Samuel Valenzuela Ortega
El resultado de la elección de la nueva dirigencia del PAN en Sonora no pudo ser más funesta, ya que, de acuerdo a números que dicen son preliminares, lo más conspicuo de la corrupción representada por el exgobernador Guillermo Padrés, impuso su ley en dicho proceso interno he hizo ganar a Ernesto Munro Palacio.
Dicho resultado es un hediondo pastel, faltando la putrefacta cereza, ya que según enterados, es inminente el auto de libertad que estaría por ser otorgado a dicho sujeto luego de dos años de prisión, trámite al que sólo falta que el juez de la causa le imponga medidas cautelares con el fin de que lleve ese juicio en libertad.
O sea, estamos por presenciar el triunfal retorno de los protagonistas más importantes de la época más patética en la historia del PAN en Sonora y el resurgimiento político de comprobados depredadores del erario, incluidos a varios que están sujetos a procesos penales y que incluso andan con amparo en el sobaco, como es el caso del mismo Munro Palacio.
Si bien el aspirante derrotado, Jesús Ramón Díaz Beltrán ya adelantó la posibilidad de impugnar, todo indica que a palo dado ni Dios lo quita y como en su equipo también se entreveran intereses del padrecismo, lo más seguro es que en aras de la “unidad interna” todo quede en quejidos y acepten el triunfo del Mil Máscaras de Puerto Peñasco.
A media tarde del domingo nos reportaron ambiente de fiesta por rumbos del equipo de Javier Gándara Magaña, frente a una tendencia que decían era irreversible en favor de Díaz Beltrán, triunfalismo que se convirtió en sorpresa cuando comenzaron a llegar los resultados de la votación en Puerto Peñasco, Huatabampo, Navojoa y comunidades del Río Sonora, ahí donde hicieron de las suyas Kiko Munro, Ramón Díaz, Roberto Romero, Mónica Robles y Javier Dagnino.
Dicen que cuando la perra es brava hasta los de casa muerde y en este caso, los mordidos fueron el citado Gándara Magaña, Díaz Beltrán, Gildardo Real, Alejandra López Noriega, Enrique Reyna y otros, cuyas machincuepas para darle la vuelta a esa hoja tan vergonzante para el PAN en Sonora, fueron superadas por las perpetradas por quienes lucen la estafeta padrecista de forma más notoria.
No pudieron ante las habilidades de Agustín Rodríguez, Javier Neblina, Teresa Lizárraga y los otros ya citados, quienes lograron lo impensable: que tres mil 387 votaran por Munro a pesar de su negra estela e inutilidad como Secretario de Seguridad Pública estatal y sin siquiera aclarar el inquietante hecho de la camioneta blindada que apareció en manos de un violento grupo de narcos, luego de su adquisición por parte de la dependencia a su cargo y ser traspasada a la esposa de su hijo el relecto alcalde de Puerto Peñasco.
En los retobos de Díaz Beltrán, obviamente inconforme por la derrota y los tres mil 20 votos que le reconocen, denunció inconsistencias e irregularidades, gravitando fuertemente el hecho de que mientras que en la elección para dirigente nacional registró cinco mil 365 votos, en la local esa cifra se supera con mil 42 votos, resultando inexplicable el que ese número de militantes hayan desperdiciado la boleta nacional y decidido votar solo por la dirigencia estatal.
Tal anomalía se supone que ya fue aclarada por la comisión organizadora de la elección, quedando pendiente determinar si las discrepancias entre las actas de cómputo en poder de los derrotados y las oficiales son ciertas e inciden en el resultado final y sobre todo se detalle lo que se asegura fue un operativo de compra de votos con recursos de los ayuntamientos de Puerto Peñasco y Huatabampo.
Habrá que ver hasta donde se atreve a llevar sus inconformidades, aunque lo más esperable es que no llegue a más frente al poderío de la mafia que está en la otra esquina, resultando impredecible cómo será la relación entre Munro y el coordinador de la bancada del PAN en el Congreso del Estado o de plano “El Gilo” declinará para que tal tarea la realicen los damanianos López Noriega o Jesús Eduardo Urbina Lucero, que para el caso será la misma.
Pues como dicen los clásicos, que con su pan se lo coman, porque con Munro en la dirigencia ese partido sólo muestra la supuesta voluntad mayoritaria de permanecer en el atascadero y el descrédito en que lo dejó Padrés, donde retoman poder reconocidos provocadores y promotores de violencia y de confrontaciones entre regiones del estado y sectores sociales, como cuando la insurgencia contra el COMUN o en contra del Acueducto El Novillo.
