Les vamos a partir en su madre


Gilberto Armenta 

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Cuando alguien nos amenaza, apuntamos contra ellos. Vladimir Putin
 
En Hermosillo, ciudad capital de Sonora, la alcaldesa se llama Célida Teresa López Cárdenas, oriunda de Puerto Peñasco, pero formada panista en Mexicali, BC. Luego, funcionaria padrecista del 2011 al 2015, y diputada local albiazul del 2015 al 2018.
 
En los meses previos a la elección del pasado 01 de julio, intercambió y trianguló cartas con el también panista/padrecista Francisco Bueno Ayub, funcionarios del gobierno de Durango y Alfonso Romo, conocido empresario regiomontano y nombrado jefe del gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Producto de eso, llegó a Sonora con una candidatura al senado bajó el brazo, pero no pudo conseguirla, y Alfonso Durazo Montaño no tuvo más que avalarla como la candidata a la alcaldía por Hermosillo. 
 
Célida Teresa se conformó, sin pensar que ganaría la elección. Lo importante era estar con Morena, y abrir un abanico de proyectos en la federación. Le era importante también vengarse del PAN, que le había cerrado las puertas a toda candidatura.
 
Por eso, no se detuvo para gritar en uno de sus actos de campaña “agárrense, les vamos a partir su madre”.  No había nada que perder, y todo que ganar. ¿Cuidar las formas? ¡para que!
 
Muchos pensaron que esa advertencia era al partido que la había despreciado, o al candidato del PRI. A dos meses de gobierno federal, se puede entender que se refería a los hermosillenses.
 
La hoy presidente municipal inició con el desbarre de pretender la gubernatura en el 2021, pero luego tuvo que aparentar una declinación a favor de quien será el Secretario de Seguridad Pública. Antes quiso atraer reflectores, y pensó que enfrentarse al gobierno estatal de Claudia Pavlovich le atraería simpatías. Se equivocó. Se vio obligada a corregir la plana. Viene diciembre y sus posadas y solo el claudillismo le podrá ayudar en ese entuerto financiero.
 
Y montada en su Rocinante, empuño la espada de los 280 millones de crédito. Total, si Morena se opone, ella ni de ellos es.
 
Pensó que la alcaldía sería fácil. Un espejo perfecto para que el genio la nombrará mil veces. Se equivocó otra vez. La alcaldía de la capital sonorense desgasta, exhibe, reclama y sentencia sin perdonar. El 2021 se ve lejano para ella ahora.
 
La recolección de basura y el remozamiento de parques y jardines le están pasando por encima.
 
Pese a eso, la actitud de la presidente municipal está llamando la atención. Sigue amedrentando a la prensa que no está de acuerdo con ella y su escritorio se sigue llenando de tuiters y columnas. Su retórica se impone sobre la opinión de trabajadores municipales que, atemorizados y frente a su “smartphone”, se ven obligados al “lo que diga la señora”.
 
Selfies, transmisiones en vivo encendiendo Facebook y Twitter, exigencias de hablar al micrófono en todos los foros, apariciones forzadas en cualquier evento, convocatorias más cuestionadas que ciudadanas para integrar su gabinete, tomas de protestas bizarras. Compadres, comadres, amigos incondicionales, padrecistas y panistas. De todo a su alrededor menos morenistas genuinos. Como el ex gobernador Samuel Ocaña siempre decía, el entorno de la alcaldesa es “una ciudad mechuda” con parques y espacios públicos descuidados. Moscas y gusanos.
 
¡Las moscas y los gusanos!
 
Nunca imaginó que estas pequeñas plagas le afectarán tanto. En el Ayuntamiento hermosillense las desestiman y se burlan de ellas, aunque también las estén padeciendo. Norberto Barraza Almazán, el director de servicios públicos pide paz, comprensión. Pero la velada campaña para que se congelen desperdicios y para que la basura sea enterrada lo mantiene nervioso y balbuceante.
 
En la radio los spots dicen que el hermosillense es responsable porque no paga a tiempo sus impuestos. Por eso no hay suficientes camiones recolectores dicen, pero se observa y denuncian que estos dan servicio particular en marisquerías.
 
La solución que los funcionarios municipales dan es simplista. Quieren que el empresario done esos camiones, y que los talleres mecánicos se sumen a repararlos y darles mantenimiento. ¿A cambio de qué? Nadie lo explica.
 
El tema de las moscas y los gusanos no es sencillo. Es el preludio de problemas sanitarios mayores, por eso salen de Palacio Municipal a decir que también son el resultado de otros descuidos higiénicos. ¿Usted cree?
 
Solo sesenta días de gobierno han bastado para demostrar que las candidaturas a cualquier puesto de elección popular deben ser basadas en conceptos distintos a las negociaciones bajo la mesa. Solo sesenta días han probado que las alcaldías no son cuestión de género, sino de capacidad probada. Les vamos a partir en su madre dijo ella, ¡y faltan 1035 días más de esta administración para eso! 
 
Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16

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