Insurgencia presupuestal

Es de esperarse reciprocidad y entendimiento de parte del Gobierno de la cuarta transformación, primero ante el intenso cabildeo de parte de la gobernadora Claudia Pavlovich para jalar a Sonora recursos para financiar nuestro desarrollo, y segundo, a su prudencia, cautela y respeto a la Federación, sin caer en aspavientos, bloques ni retobos mediáticos de rechazo a decisiones tomadas.

Ajena a la creciente insurgencia presupuestal, fundamentada la confianza de la mandataria para que al término del trámite legislativo del presupuesto federal 2019, sean atendidas las necesidades de recursos que requieren 25 proyectos prioritarios que planteó ante el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, que cabildeó con titulares del gabinete federal y expuso ante la representación de Sonora en San Lázaro, que se supone hicieron suyos.

No tenemos claro cómo le va a la entidad en la propuesta presentada este fin de semana, pero si por la víspera se saca el día, las cosas no deben prospectarse como alentadoras, toda vez las reacciones invariablemente críticas, de rechazo y cuestionadoras, generadas al darse a conocer cómo se pretende repartir el queso el año próximo, permeando la percepción de que en dicho paquete destaca la fantasía, el asistencialismo y la incongruencia entre el decir y el hacer.

Raúl Navarro Gallegos

Estamos a la espera de una terapia informativa de parte del titular de Hacienda, Raúl Navarro Gallegos, sin duda la voz más enterada sobre esos temas, con el fin de enterarnos si lo planteado en el paquete federal empata con la propuesta estatal aún en estado de espera en el Congreso del Estado y si los numeritos federados responden a las necesidades planteadas por la gobernadora.

Hasta donde le alcanzan sus facultades, la gobernadora ya hizo su trabajo en la procuración del fondeo presupuestal para acciones que representan mejoría en la calidad de vida y bienestar para todos los ciudadanos de Sonora, tocando ahora hacer su parte a la abundante representación sonorense en San Lázaro, ahora en condiciones de demostrar que tanto quieren a su solar nativo y si ese amor está por encima de intereses facciosos, de líneas partidistas e instrucciones desde el Palacio Nacional.

Incluso, se formuló un planteamiento conjunto que se generó a través del “Comité Técnico para la elaboración del documento rumbo a la generación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019”, el cual fue planteado a las distintas coordinaciones parlamentarias en San Lázaro, así como también en lo individual, a los integrantes del gabinete federal, quedando la percepción que sería en sus planes de trabajo.

Ahí están proyectos por el orden de los 22 mil millones de pesos, además de un paquete adicional por 700 millones de pesos para el desarrollo regional de los 72 municipios; mejorar la conectividad carretera con el Estado de Chihuahua; la construcción de hospitales del IMSS en Agua Prieta, Puerto Peñasco y Navojoa, además de un nuevo Hospital General en Guaymas y el hospital de especialidades en Hermosillo y aplicar la tarifa 1F de forma permanente para los 72 municipios.

Ernesto Munro

En efecto, la mandataria estatal ya hizo la tarea técnica, política y de gestión, con los diputados y alcaldes de todas las corrientes políticas y ahora toca hacer su parte a la representación sonorense en San Lázaro y así demuestren el compromiso que tienen en favor de quienes los tienen ahí.

Es que del dicho al hecho hay mucho trecho o de lengua me como varios tacos, ya que resulta torrencial la tormenta de opiniones que en su mayoría son adversas a la propuesta, rechazo que incluye a segmentos tradicionalmente sumisos a los intereses a MORENA y al presidente López Obrador, ahora acosado por cuestionamientos que antes él hacía a los presidentes en turno.

Por cierto, sabemos que la comparación no guarda las proporciones necesarias, pero en las mismas anda Ernesto Munro, nuevo dirigente del PAN en Sonora, quien de furibundo y combativo defensor de los nuevos impuestos que pretendió aplicar el jefe de su pandilla Guillermo Padrés, ahora de avienta un posicionamiento con pretensiones radicales, en el que advierte sobre hipótesis que están de plano descartadas en la propuesta que envió el ejecutivo de Sonora a la Cámara de Diputados.

