Junta no viven en comunión, sino incomunicadas, atravesadas por su contradicción de intereses y perspectivas, desde las cuales interpretan SU realidad. Una nueva y ecléctica fórmula es demandada y deberá ser considerada. Universidad es -desde Platón en los jardines de Acandomo - privilegiadamente espiritual.

Fundada por un Filósofo, es absurdo que imperen las ciencias del mar y de la tierra; la Técnica y no el espíritu; y ni tan siquiera se enseñe Filosofía.

Desde julio pasado, como cada seis años, vivimos un México otro y otra debe ser la Universidad de Sonora. Ha sido semillero de otras Instituciones que, ecuménicamente, con eficiencia, complementan la educación superior.

Disculpas por la superficialidad, imprecisiones y omisiones memorísticas. Ganan la emoción y el tirano espacio, porque es materia de libros. Es riesgosa la crónica, cuando vivimos sus protagonistas.

Cada rector ha recibido la antorcha de quienes, desde los 40s del siglo pasado, autoridades y maestros, contribuimos para sostener una institución eminentemente humanista, popular pero eficiente, auditable, transparente, incluyente y de excelencia; con continuidad pero sin continuismo; que saque de cuajo, de nuestra mentalidad, la fatalidad de Universidad de Tercer Mundo, donde la ley que impere no sea la del mínimo esfuerzo; y que derrame sabiduría, con un plan a largo plazo, para que hagamos real su grandeza.

Hoy se tiene una matrícula de más de 40,000 estudiantes en alguno los 50 programas de licenciatura, 50 de posgrado, cursos de 10 idiomas y 4 talleres libres de arte.

Honremos la memoria, de entre muchos otros, del poeta Leopoldo Ramos, quien un día como hoy 12 de octubre de 1941, leyó:

ALMA  PARENS

Una idea venida/

sobre el ancho azul del pensamiento,/

tiene puerto en el alma de Sonora/ ...

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