El reino de la irrealidad

Nos queda claro que Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump protagonizaron este día en Washington un rústico acto de simulación, donde el primero cubrió de melcocha y zalamerías al segundo a partir de una vergonzante irrealidad de las relaciones entre México y Estados Unidos.

Por obra y gracia de la sumisa fantasía cuatrotera de López Obrador, el presidente más racista, más antimexicano y que más agravios ha perpetrado contra México, fue convertido en estadista humanista que siempre ha mostrado compresión y respeto, así como un trato gentil, digno y solidario.

Lo peor ocurrió en el jardín de las rosas de la Casa Blanca, donde más allá del tradicional mensaje diplomático entre jefes de estado, López Obrador dio un discurso color de rosa acompañado de gesticulaciones de abierta subordinación, atreviéndose solamente a mencionar lo que llamó agravios y desencuentros que “todavía no se olvidan”.

El rústico mensaje del presidente mexicano ante el evidentemente complacido Donald Trump, es una ofensa para millones de ciudadanos de origen mexicano en Estados Unidos que viven en la incertidumbre por sus extremas políticas antiinmigrantes, abusos, explotación laboral; el muro en construcción; amenazas arancelarias; indigno trato de personal migratorio a ciudadanos mexicanos en cruces fronterizos y su discurso racista que frecuentemente nos agravia.

López aplaude a su homólogo fascista de Estados Unidos

Por supuesto que es importante la buena vecindad y procurar buenas relaciones entre naciones, pero no a partir de entreguismos y mensajes que nada tienen que ver con la realidad, simulando López Obrador que no sabe como miles de mexicanos, muchos de ellos menores de edad, son embodegados durante semanas antes de ser deportados; cómo el gobierno trumpiano ha excluido de servicios de salud y de educación incluso a residentes legales y sus familias.

Si no sabe de todo lo anterior, pues el inquilino de Palacio Nacional debería saberlo, porque eso lo sabe la numerosa comunidad hispano-mexicana y lo sabemos quienes tenemos tanta parentela en el otro lado, que debieron quedar con cara de ¡what! si es que tuvieron estómago para escuchar la retórica sumisa y subordinada del presidente mexicano.

Agradecer por 300 ventiladores; el que los petroleros gringos asumieran compromisos ante la OPEP por la negativa de México de reducir extracciones o que luego de blandir el garrote arancelario no se haya asestado el golpe, fueron motivo de profundas genuflexiones de nuestro representante en esa reunión de Estado.

“Pero lo que más aprecio, es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”, expuso frente a un Trump con notorio gesto de perdonavidas.

Enrique Clausen

Por esas gentiles concesiones, cubrió de gloria a quien así como lo hace ahora para reelegirse y al igual que en el 2016, basa su campaña en mensajes racistas, antimexicanos y contra la comunidad latina, con el fin de conquistar las simpatías de supremacistas, sin que tengamos idea si el espaldarazo de López logre alguna ganancia entre sectores hispanos que den por buena la rústica simulación.

Habrá que ver también los efectos en la domesticidad nacional, ya que sin duda el discurso afín al imperio podría llenar de expectativas a importantes sectores del empresariado que hasta hace poco temían o aún temen por las ínfulas nacionalistas y hasta socialistas, dicen, del gobierno de la 4T y que ahora podrían cambiar de opinión ya que no hay registros históricos de un acto de sumisión presidencial al poder gringo como el ocurrido este miércoles 8 de julio del 2020.

Otra de las reacciones que habríamos de esperar es el de segmentos de izquierda, de liberales y progresistas, que sin duda deberán de repudiar la verborrea complaciente del presidente, aunque también tienen la opción de mostrar sus habilidades para hacer nuevas maromas con el fin de justificar la irrealidad en que vive su mesías.

La verdad estamos asqueados de tanta simulación en este régimen, pero una cosa es simular honestidad, austeridad, compromiso con etnias y pobres, entre otras, y otra el dar tan patético espectáculo al mundo frente a una realidad irrefutable que sufren nuestros hermanos en Estados Unidos y el desprecio de Trump hacia México.

