Pero que necesidad tiene Claudia Sheinbaum de montarse en las bobadas histriónicas e “históricas” de Andrés Manuel López Obrador y meter la pata apoyando exigencias estúpidas sobre sucesos de hace 500 años, en ese devenir histórico de la humanidad en territorios, regiones e incluso continentes de todo el mundo entre conquistados y conquistadores.
Penoso caso de la presidenta electa al mostrar el cobre incluso antes de asumir su encargo al convertir su toma de posesión en una opereta de pésima calidad, solo por seguirle el rollo a su antecesor por aquella ocurrencia de exigir al rey de España Felipe VI, pedir perdón a México por la conquista y la colonia y como el inquilino de Palacio Nacional se enojó porque el residente del Palacio de la Zarzuela ni siquiera lo peló, ordenó a su mascota no invitar al jefe del Estado Español a su toma de posesión.
Mientras el país se desangra y sufre las consecuencias de su incompetencia en el desempeño de sus responsabilidades, López Obrador sigue entreteniéndose en peteneras y lo que es peor, obliga a su sucesora a seguir con un tema sin sentido para dos naciones íntimamente hermanadas y cuyos habitantes y gobiernos actuales nada tuvieron qué ver con la embestida conquistadora de reinos de Europa sobre vastas regiones y sus guerras contra reyes de imperios del nuevo mundo recién descubierto a finales del siglo 14.
Como se sabe, López Obrador tiene la sensibilidad de un rinoceronte, también en política exterior, pero se suponía que la señora Sheinbaum está más estudiada, tiene criterios más amplios y no le entraría a infiernitos estúpidos endosados por su antecesor que a nadie benefician ni a nadie le importan.
Pues muy machito en el caso del jefe de gobierno de España, pero modosito y quebrándose, quebrándose en su relación con el gobierno de Estados Unidos, señaladamente con Donald Trump, que con Joe Biden lo han mantenido a distancia.
Ya entrados en gastos con reclamos del lejano pasado cuando México ni México era, ni España tampoco era España, mejor que voltee hacia el norte, acá a tiro de pedrada con un país y su gobierno que ha cometido grandes agravios en contra de México relativamente más recientes que los cinco siglos de la conquista, si, Estados Unidos que arrebató más de la mitad del territorio nacional.
También les debería exigir pidieran perdón por la invasión, atrocidades, ocupación a mediados del siglo 19, incluso ya embarcados en pendejadas, a Francia por haber impuesto hasta un rey, pero pues no, porque hay niveles con un sujeto acomplejado y artificiosamente moldeada su personalidad en base a halagos desmedidos y con idolatrías propias de idiotas.
A Felipe VI reta, ante Trump se puso de pinichchi y con Biden alegorías sin reciprocidad y solo expresiones propagandistas del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar y mala noticia es que la casi presidenta haya acatado la ordenanza de mantenerse por la misma vía en ambos casos: confrontando a la corona española y dándolas en el caso del gobierno de Estados Unidos.
Por supuesto nunca exigió al presidente gringo pidiera perdón a México por quedarse con lo que son ahora los estados de California, Nevada, Arizona, Nuevo México, Colorado, Utah, Texas y sureste de Wyoming, por la matanza de mexicanos en el puerto de Veracruz, enTabasco, en la Ciudad de México, Puebla y demás, durante la invasión en las que las tropas norteamericanas masacraron a los jovencitos del Colegio Militar en el Castillo de Chapultepec, conocidos como los Niños Héroes.
A fin de cuentas, sea López o la señora Sheinbaum, que exija o no solicitudes de perdón a México al gobierno de país que les dé la gana, ni perjudica ni beneficia, sino todo lo contrario, al ser solo pastura para alimentar animalitos embobados por ocurrencias y distractores del saldo desastroso de quien está por irse mucho a La Chingada, allá en Palenque, aunque se generaliza la versión de que permanezca incluso viviendo en Palacio Nacional cogobernando y recreando un nuevo Maximato.
Pues este viernes ahora sí es la última gira de López Obrador por Sonora y la enésima para jactarse del apoyo que su gobierno ha dado a la tribu Yaqui sin que todavía no se note tanto porque hay mucho más por hacer, pero para propaganda resulta ideal, faltando solo que en lugar de yaquis fueran los aztecas, y entonces sí sería como anillo al dedo ahora que sus fantasías andan en el siglo 15.
