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+ Cienfuegos, la dura prueba de representar a un país cuestionado; el informe de Claudia, 5 años de recuperación; Ricardo Bours, oficializa su alianza con MC; el ISAF califica, pero se descalifica al hacerlo; regidora trafica influencias

Agustín Rodríguez L.

GUAYMAS, Son.- Otro golpe más al corazón de la credibilidad de México en el mundo, se da con la detención del general Salvador Cienfuegos Zepeda, hombre de armas, cuidadoso de sí y de la institución a la que representó y de quien poco se dijo sobre posibles ligas con grupos criminales.

El general secretario de Defensa Nacional de México en el gobierno de Enrique Peña Nieto, llegaba a Los Ángeles y en el aeropuerto fue detenido y llevado a un centro de confinamiento preventivo de la Agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA).

México le da asistencia consultar, pero el golpe está dado. No puede la Secretaría de Relaciones Exteriores volverse abogado del diablo, pese a la imagen personal que se creó este hombre tan capacitado en tareas de seguridad nacional y en defensa de la soberanía.

El embajador de los Estados Unidos en México, Christopher Landau, le confirmó a Marcelo Ebrard, su homólogo mexicano, la detención. El nivel de contactos mide la importancia del tema.

El general se vio involucrado en escándalos de violaciones de derechos humanos, como el caso Tlatlaya, donde murieron 22 personas presuntamente ejecutadas extrajudicialmente, pero especialistas dicen que Cienfuegos Zepeda siempre se cuidó de no caer en la ilegalidad y fue rara alguna alusión de ligas con el narcotráfico, pero México cayó a tal profundidad que, quién podría negarlo.

Resta esperar que se aclaren las cosas. Y que México siga haciendo lo necesario para limpiar tanto fango generado por políticos y criminales cuya línea divisoria es tan delgada, que a veces no se nota.

TIROS RÁPIDOS

1.- La gobernadora Claudia Pavlovich presentó su quinto informe de gobierno.

Hace cinco años, daba pena decir que éramos de Sonora, pues los números del Estado estaban en el suelo en casi todos los rubros por la voracidad de quienes nos gobernaban. Y por increíble que parezca, esa gente busca el respaldo popular para dominar posiciones de elección, para lo cual penetran Morena, el movimiento lopezobradorista al que llegan muchas figuras que solo le acarrearán desprestigio.

Pero hoy, Sonora recupera nivel e infraestructura educativa; igual en salud, cuando antes se nos moría gente fuera de los desabastecidos hospitales; qué decir de las carreteras, casi imposible de transitar y hoy vías útiles para el transporte de mercancía y personas.

La síntesis fue un gobierno opaco, un estado corrompido, una población agraviada y numerosos juicios que lamentablemente, enfrentan la ineptitud de los actuales fiscales y la falta de definición en leyes creadas para evitar que los pillos vayan presos.

Sonora hoy, lo celebramos, tiene reconocimiento nacional por su economía, creación y recuperación de empleos, producción y –lo reconocen instancias federales—cuentas claras. Eso es bueno.

En un año terminará esta etapa y esperemos estar aplaudiendo el balance final, junto con el futuro a la vista a partir de que escojamos un nuevo gobernante con capacidad y apego a las causas comunes.

2.- Dice el partido Movimiento Ciudadano que no se equivoca, que en Sonora el proyecto se llama Ricardo Bours.

La voz era de Clemente Castañeda y confirmaba el acuerdo de las dirigencias nacional y estatal para hacer oficial --siempre se supo que así sería--, su proyecto político para encabezar la candidatura al Gobierno de Sonora en el proceso electoral de 2021.

Caminan los tiempos trazados por el cajemense que reúne el perfil buscado por el MC, fuerte presencia y envidiable convocatoria; a cambio, Ricardo logra la plataforma que le ahorra tiempo y dinero en la formación de una propia. En el intercambio de elogios, Bours agradeció el respaldo, dio el paso al frente y asegura ser el hombre que Sonora necesita para los duros momentos que se vienen.

Habló de “la elección más grande de su historia”, de participar porque no está de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas y “quiero evitar que sean peores”, al llamar a los ciudadanos a ser los protagonistas del ejercicio político e impedir “a quienes ven a Sonora como el botín que les pertenece”, hacer lo que les venga en gana.

Fue un buen mensaje y sabe hacerlos trascender. Pero también sabe de mano izquierda y acercó a María Dolores del Río, quien aspiraba a esa candidatura, pero siendo realistas, la capacidad de enfrentar lo que viene, no es comparable entre uno y otra. Pero algo le tocará.

Bours ya aparece en cuanto espacio virtual usted abre, lo cual confirma posicionamiento para elevar su puntuación en las encuestas, objetivo a cargo del legendario chiapaneco César Augusto Santiago.

3.- Rodolfo Lizárraga Arellano se le fue a la yugular al Instituto Sonorense de Auditoría Fiscal por aprobar la cuenta pública de 2019 al Ayuntamiento de Guaymas.

Exigió reprobarla, dar marcha atrás, pues la calificación concedida “no concuerda con la realidad que se registra en Guaymas”.

El diputado por Guaymas pidió a sus homólogos reprobar esos números. No lo logró. Los diputados no reflejan interés en lo que pasa en los municipios, en la gente, y tienen otro tipo de influencias. Igual cuestionó el informe del ISAF, pero esta instancia solo califica el trabajo contable, no el efecto físico del alejamiento de los sedicentes representantes de las causas comunes.

Cierto, la gente alza la voz, pero los diputados, como los funcionarios, aprendieron que alzar la voz no es suficiente para que los encargados de auditar, de recibir denuncias, hagan su trabajo.

La gente está inconforme, exige resultados, pero no hay respuesta. Al contrario, responde, dice Rodolfo Lizárraga, un gobierno “pésimo, ineficaz, ineficiente y, todavía, intolerante”.

Tenga estos datos a la mano: el ayuntamiento recibió calificación de 82.5, pese a 102 observaciones, 76 no solventadas; se le entregaron 64 recomendaciones y 48 no fueron atendidas. No se cumple la ley pues, y como decía el célebre médico y político Francisco Sánchez López: “no pasa nada”.