No estamos en León Guanajuato … pero parece que la vida no vale nada


El certero ataque en el que murió el colega comunicador Reynaldo López y que tiene entre la vida y la muerte al también colega reportero Carlos Cota, ha generado una gran indignación entre la sociedad y en especial entre la comunidad de la gente de los medios de comunicación.

Sin darnos cuenta vemos como casi a diario la región de Cajeme genera al menos una nota diaria donde se da información de ejecuciones, balaceras, privaciones ilegales de la libertad y lo peor del caso es que el alcalde de ese Municipio, el morenista Sergio Pablo Mariscal, se siente agredido cuando los reporteros le abordan el tema de la inseguridad en su territorio.

En el caso de Hermosillo, la también morenista Célida López Cárdenas maneja el discurso de justificación con culpa a la anterior administración que la dejó sin patrullas suficientes y sin recursos para la compra de combustible, además de cuestionar las acciones realizadas y minimizar lo que se logró en materia de seguridad pública, a pesar de que hay datos y cifras oficiales que acreditan la buena labor hecha por los elementos policiacos que batallaron en los últimos meses del trienio anterior por la falta de combustible para las patrullas.

En la agresión a balazos de la tarde del sábado en el bulevar Serna y la calle California, ahí en el sector de Las Pilas y Hacienda de la Flor, donde hace meses era la moda pasar a ver al famoso Francisquin con su frase de “¿se va a hacer o no se va a hacer la carnita asada?”, hay mucho que analizar.

 No es el primer ataque similar que se registra en ese sector donde hay centros comerciales, cines, casinos, locales de comida y hasta espacios deportivos de esparcimiento, incluso un hotel en el que por cierto ya hubo un huésped asesinado al resistirse a un robo con violencia hace poco menos de un año.

Con todo ese entorno es como no se entiende la ausencia de vigilancia de la Policía Preventiva o si la hay, no es muy frecuente.

Decía el compositor José Alfredo Jiménez que en Guanajuato la vida no vale nada y con el nivel de inseguridad que hay, pareciera que en Hermosillo y Ciudad Obregón pudiera aplicar esa frase al 100%.

Hechos de alto impacto como el del sábado demuestran un nulo respeto a la autoridad en todos los niveles porque los ejecutan a plena luz del día, sin ocultarse, sin importarles que hay más gente que puede resultar afectada y mucho menos les preocupa el temor que provocan a ciudadanos de bien que tengan la mala suerte de estar cerca del lugar de los hechos.

No se le puede exigir a los elementos policiacos de cualquier corporación, que tengan la habilidad de detectar armas en vehículos a simple vista, pues para eso ocuparían super poderes que están muy lejos de tener.

Pero lo que sí se les puede exigir es detectar a conductores y abordantes de vehículos que ponen en evidencia su negatividad, muchas veces por las propias características del auto en el que circulan, por la apariencia o por la actitud que muestran, sin caer en excesos por supuesto al momento de una intervención policiaca.

Como sociedad debemos ser conscientes y dejar de quejarnos o molestarnos si una autoridad nos pide revisar nuestro vehículo o nuestra identidad, pues si bien es cierto que la ley nos otorga el derecho de libre tránsito sin ser molestados, hay que valorar que es mejor estar expuestos a una revisión policiaca que nos brinde la seguridad de que en esos eventos puede caer un pájaro de cuenta.

Si uno como ciudadano no incurre en violaciones a la ley como pudiera ser portar armas, o violentar los reglamentos de tránsito, entonces no pasará nada.

La realidad es que en Hermosillo y cualquier otra ciudad, son miles de vehículos de procedencia extranjera que circulan sin placas oficiales y eso implica un alto nivel de impunidad pues a la hora de usarlos para algún delito, es imposible rastrearlos al no haber un registro de su propietario y mucho menos de un domicilio.

En infinidad de veces nos han informado de cómo las principales ciudades van mejorando en la infraestructura de instalación de cámaras de video vigilancia, lo que de hecho ha permitido en diversas ocasiones, darle seguimiento a un hecho delictivo y atrapar a los responsables.

Por el sector donde ocurrió este ataque sabatino, en su ruta de escape, los atacantes debieron pasar por al menos uno de esos puntos de vigilancia y debe ser cuestión de meterle horas de revisión a los videos para rastrear la ruta que siguieron o si hay alguna placa oficial que permita establecer identidad o domicilio de los sospechosos.

Con las referencias positivas que hay de los dos colegas comunicadores, es difícil pensar que se trate de un asunto en el que ellos tengan nexos con el crimen organizado pues en ambos casos se habla de personas que no tienen un historial negativo.

Una versión que circula en la revista Proceso, apunta a que pudiera tratarse de una confusión en la que los agresores buscaban a un presunto distribuidor de droga que empieza a moverse en un sector donde no tiene control y supuestamente utiliza un vehículo similar al que abordaban los dos colegas comunicólogos.

Haya sido una confusión o un ataque directo, la exigencia de justicia y castigo para los responsables, no cesará y será una fuerte presión para la Fiscal general del Estado, Claudia Indira Contreras.

Curiosamente, este hecho de alto impacto pasaba casi desapercibido por la alcaldesa capitalina Célida López Cárdenas, quien hasta el domingo a mediodìa, casi 24 horas después, emitió un mensaje en su cuenta de Twiter, lamentando el hecho y solidarizándose con las familias de amabas víctimas.

Algunos cuestionaron  que cuando se trata de temas de menos impacto, como el traslado de los camiones recolectores de basura o la entrega de unidades nuevas a la Policía Municipal, es muy notoria la actividad promocional de la presidenta.

De lo que no mencionó nada ni en reportes de seguridad pública, fue del también certero ataque que sufrió un hombre quien intentó resguardase en el interior de un establecimiento comercial Oxxo en la colonia El Mariachi, sobre el bulevar Luis Encinas.

Según testigos de este ataque, el hombre de unos 40 años de edad, entró corriendo a la tienda y enseguida de él, dos jóvenes armados con machetes le dieron alcance y lo agredieron con varias heridas en su cabeza para dejarlo muy mal herido y retirarse del lugar.

Hermosillo tiene el problema de la recolección de basura que se espera que a partir de esta semana se solucione con “la chulada” de camiones nuevos que se integran a los recorridos en las rutas de recolección en las colonias de la capital sonorense.

Luego el problema de la seguridad del que también con “la chulada de patrullas nuevas”, hay confianza en que mejore ese aspecto.

Pero nuestra alcaldesa debe entender que además de “chuladas” de patrullas y de camiones recolectores, los hermosillenses reclaman acciones concretas y efectivas para mejorar la seguridad, labor que debe atender con mayor eficiencia el comisario Luis Alberto Campa Lastra.

 

 

Y como es lunes, viene lo bueno, lo malo y lo feo:

Lo Bueno: La evidencia en videos que debe ayudar a la autoridad a realizar una investigación a fondo y profesional para identificar a los agresores de los dos  colegas periodistas que fueron atacados a balazos la tarde del sábado.

Lo Malo: La inseguridad que hay en una simple tienda de conveniencia donde cualquier persona queda expuesta a ser privada de su vida por maleantes.

Lo Feo: La actitud de “me vale madre” del presidente de México cuando le hacen algún reclamo justificado y que intenta minimizar argumentando que el neoliberalismo y la prensa “Fifí” intenta atacarlo.

 

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