Como es usual en este cierre de sexenio, el presidente es acompañado por la presidenta electa y por supuesto el anfitrión Alfonso Durazo Montaño echará la casa por la ventana allá en Vicam, lugar de la reunión con las autoridades tradicionales de la etnia, en donde suponemos hará entrega formal del distrito de riego, aunque como se sabe, no hay agua con qué regar a miles de hectáreas ya entregadas y ya rentadas a sus tradicionales posesionarios yoris.
A los del gobierno se les paso que para regar y hacer producir la tierra se requiere maquinaria para desmonte, para nivelar y para diversas prácticas agrícolas que de ninguna manera resuelve la construcción de un canalón, ese que apenas podría llevar agua para surtir la red y salga agua en las ya instaladas llaves de descarga en varias de las cincuenta y tantas comunidades yaquis.
Por lo pronto, reportan grave escasez y acaparamiento de toda la melcocha del mercado regional, incluida la panocha, piloncillo, miel de abeja y demás para cubrir a un López Obrador siempre ansioso de halagos y lambisconerías, en el marco de ese ya tradicional ejercicio impúdico cuatrotero con reconocidos expertos en lamer verijas. Juar, Juar.
En fin, ojalá que con la salida de López Obrador de la presidencia signifique el fin de esa repelente política del efectismo, que la mayor parte de las veces resulta inocuo y no rebasa fines propagandísticos, para que desde el gobierno se mande un mensaje de realismo por más crudo que éste sea porque los mexicanos bien merecemos que desde las instancias del poder público se nos hable con la verdad y se dejen de vomitar mentiras desde las mañaneras.
Por lo demás, nos informan que avanza la formulación de ajustes a la Ley de Protección y Bienestar Animal con el fin de limarle aristas y mojar la pólvora a quienes alimentan dicha controversia luego de un proceso legislativo poco usual en estos tiempos donde está de moda el Parlamento Abierto, la consulta púbica, la socialización para que marcos jurídicos emitidos por la legislatura sean producto de escuchar a la sociedad y por ende de responsabilidad compartida.
Cierto que la actual legislatura pagó el noviciado al aprobar una ley de la cual poco sabían de sus alcances y que les fue heredada, pero están a tiempo para hacer los ajustes correspondientes sea en el mismo articulado o en leyes secundarias y su reglamento.
Pero desde nuestra perspectiva en el caso de las peleas de gallos no deberían de ceder y nos gusta la determinante posición del diputado David Figueroa al opinar al respecto, en tanto que en el caso de los jaripeos, rodeos, cabalgatas y carreras de caballos bien podrían flexibilizar medidas de control.
En el caso de las carreras de caballos y peleas de gallos, bien podrían entrarle a fondo en una propuesta de reformas que regule las apuestas, aspecto fundamental subyacente que deriva de cómo los gallos se matan a navajazos y que los caballos sean objeto de abusos y hasta dopaje.
En alguna ocasión en una pelea de gallos en feria de pueblo, fuimos testigos de la violencia y el casi uso de armas de fuego por una disputa por resultado de una pelea de gallos; conocimos un caso de larga condena de cárcel a quien se le ocurrió obligar a un mala paga a cubrir su compromiso y resultó demandado por los delitos de secuestro y amenazas y en fin, no la pelea de gallos en sí, si no las apuestas generan un ambiente gansteril a dichas fiestecitas e igual el caso de las carreras de caballos.
Por lo demás, este jueves se solicito de manera formal al Instituto Estatal Electoral de Sonora, el registro del Partido de la Revolución Democrática como partido estatal, al superar el 2 de junio pasado el porcentaje de votos que exige la ley para contender en elecciones locales, así como es el caso del Panalito, el Partido Sonorense y el PES.
La solicitud fue hecha ante el presidente del IEES, Nery Ruiz Arvizu por el presidente estatal perredista y la secretaria general, Joel Ramírez e Ileana Rodríguez, respectivamente, con la asistencia además de la diputada local, Gabriela Tapia, Isabel Padilla, secretaria de Alianzas del comité estatal, y el exdiputado local, federal y candidato a la gubernatura en la elección del 2015, Carlos Navarro López.