Ahora ¡peor!...la chatarra de los corralones la van a meter a las colonias


La próxima subasta de carros viejos convertidos en “vil chatarra” (como decía la entonces diputada guaymense, Julia Astrid Tapia Granillo), es un buen ejercicio por parte del Ayuntamiento de Hermosillo para hacerse de fondos económicos.

El maestro universitario y actual síndico, Fermín González Gaxiola, declaró que la intención es desocupar una gran parte deL espacio que ocupa esta basura metálica en los corralones propiedad del Gobierno Municipal.

Informó también que con ello se logrará una captación de recursos que podrían ser destinados a otros programas y/o actividades de las dependencias comandadas por la alcaldesa Célida López Cárdenas.

Los principales clientes para estos automóviles en desuso, abundó, son los propietarios de yunques y negocios de fierro viejo que hay por toda la ciudad.

Y en ese sentido, me gustaría agregar lo siguiente:

Dichos carros chatarra que van a ser desalojados de los corralones municipales y que en gran parte son de procedencia extranjera, seguramente van a ir a parar a los yunques y negocios de fierro viejo que se encuentran en las colonias de Hermosillo; con lo cual se incrementará la fauna nociva, las enfermedades del dengue y ese tipo de problemas entre la población.

En pocas palabras, pues, los carros viejos que se encuentran actualmente en las afueras de la ciudad, los van a meter dentro del casco urbano para provocar más problemas de salud y hasta mala imagen urbana.

Y el hecho de que haya tantos negocios de este tipo dentro de las colonias de Hermosillo, se la debemos en su mayor parte a Javier Hernández Armenta, ya que cuando fue Coordinador de Cidue aprobó todas las solicitudes relacionadas a este uso del suelo.

Esperemos que José Eufemio Carrillo Atondo, actual titular de Cidue, no vaya a resultar igual que el “Zurdo” Hernández Armenta, aunque debemos de admitir que tiene muchas posibilidades por pertenecer al gremio que le llaman la industria de la construcción.

Sin embargo un servidor considera a este sector como la “mafia de los constructores”, ya que independientemente de quién o quiénes sean los titulares de las dependencias que regulan las inversiones de obra pública en cualquier nivel de gobierno, siempre hay un beneficio para todos ellos.

Porque tampoco importa el color o la filosofía del partido que se encuentre en el poder.

Ellos siempre ganan.

De éstos hay muchos casos que pudiéramos citar, ya que cuando algún constructor no está de funcionario en una dependencia; conserva al menos los contratos de obra pública gracias a licitaciones amañadas o acuerdos con los titulares que invariablemente son aliados.

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¡Qué bárbaro!

No es posible que todavía sucedan estas cosas.

Lo ocurrido en Magdalena de Kino al parir una mujer en condiciones sumamente deplorables a bordo de un automóvil porque no le dieron atención médica en un hospital perteneciente a la Secretaría de Salud -y utilizar un garrafón de plástico como una incubadora-, resultó algo intolerable por la Gobernadora del Estado.

Al enterarse de lo ocurrido y desde su viaje de promoción económica a favor de Sonora por España, Claudia Pavlovich Arellano mandó cesar a la directora de ese hospital en Magdalena y envió una serie de instrucciones para mejorar la atención que merecen todos sus paisanos magdalenenses.

Eso me recuerda lo que sucedía durante el sexenio pasado, cuando los enfermos literalmente se morían por fuera de los hospitales, por falta de atención médica.

Como fue el caso de un señor en Guaymas, a quien todavía un medio de comunicación televisivo lo llegó a entrevistar poco antes de morir en las afueras del hospital.

O cuando médicos del Hospital General del Estado, al no tener material para sutura, les pedían a los familiares de los enfermos comprar Kola Loka para cerrar heridas y operaciones.

Por lo ocurrido en Magdalena, menos mal que el niño lo reportan en buen estado de salud; al igual a su mamá.

Y también qué bueno que la Gobernadora dio instrucciones para que se solventen este tipo de problemas en Magdalena y en todos los hospitales y centros médicos pertenecientes a la Secretaría de Salud de todo Sonora.

No creemos, de ninguna manera, que la visita que está haciendo este miércoles el secretario de Salud en Sonora, Enrique Claussen Iberri, por el hospital de Magdalena, vaya a resolver de inmediato estos problemas.

Pero debemos darle el voto de confianza de que con el trabajo de tierra se tomarán medidas muy apropiadas para mejorar el servicio a la población abierta de todo el Estado que necesariamente es de bajos recursos.

Seguimos al pendiente.

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