Para la hilaridad el que el Mil Máscaras de Puerto Peñasco asegure que los tres diputados del PAN no apoyarán “despilfarros” y que harán un análisis responsable de esa propuesta, como si estuviera en condiciones de hablar a nombre de Gildardo Real, Alejandra López Noriega o de Jesús Eduardo Urbina, quienes en todo caso actuarán sin necesidad de tomar en cuenta a quien a penas hace unos días se apropió de la dirigencia estatal a través de estrategias mafiosas.

Rogelio Díaz Brown 

El caso es que el paquete económico estatal 2019 está cocinándose en el ámbito de lo privado y si bien no trasciende a la opinión pública, sabemos de intensa interacción entre las distintas bancadas e instancias de gobierno, en una amalgama negociadora donde se mezcla lo político, el interés particular de diputados y diputadas por llevar agua al molino de sus distritos; el realismo que representa esa cobija que si se jala hacia un lado destapa otro y sobre todo, el dejar de lado posiciones facciosas que con todo e ignorancias sobre ese tema, salen con cada barrabasada que por supuesto son inaplicables en materia presupuestal.

Junto a Navarro Gallegos atendiendo las cuestiones técnicas y de orden financiero, con la fuerte dosis de colmillo que lo caracteriza, también en esas tareas de consenso trabaja el Secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, cuando aún con timidez, se esboza la posibilidad de que este próximo jueves se realice la sesión extraordinaria para dicho trámite, que de no ser así, el asunto se transferiría hasta después de la navidad.

Todo indica que hay voluntad política de parte de los coordinadores parlamentarios, del PES, Jesús Alonso Montes Piña y del PT, Rodolfo Lizárraga, en tanto que la señora de MORENA, Ernestina Castro, un día expresa estar de acuerdo y al otro recula, quedando como mera especulación con propósitos de calambre, el que hayan integrado un frente de rechazo en el que se incluye al PAN.

En las negociaciones participan también los coordinadores del PRI y el Panal, Rogelio Díaz Brown y Fermín Trujillo, respectivamente, todos con el fin de que el jueves de enfrente ya se tenga un dictamen que al menos en lo general sea aprobado y se le entre a lo particular en función del interés de las bancadas o de diputados.

Enrique Velázquez Contreras 

Esta tarde de lunes hubo reunión de las comisiones de hacienda unidas, para si hay dictamen y de acuerdo al cronograma que dicta la técnica legislativa, estar en condiciones de sesionar el ya citado jueves, quedándonos pendiente el abordaje de lo que decidan los comisionados, toda vez que como siempre, los Entretelones no son dados a esperar horas tardías de entrega.

Así andan las cosas por acá, mientras que por allá en el centro del país los morenistas y el mismo presidente no se las acaban, destacando la clase de desplegado firmado por la UNAM donde cuestiona el recorte presupuestal para el año próximo cuando se esperaba un incremento sustantivo para la máxima institución de educación pública superior de este país.

Y lo peor del caso es que el presidente pretendió negar la contundencia de los números y los porcentajes contenidos en su propuesta de presupuesto, al subrayar que no hay tal reducción y ejemplificar esos diez mil millones de pesos de becas para 300 mil estudiantes de nivel superior, como si ese recurso fuera para la construcción de infraestructura, docencia, proyectos de investigación y demás y que en todo caso esos becarios necesitarán para cursar sus carreras.

A reserva de conocer las afectaciones de tal política presupuestal contra la educación pública, habrá que ver las reacciones que seguramente se dejarán oír en las bragadas huestes de la Universidad de Sonora, sea de parte del rector Enrique Velázquez Contreras y sobre todo a los siempre exigentes sindicatos universitarios, quienes en estos últimos meses se han solazado porque uno de los suyos, Jorge Taddei Bringas sea el encumbrado representante de AMLO en Sonora y pretendido idóneo gestor para que la federación destine más recursos a nuestra Alma Mater.

