unque están de acuerdo con la causa, algunas mujeres reprueban las formas en que el movimiento feminista protesta en contra de los feminicidios en el país, concretamente cuando se trata de pintar consignas en propiedades públicas, aunque se desconoce si existe una manera más eficiente de llamar la atención, pues anteriormente ha habido muestras de paz.
En un sondeo realizado por Expreso, mujeres que se encontraban cerca del las inmediaciones del Poder Judicial del Estado de Sonora dieron a conocer su punto de vista respecto a la manifestación que causó estragos al exterior e interior del edificio durante la noche del pasado domingo.
Una empleada del Supremo Tribunal de Justicia, quien prefirió guardar en el anonimato sus declaraciones, lamentó que la opinión pública se enfoque casi exclusivamente en los daños al inmueble en lugar de prestar atención al hartazgo que las mujeres expresan por la violencia de género que padecen cotidianamente.
Aseguró que aunque existen motivos para estar molestas, los daños al Poder Judicial, el cual se encarga de impartir la justicia, resultan contraproducentes debido a que los procesos jurídicos en el que hay mujeres, involucradas pueden resultar afectados, aunque aparentemente este no fue el caso, tomando en cuenta que según las declaraciones del titular del STJ, los expedientes se recuperarán en un máximo de 10 días.
Igualmente señaló que existe la vía de la desobediencia civil, donde la ciudadanía demuestra su inconformidad por medio del desacato a las normas obligatorias. De esta forma, aseguró que la sociedad organizada puede traer cambios o por lo menos llamar la atención sobre un punto.
“Es una lástima que tengamos que llegar a esto cuando hay vías abiertas al diálogo para evitar las confrontaciones, aunque afortunadamente no pasó a mayores, hay que tener en cuenta que podemos ir más allá. Si bien el sistema de impartición de justicia no es perfecto, las leyes pueden cambiarse y es ahí donde tenemos que hacer algo para evitar que la violencia se siga reproduciendo”, finalizó.
Carolina, ciudadana de Hermosillo con 22 años de edad, declaró que si bien muchas manifestaciones pacíficas difícilmente resuelven una problemática, tampoco siente que esta sea la forma más eficiente de lograr un cambio.
“Para mí no está bien porque eso es atacar el problema con vandalismo en lugar de pedirlo de otra manera. No sé si es necesario hacer todo eso, pero, en sí creo que la violencia genera más violencia”, comentó Carolina, “las marchas para mí no traen nada, podría exigirse de otra manera, no sé cual sea la más correcta, pero así como llamando la atención pues no, que se busquen alternativas”.
Cecilia Miranda, de 28 años, opinó que también pueden hacer una manifestación en el Congreso del Estado, teniendo planteamientos y peticiones sólidas, pues vandalizar comercios y edificios públicos solo termina por desvirtuar una protesta.
“El movimiento en sí lo apoyo, porque sí pido más justicia para nosotras y que no queden impune muchos casos de feminicidio que se están viendo. Pero no apoyo el vandalismo y todo en lo que están terminando los movimientos porque están exigiendo un respeto que no están dando”, señaló Miranda.
Socorro, de 60 años, consideró que las manifestaciones pueden tener otro matiz y aunque es cierto que debería cambiar la manera de tratar a las mujeres, coincidió con las demás entrevistadas sobre buscar rutas alternativas.
“Tenemos que respetar todo, respetarnos unos con otros. Si es cierto que está mal eso, de tanta muerte de mujeres, pero pues hay que hacerlo de otra forma”, manifestó la sexagenaria, “nadie tiene derecho a privar a nadie de la vida, pero en los destrozos no veo una solución así. Deberíamos empezar por el hogar”.