En mejor onda, la gobernadora Claudia Pavlovich mantuvo su agenda social, ya que a pesar de un trajinado fin de semana cuando anduvo de la seca a la meca, este lunes presidió dos eventos públicos: la entrega de reconocimientos y apoyos a brigadistas y promotores comunitarios de la Comisión Nacional de Fomento Educativo, y la inauguración del Centro de Atención para Ciegos y Débiles Visuales.
Ubicado en populoso sector del sur de Hermosillo, el centro Néidi –ver en lengua pima—la construcción del inmueble y equipamiento requirió de una inversión de alrededor de tres millones de pesos con aportaciones del Sistema Nacional del DIF, de TELMEX y del Gobierno estatal, en donde se impartirán cursos de braille, movilidad, computación, cocina, entre otras actividades que posibiliten una vida productiva para quienes sufren esas limitaciones.
En el evento estuvo el director del Sistema Nacional del DIF, Jesús Naime y ahí se informó que en Sonora hay alrededor de 136 mil personas ciegas y/o débiles visuales, de las cuales, casi 10 mil viven en Hermosillo, quienes a partir de hoy disponen el servicio de la línea de transporte 7 Sur, especializada en servicio a personas con alguna discapacidad.
Poco más temprano, la mandataria estatal se reunió con 300 educadores comunitarios de CONAFE y delegados de ese organismo de diversos estados del país, destacando el impacto que tiene la labor de esos brigadistas de la educación en regiones del estado de difícil acceso y sin escuelas cercanas.
Ellos se encargan de impartir educación primaria y secundaria a más de tres mil niños y adolescentes de comunidades rurales de la entidad, con el consecuente esfuerzo para llegar a ellas y no por nada la gobernadora les entregó material didáctico y apoyos en lo económico a través del Instituto de Crédito Educativo de Sonora, además de entregar el Premio CONAFE 2018 a Miguel Román Torúa.
Por ahí, nuestro encanecido amigo, el delegado estatal de CONAFE, Daniel Durán Puente, así como el director nacional de ese organismo, Enrique Torres Rivera; el titular de la SEC, Víctor Guerrero; el delegado de la SEP, Francisco Antonio Zepeda; la titular del ICES, Yazmina Anaya.
Por lo demás, todo está listo para que este martes por la tarde comparezcan ante la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales Jesús Cabanillas Herrera, Claudia Indira Contreras y Rafael Ramírez Leyva, último reten que sólo uno podrá superar para que el próximo jueves rinda protesta como titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Dicho trámite arrancará al término de la sesión del pleno y de los tradicionales exhortos que les ha dado por hacer a los integrantes de la representación popular sonorense, previéndose que de acuerdo al orden alfabético, primero comparezca Cabanillas, luego Contreras y por último Ramírez Leyva, quienes tendrán 20 minutos para exponer su plan de trabajo.
Después vendrá la ronda de preguntas por parte de los diputados comisionados, con hasta tres minutos de tiempo para responder, de acuerdo a la dinámica dada a conocer por el presidente de la comisión dictaminadora, Jesús Alonso Montes Piña.
Luego de las comparecencias, él, junto al resto de integrantes de ese organismo, Magdalena Uribe Peña, Héctor Raúl Castelo, Gricelda Lorena Soto, Jesús Urbina Lucero, María Dolores Del Río y Jorge Villaescusa Aguayo, habrán de ponderar las aportaciones hechas y consensuar el contenido del dictamen que deberá ser votado por el pleno en la sesión del jueves.
Lo ideal sería que a dicha sesión llevaran definida su propuesta por cualquiera de la terna enviada por la gobernadora, pero lo más seguro es que como ya es común en este proceso de nombramiento, dichos tres nombres serán sometidos a la decisión de los 33 representantes populares, donde se requieren al menos 22 votos para aprobar la designación.
Pero si no se logra esa mayoría calificada, a más tardar el viernes la gobernadora Pavlovich ejercerá su facultad para nombrar al fiscal de forma interina y posteriormente enviar una segunda terna al Congreso para su designación, en donde si persiste el desacuerdo, proceder al nombramiento definitivo, ya sea de entre integrantes de la terna, del listado de los 34 validados o bien alguien externo.
