Arturo Soto Munguia / 2024-02-27
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Está muy entretenida la zacapela mediática que se armó en torno a la cada vez más clara embestida de los grupos de poder estadunidenses que encuentran en la desacreditación del gobierno mexicano una bandera redituable para los afanes electorales de la propia sucesión presidencial en aquel país.
Primero fue Tim Golden, el laureado periodista norteamericano el que abrió fuego revelando presuntos vínculos del crimen organizado con la campaña 2006 de López Obrador; le siguió el New York Times con un reportaje similar que mantiene en la agenda política de México el mismo tema, y ayer se sumó el Washington Post con un reportaje sobre los riesgos de la violencia criminal en nuestro país.
La escandalera tras el reportaje del NYT incluyó el affaire de la filtración de números telefónicos de políticos y periodistas que ha ocupado importantes espacios en los medios tradicionales y las redes sociales, y ayer mismo el presidente López Obrador abrió un nuevo frente al acusar a la plataforma YouTube de estar copada por grupos conservadores que tienen agenda contra su gobierno.
Que el tema se haya mantenido en la agenda pública tanto tiempo -ya va para tres semanas- sin duda tiene que ver con los intereses que están en juego en la sucesión presidencial mexicana, y las cajas de resonancia que ha activado la oposición al obradorismo para mantener vigente el tema, pero también con los asideros que en la realidad nacional tiene esa narrativa en la que el crimen organizado aparece como un actor peligroso en el proceso electoral en curso.
Ayer fue asesinado Miguel Ángel Reyes Zavala, precandidato de Morena a la alcaldía de Maravatío, en Michoacán, un médico que fue interceptado por sujetos armados que lo privaron de la vida.
Pero no es el único político que en el transcurso de este proceso electoral ha sido asesinado.
También cayeron Alejandro Lanuza Hernández, regidor en Salvatierra, Guanajuato; Wilman Monge Morales, exalcalde de Gutiérrez Zamora, Veracruz; Dagoberto García Rivera, precandidato de Morena en Maravatío, Michoacán; Ricardo taja Ramírez, aspirante de Morena a la diputación federal en Acapulco; Alfredo Giovanni Lezama, regidor de PAN en Cuautla, Morelos; David Rey González Moreno, aspirante a la alcaldía de Suchiate, en Chiapas; Sergio Hueso, aspirante de MC a la alcaldía de Armería, Colima; Miriam Ríos Ríos, mujer transgénero que buscaba ser regidora en el ayuntamiento de Jacona, Michoacán, por MC.
La lista sigue: Samantha Gómez Fonseca, otra activista transgénero que aspiraba a una candidatura al senado por Morena en Ciudad de México; Marcelino Ruiz Esteban, aspirante a la alcaldía de Atlixac en Guerrero, por el PRD. Fue asesinado junto con su esposa, Guadalupe Guzmán Cano, consejera estatal del Sol Azteca.
También cayó José Alejandro Naredo García, dirigente municipal del PRD en Cuitláhuac, Veracruz; Jaime Vera Alanís, precandidato del PVEM a la alcaldía de Mascota, Jalisco; Juan Pérez Guardado, director de Desarrollo Social en Fresnillo, Zacatecas y cuñado de Ricardo Monreal; Jorge Antonio Monreal Martínez fue asesinado en esa misma ciudad; era sobrino de Ricardo Monreal; Yair Martín Romero Segura, aspirante a diputado federal por Morena en Ecatepec, Estado de México.
Las balas del crimen organizado están pasando muy cerca de la clase política sin distinguir militancias ni géneros y eso no puede ser una buena señal ante lo que muchos definen como el proceso electoral más violento del que se tenga memoria en el México moderno.
Aguas con esto.
II
Una importante inyección de recursos la que aplicó ayer el gobernador Alfonso Durazo para fortalecer las tareas de la Fiscalía General de Justicia del Estado, y concretamente a la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, al entregarles 65 unidades con un valor de 45.3 millones de pesos.
Se trata de 37 pick ups, 26 sedanes y dos cuatrimotos, que también alcanzarán para el Centro de Justicia para las Mujeres, para la Comisión de Búsqueda de Personas y para la Unidad Especializada en Combate al Secuestro.
En el evento, el gobernador se comprometió a que la Fiscalía cuente con más presupuesto el próximo año, para el mejor cumplimiento del deber de los agentes.
El anuncio confirma la voluntad institucional para fortalecer las tareas de seguridad pública, pero hay que decirlo, no llega en el mejor momento. O mejor dicho, llega en un momento en el que la AMIC se encuentra en el ojo de autoridades federales tras el episodio suscitado en la madrugada del pasado sábado en Navojoa.
Ese día fueron detenidos tres hombres a bordo de una camioneta de alta gama y en posesión de un fusil de asalto. Misteriosamente, al ser trasladados a la Agencia del Ministerio Público, uno de los detenidos fue ‘cambiado’ por otra persona, presumiéndose que se trataba de un objetivo prioritario al cual los agentes dejaron libre, en un episodio parecido al del famoso ‘Cuarto pasajero’, suscitado en Hermosillo durante la administración de María Dolores del Río como alcaldesa.
El asunto, por su gravedad, activó todas las alertas y provocó un operativo para poner a disposición del MP a todos los agentes de la AMIC que participaron en los hechos, tres de los cuales fueron objeto de acción penal al resultar con probable responsabilidad en los hechos. Se encuentran detenidos en la FGR sede Ciudad de México.
Ya hay una carpeta de investigación abierta, pero el sentido común indica que hubo por allí un ‘cañonazo’ bastante poderoso como para que los agentes soltaran al detenido, lo que hablaría del gran poder corruptor del crimen organizado en aquella región.
Al mismo tiempo, la puesta a disposición de todos los agentes y el ejercicio de la acción penal contra tres de ellos también manda un mensaje de que no se tolerarán hechos como este y que no habrá impunidad.
Y ya que andamos en temas de seguridad, el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán presumió ayer en redes sociales los ahorros por más de 140 millones de pesos en gasolina y mantenimiento, lo que se pudo lograr con las operación de 220 patrullas eléctricas, lo que a su vez se ha traducido en una baja sensible en la percepción de inseguridad, siendo esta capital de las que más han mejorado en ese rubro.
“Somos la ciudad más segura de Sonora y además la ciudad de México que más ha reducido la percepción de inseguridad, con esto lo que les quiero decir es: no permitamos que la política contamine la seguridad pública, recordemos siempre que más allá de las diferencias políticas, ideológicas o partidistas está nuestra integridad como personas”, alertó el alcalde capitalino.
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