Estas líneas…


Agustín Rodríguez L.

+ Ayuntamientos mal calificados, pero no mejoran los nuevos; Genesta frenó el saqueo, pero hasta su tesorero le metía goles; la avenida Luebbert Seldner va para largo; En Empalme, la crueldad criminal llega a extremos; Célida y la ausencia de la ley en la tesorería guaymense

GUAYMAS, Son.- No extraña que el Instituto Superior de Auditoría Fiscal califique tan mal las cuentas públicas 2018 en Guaymas y Empalme.

En el tan descuidado puerto, Lorenzo de Cima se la pasó gastando millones en arreglar la avenida Serdán y calle 10, donde hoy enorme hoyanco parece reír, burlón, de la principal obra presumida por el marcadamente inepto alcalde padecido entre 2015-2018.

Hay muchas observaciones no subsanadas, pese a lo blandito que el ISAF es con los alcaldes, más cuando les caen bien, quienes seguirán haciéndose vivos mientras no vayan a prisión. Aquí se 40 millones de pesos en una revisión, aunque los guaymenses creen, es mucho más, pero no tanto como los 365 millones extraviados durante el bandidaje del hermosillense Otto Claussen Iberri.

La ciudad lo refleja. El año de Sara Valle como alcaldesa no bastó para revertir el desgarriate. Y con gente que responde a intereses extraños a cargo del dinero, nada indica que mejorará.

Peor, ya la calentura trienal invade a varios funcionarios aspirantes al cargo de alcalde para 2021, con Sara a la cabeza por el partido que usted quiera. El segundo apuntado en ese sueño tropical, es el tropical titular de Infraestructura Víctor Marín. Ven la tempestad y no se hincan.

En Empalme, el mérito de Francisco Genesta fue parar la sangría económica cometida por sus antecesores, a la cual se sumó su tesorero inicial, atajado rápidamente. El “dedos de seda” Carlos Arbayo, en el corto lapso que manoteó el dinero de la ciudad, “extravió” más de cinco millones de pesos y hoy huye, pues el “Pantico” hizo lo correcto al poner el caso en manos de la ley.

Este municipio padece la vergüenza de ser calificado con menos de 3 puntos, básicamente por el manejo de sus magros recursos en la roedora administración del “Kiriki” Gómez Cota, quien también se hizo de mulas Pedro y se esfumó.

Al exalcalde emanado del PRI, de pronunciada uña, cometió irregularidades mil, como esa de hasta en tres ocasiones gastar el dinero para pavimentar la calle Melchor Ocampo, sin hacer la obra. Pero como era la época en la cual no pasaba nada –supongo que ahora sí pasará, pues otra historia política transforma al país--, Gómez Cota siguió jugando beisbol y viajando a California y Jalisco, a curarse sus rodillas y visitando cirujanos plásticos.

Ese desastroso período, secuencia de pésimos alcaldes, es lo que se mira y por eso, Empalme cree que lo poco que pueda hacer “El Pantico ya es bueno. Y si hace mucho, mejor.

Deberán explicar las citas del ISAF: nómina inflada, obras inexistentes o inconclusas, facturas falsas, bienes y servicios pagados sin recibirse, hasta sumar cientos de millones. De ese tamaño el boquete abierto por el torpedeo “amigo” bajo la línea de flotación de los municipios.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Lo dicho, vendrían las lluvias y el director de Infraestructura del Ayuntamiento, el grillo Víctor Marín, justificaría el retraso en la repavimentación de cuatro cuadras de la avenida Julio Luebbert.

Ahora dice el político ex panista y ex perredista arropado en el petismo-morenismo, que la obra debe terminar el 31 de diciembre, no en agosto, como se anunció al comenzar, ni en septiembre 30, como fija el lapso de gracia en el contrato a la empresa ganadora de la licitación, de cuyo nombre nadie puede --¿o quiere?--acordarse.

Ah, una válvula que coloca Comisión Estatal del Agua en esquina de calle 14 y esa rúa, justificó el primer retraso, creíble hasta eso, pues CEA padece tortuguismo crónico. A ver mañana.

2.- CRUELDAD EXTREMA: Dayron, de 7 años, para quien la vida todo era luz, no entendió lo que pasaba esa tarde dentro de su casa cuando el fuego envolvía su cuerpo y le arrebataba la vida, además de lastimar gravemente a su hermanita Keyla, de 2 años, a su madre y a un tío.

Cómo explicarle que sucios intereses mezclados con la maldad del mundo, ordenaron a sujetos poseídos por esa maldad, disparar armas de grueso calibre y arrojar gasolina para consumirla junto con quienes estaban dentro. Sonora entero se indignó. Y aterró ese nivel de maldad.

Aplaudo la reacción del sector Salud. Tras la orden de la gobernadora Claudia Pavlovich se atendió a los heridos y la pequeña lesionada ya está en California, en manos de especialistas. Hoy la señora Pavlovich espera resultados de la llamada Mesa de Seguridad, pues no dejará impune tan horrible crimen inimaginable hasta ese día, aún en este sitio tan castigado por la criminalidad.

La terrible acción hizo que el alcalde Francisco Genesta Sesma cancelara los festejos patrios y los eventos alusivos a su primer informe de labores.

3.- Analizando el manejo económico de la comuna entre expertos en el tema, concluyen conocedores sobre corruptelas de la tesorera Célida Botello y la ciudadanía paga sus platos rotos.

Dentro de sus obligaciones está presentar al Ayuntamiento las tablas de valores de bienes inmuebles “y se lo pasó por el arco del triunfo”, sin reclamo alguno del “Señor de las fichas”, el director de Catastro, Jorge Villa Flores, lo cual viola la Ley y sus reglamentos al cobrar impuestos a como les da la gana. No parece que busquen corregir esa burla que perjudica al erario y a la gente.

Tenía plazo al 15 julio para presentar al Cabildo la propuesta, pero omitió la obligación. Ni los regidores reaccionaron, perdidos como están en eso de quemar pólvora en infiernitos.


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