Francisco J. Duarte Flores

En ese maremágnum informativo que deriva del polémico paquete económico federal 2019, de destacar el que a pesar de todos los discursos, desaparición de dependencias, fusión de otras y demás, el proyecto de egresos de la federación para el año próximo, reconoce una nómina de 885 mil 847 plazas laborales, que comparadas con las 886 mil 10 plazas del actual ejercicio, la tan anunciada reducción del aparato burocrático será de solo 163 plazas.

Otro factor de discordia mediática es que en dicha propuesta no solo no reduce el gasto publicitario del Gobierno Federal en un 50 por ciento, sino que lo incrementa en un 54 por ciento, lo cual arrancó suspiros de alivio entre los grandes tiburones de la comunicación, ahora sí dispuestos a acatar la estrategia de contención estructurada para que se deje de hablar de puntos de controversia que a diario brotan en torno a la figura presidencial.

Por cierto, esta cuarta transformación está haciendo mella en algunos de sus temas prioritarios, cómo se puede advertir en la aprobación de la Guardia Nacional, que en la Comisión de Puntos Constitucionales no encuentra buena aceptación.

Pero los diferendos parecen ser más de forma que de fondo, empezando por las acciones del Secretario de Seguridad Alfonso Durazo que ha dejado plantados a los legisladores en 3 ocasiones, incluyendo a los diputados de Morena, quienes ya nomás fruncen el seño y hasta han tachado a Durazo de alzadito.

Héctor Platt Martínez

Y es que una cosa es la importancia que lleve cada propuesta, pero también es cierto que, cómo se dice coloquialmente, en el pedir está el dar. El respeto al trabajo legislativo también requiere de consideraciones y no solo de exigencias y de eso el Secretario de Seguridad deberá ir aprendiendo, porque sus responsabilidades irán mucho más allá de estar sentado atrás de un escritorio, cómo ha sido su experiencia hasta ahora.

De regreso a presupuesto para publicidad, habrá que ver si en el plano local, MORENA es congruente con lo decidido por su superior en Palacio Nacional y dejan de estar jodiendo respecto al gasto del gobierno estatal en medios de comunicación.

Por lo demás, muy raleado y casi nulo el espíritu navideño en estos días, con ausencia casi total de invitaciones a posadas –aunque no somos dados a asistir—pero que como sea se agradecen detalles de demostraciones de afecto y reconocimiento de gente como Natalia Rivera, Ely Sallard, Jesús Alberto Cano Jiménez, Angelina Muñoz y el profe diputado Francisco Javier Duarte Flores.

Y a pesar de que faltan alrededor de seis meses para esa elección, tiende a subir la presión y tensión en el gremio ganadero de la entidad, en el marco de una contienda muy adelantada entre el pretenso a mantenerse en el cargo por un período más, Héctor Platt Martínez y Daniel Baranzini, obviamente surfeando en lo que queda de la ola AMLO, con el riesgo de que para mayo del año próximo de dicha ola solo quede resaca.

Es tan obvia la jugada de MORENA en dicho gremio que resulta de pronóstico reservado elucubrar consecuencias que deriven del desplegado de denuncia que mandó publicar la Unión Ganadera Regional de Sonora, porque nadie pudiera decirse engañado respecto a las pretensiones de control de ese partido de presunto corte izquierdista, sobre el gremio más distintivo y poderoso de la conservadora economía regional.

Célida López Cárdenas 

Ya para cerrar, de plano no dan una los panistas morenizados. Queriendo agandallar todo al estilo padrecista, el empresario Mario Abeytia le prometió a la alcaldesa Celida López que le traería al grupo Elefante para un concierto gratuito, todo con el objetivo de quedar bien esperando hacer negocios.

Lo que les falló, como siempre, fue la falta de seriedad en sus compromisos.

Abeytia puso de intermediario a Jorge Valencia, de la empresa “Matalas Callando”, mejor conocida por sus cancelaciones y mala organización. Solo basta decir que Jorge Valencia se desentendió del asunto, puso a una tal Irma Campillo y entre los dos echaron a perder el evento, que fue un rotundo fracaso. Es el mejor ejemplo de “No me ayudes compadre”.

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