Nitzia Gradías

La vamos a dejar de ese tamaño con la esperanza que esa nueva relación entre coincidentes conservadores y ultranacionalistas traigan beneficios para los mexicanos y que se haga realidad que el neoliberal, hasta las cachas, tratado llamado TECMED, abone en algo para mitigar las ruinas que ha dejado este año y medio de incompetencias.

Por lo demás, estamos chambeando con una conectividad prendida con alfileres y por eso no disponemos fuentes de consulta sobre temas más serios que la payasada wuachintoniana, por lo que tenemos que conformarnos con unos pocos Entreteloncitos  y el primero es nuestra inquietud por el estado de salud de nuestro amigo de muchos años, Enrique Clausen Iberri.

Es que durante los más de 110 días que ya tiene la pandemia, fue invariable su presencia en las transmisiones para dar cuenta del corte diario sobre contagios y decesos, así como sus articulados mensajes para motivar el autocuidado y la prevención para evitar ser víctimas del Coronavirus.

Su trajín en clínicas y hospitales por su compromiso de mantenerse el frente de la batalla, lo llevó a contraer el virus y de todas formas durante varios días tuvo participación en el ejercicio informativo mencionado, hasta que este martes no fue así y vamos a declararnos preocupados por eso ya que tampoco nos hemos podido comunicar con él.

Célida López Cárdenas

Sin salirnos mucho del tema, vaya la insistencia cada vez más creciente para que estado y municipios se rindan ante la embestida del Covid-19, exigiendo que queden sin efecto restricciones de movilidad, ya que de acuerdo a sus procesos mentales no han resuelto nada y al contrario, han provocado la expansión de la pandemia.

Sabe de dónde saquen que la restricción de movilidad vehicular de 6 a 6 en Hermosillo ha sido nociva y que en lugar de mitigar contagios los ha aumentado, cuando en el caso de Cajeme ha ocurrido lo mismo a pesar de no haberse aplicado la disposición aprobada por el cabildo capitalino.

El alza de contagios en Hermosillo obedece simplemente a que tanto a través del programa Centinela, como por la estrategia desplegada por la alcaldesa Célida López Cárdenas, se ha incrementado sustancialmente la aplicación de pruebas y tal como se esperaba, a mas pruebas aplicadas, más contagios, con la esperanza que dicha alza no impacte la cifra de decesos y se logren imponer los cercos sanitarios y dar tratamientos más oportunos a contagiados sin tener que recurrir a la hospitalización.

Mientras tanto, apenas el martes el Secretario de Finanzas, Raúl Navarro Gallegos desmenuzaba datos y cifras para poner fin a infundios nacidos de la ignorancia y aclarado datos a integrantes del Congreso del Estado, cuando este miércoles hubo otra jornada con también buenos resultados por esos rumbos, ya que la Comisión de Ciencia y Tecnología aprobó el proyecto de dictamen de la nueva ley de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Sonora, el cual contiene valiosas aportaciones tanto del sector académico como del empresarial de la entidad.

Como con zapatillas nuevas debe andar la diputada Nitzia Gradías Ahumada, promovente de dicha iniciativa que superó el trámite de dictamen mediante la celebración de una reunión virtual, quedándonos sólo el pendiente de cómo podrá sostener y sobre todo fundamentar su voto en contra el diputado Miguel Angel Chaira cuando se realice la sesión del pleno, porque lo que ya expuso al respecto no son más que tonterías propias de un ignorante.

Ernestina Castro

Y hay que reconocer, faltaba más, faltaba menos, a la diputada coordinadora de la bancada de MORENA, Ernestina Castro Valenzuela, por su interés por escuchar las opiniones de dirigentes y usuarios del Distrito de Riego Río Yaqui, en el marco del proceso de socialización del tema de la construcción de la obra complementaria del acueducto El Novillo en Hermosillo, o sea el Acuaférico antes denominado Ramal Norte.

Todo indica que doña Titina no votará a favor cuando se de trámite a la solicitud de Agua de Hermosillo para que le autorice un compromiso de crédito que compromete pagos multianuales para los próximos 10 años a la paramunicipal, por lo que no se vislumbra un muy buen futuro para dicho proyecto de infraestructura, quedando solo que los pretensos a beneficiarse con esa agua hagan una coperacha  que dinero les sobra y más van a tener cuando puedan urbanizar cientos de hectáreas que tienen en engorda desde el 2014.

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