ASPECTOS BIOLÓGICOS.
El tema acerca de la despenalización del aborto incluye, a mi modo de ver, varios aspectos; uno de ellos me parece básico y fundamental, me refiero al aspecto biológico. El tema del aborto no es cuestión ideológica o religiosa, es más bien cuestión biológica. El espermatozoide, después de esa gran carrera, logra fecundar el óvulo, dándose así la concepción; aquí hablamos ya de un nuevo ser en formación. La carga genética, su ADN, ya está completo, es un verdadero ser humano, una persona, diferente a la madre que lo lleva en su vientre. En este sentido, la afirmación de que la mujer decide sobre su propio cuerpo, es una falacia, ya que el embrión anidado en su matriz no es su cuerpo, no es ella, es otro ser humano, es un cuerpo diverso al suyo sobre el cual no tiene la facultad de decidir algo en su contra, ya que estaríamos hablando del asesinato de un ser indefenso.
Permítanme una comparación muy simple… Hoy en día el tema de la protección a los animales está muy bien posicionado en la sociedad. Me llama la atención, por ejemplo, cómo se defiende, a capa y espada, a las tortugas marinas; se han implementado leyes internacionales muy drásticas para proteger los huevos de tortuga. Pregunto: ¿Qué acaso un huevo de tortuga es ya una tortuga hecha y derecha? Claro que no, es una tortuga en formación, sin embargo, se le protege porque ahí está ya, en potencia, un ser vivo que amerita cuidado y atención. Parece paradójico cómo se busca proteger más a los animales que a los seres humanos. La vida humana, hermanos, no empieza en el nacimiento, sino en la concepción.
DERECHO A LA VIDA.
Un segundo aspecto que deseo abordar es el derecho a la vida, subrayo, derecho a la vida, no a la muerte. Este derecho lo encontramos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por el Consejo de las Naciones Unidas en 1948. Esta declaración supuso el primer gran acuerdo entre las naciones del mundo sobre la libertad, la igualdad y la dignidad humanas. La vida inicia en el vientre materno, en la concepción, y atentar contra un embrión o una creatura en formación es atentar contra la vida humana. El derecho a la vida es un derecho inalienable que debe ser respetado; no hacerlo es deshumanizarnos, perder el nivel humano y caer en el nivel meramente animal.
Las sociedades que marginan o discriminan, tanto a los ancianos y enfermos que aparentemente ya no tienen algo que ofrecer al mundo, como a los no nacidos, terminan por autodestruirse, se vuelven pragmáticas, utilitaristas, materialistas: “me sirves y te necesito… entonces sí existes y te valoro…”; “me estorbas y no te necesito… entonces no existes y no te valoro…”.
SITUACIÓN DE LA MUJER.
Un tercer aspecto a considerar es la situación de la mujer… Entiendo que, en torno a un embarazo “no deseado” (violación, problemas económicos, rechazo familiar, soledad, etc.), el deseo y la espera del nacimiento del hijo no es algo agradable y feliz, de ahí que la tentación más grande sea abortar… Sin embargo, hay que afirmar, deshacerse de la creatura, abortando, no es el medio adecuado para solucionar la situación difícil por la que atraviesa la mujer. Debiéramos encontrar otros caminos que verdaderamente sirvieran. Presento algunos:
- El lavado vaginal inmediato en el caso de violación.
- El acompañamiento familiar.
- La terapia psicológica a la mujer.
- Leyes más duras contra violadores y padres irresponsables.
- La adopción legal.
Sin ser experto en psicología, he escuchado que un gran porcentaje de mujeres que han abortado conservan secuelas traumáticas difíciles de superar.
ENFOQUE MORAL-RELIGIOSO.
Un cuarto aspecto que comparto es el enfoque moral-religioso. En la Sagrada Escritura encontramos una verdad muy clara y objetiva: la vida no comienza en el nacimiento: “antes de formarte en el seno materno te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado…” le dice Dios al profeta Jeremías (Jer 1,5). Por otra parte, el 5to mandamiento del decálogo es muy claro: “No matarás”; el aborto es un asesinato por más que se quiera disfrazar con eufemismos u otras palabras como “interrupción del embarazo…”, y con leyes deshumanizantes y contradictorias a la dignidad humana.
CONCLUSIÓN.
Concluyo diciendo que, la despenalización del aborto, si bien es cierto, ha sido el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no por ello “la interrupción legal del embarazo”, es decir, el aborto, es algo bueno, positivo, recomendable. Al contrario, seguirá siendo una salida falsa para, dizque solucionar una situación, pero en realidad el problema de fondo seguirá estando ahí presente, quizás agudizado ahora por una decisión mal tomada.
Hago un llamado a los hombres y mujeres de buena voluntad para que reflexionemos en el valor de la vida humana, como un don recibido, no como un objeto amenazador que amerita ser destruido; no nos dejemos influenciar por agendas ajenas o extrañas a la sociedad mexicana. Respetemos al no nacido, recordando que hace mucho tiempo cada uno de nosotros vivimos 9 meses en el vientre de una madre que, sin duda, a pesar de situaciones difíciles, carencias, problemas y sufrimientos, fue capaz de optar por la vida, por nosotros, y darnos a luz. ¡Bendito Dios!
+ Ruy Rendón Leal
Arzobispo de Hermosillo
