Conocimos y tratamos a César Cota Tórtola quien asumió la vocería de la tribu yaqui luego del autoexilio de Tomás Rojo Valencia y la detención de Mario Luna Romero, en aquel contexto de la animalesca represión del corrupto gobernador Guillermo Padrés en contra de luchadores contra la ilegal construcción del acueducto El Novillo.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces, destacando por su gran importancia, la mediatizada etapa de seis años por el tan alardeado Plan de Justicia para la Tribu Yaqui y presuntas millonarias inversiones del gobierno federal en comunidades y asentamientos en territorio de la etnia; dotación de tierras para el cultivo, construcción de una red de abasto de agua para consumo humano y agrícola, rescate de centros de salud y hasta la creación de una universidad y un hospital.
A Tomás lo mataron por escéptico, crítico y exigente, Mario ha puesto distancia frente a los riesgos de liderar la inconformidad de la tribu y Cota paga las consecuencias de quedarse e insistir, porque las tan publicitadas acciones no han acortado diferencias y mucho menos resuelta la ancestral dualidad de las tradicionales autoridades de los 8 pueblos, así como el escepticismo hacia todo lo yori tan arraigado en la superestructura ancestral de la etnia más representativa de Sonora y que se repotencia por la inequidad en el trato que por lo regular dan instancias de gobierno a grupos en disputa.
Reportan un ambiente muy tenso en las comunidades yaquis: a casi un año de la restitución de más de 45 mil hectáreas; de constituir un nuevo distrito de riego; de anunciar la conclusión de canales de conducción de agua, una potabilizadora, canales de concreto para llevar agua a 53 comunidades, rescate de centros comunitarios y de salud entre otras acciones con histórica inversión.
En el caso de la materia agrícola todo sigue igual; miles de hectáreas recuperadas siguen en las mismas manos; el nuevo distrito de riego es mera letra muerta; los canales o acueducto para la distribución de agua lucen vacíos y en avanzado deterioro e incluso aseguran subutilización de instalaciones educativas y de salud, cuyos recientes rescates fueron anulados por el deterioro al paso del tiempo.
En ese contexto y a la luz de tan magros resultados concretos, hubo reclamos en reunión de la Guardia Tradicional de Loma de Guamúchil, durante la cual, el gobernador Urbano Jusacamea maquinó junto al pueblo mayor, capitán y a sus integrantes, “levantar” a Cota Tórtola y a Jesús Moroyoqui Ramírez, abanderados del escepticismo tribal y de la crítica a la opacidad del apoyo gubernamental y frecuentemente exigentes de la rendición de cuentas y destitución de autoridades.
Los integrantes de la etnia sostenían una reunión en el recinto sagrado donde exigían cuentas a sus autoridades sobre reuniones recientes con funcionarios del gobierno federal y del estado, cuando irrumpieron sujetos fuertemente armados quienes a punta de golpes subieron a una camioneta a Cota y a Moroyoqui, todo frente al menos un centenar de testigos y la complacencia de Jusacamea.
Afortunadamente las cosas no pasaron de la fuerte golpiza y la prevista dolorosa convalecencia, dada la fuerte presión de liderazgos autónomos y la familia de los secuestrados, obligado así a los sicarios a su liberación, porque es del dominio público que los secuestradores al servicio del gobernador de Loma de Guamúchil son integrantes del crimen organizado.
El comando armado que irrumpió en las instalaciones de la Guardia Tradicional de la Loma de Guamúchil, iban vestidos con uniformes de la guardia nacional, con pasamontañas y con armas de alto poder. “Llegaron preguntando por mí. Venían en un vehículo blanco nuevo, con pasamontañas, y nunca los habíamos visto antes en la tribu. Nos dijeron que nos saliéramos del recinto oficial de la Guardia Tradicional y que nos calmáramos o nos mataban”, relató el vocero durante una rueda de prensa realizada el sábado por la tarde.
Extraño el silencio de instancias del gobierno ante tan ominosos hechos donde varios integrantes de la etnia fueron golpeados, un par secuestrados y maltratados de la forma más gacha, a pesar de la presencia de un cuartel de la Guardia Nacional y de las medidas cautelares que tiene asignadas Cota Tórtola como vocero indígena.
Las exigencias son básicas frente a los abusos perpetrados por la pandilla maiceada por Adelfo Regino Montes, ratificado como titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas: urge que autoridades estatales y federales aclaren los hechos, protejan a representantes de la etnia y garanticen condiciones mínimas de seguridad para la vida comunitaria y la defensa de sus derechos ancestrales.
En mejor onda, nada de un alarde en el vacío, sino de un logro histórico la distribución de uniformes gratuitos para alrededor de 440 mil estudiantes de educación básica en Sonora, antes de concluir el ciclo escolar en proceso y antes de iniciar el siguiente, resultado de un esfuerzo que debe tener muy satisfecho al gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Ese programa tuvo un inicio incierto por allá en 2010, cuando fue convertido en botín de las raterías de Padrés, cabeza de una pandilla integrada por un empresario corrupto y sus hermanos, para acumular un latrocino de al menos 13 millones de dólares a cambio de prendas deformes, de pésima calidad y que de ninguna manera representaban símbolos de identidad entre la comunidad estudiantil sonorense.
Durante la gestión claudillera se le dio rumbo, consistencia y honestidad a dicho apoyo, para iniciar de tumbo en tumbo la gestión de Durazo Montaño, quien de inmediato puso orden y comisionó para tal efecto a Rodrigo Flores Hurtado, quien amalgamado con la eficacia de Froylan Gámez como titular de la SEC, dar ese paso histórico de estar en condiciones de una entrega adelantada de esas prendas.
Fue en la escuela primaria “Profr. Manuel Mirazo Navarrete” en Hermosillo, donde el gobernador Durazo Montaño dio la voz de arranque del programa de distribución en centros instalados en Hermosillo, Cajeme, Navojoa, Nogales, Guaymas y San Luis Río Colorado, mediante una calendarización en base a la primera letra del apellido del estudiante.
En los 66 municipios restantes con baja densidad poblacional o localidades dispersas, la entrega se realizará de manera directa en los planteles escolares o a través de las supervisiones. La distribución correspondiente se llevará a cabo durante los meses de mayo y junio del presente año, conforme al calendario operativo establecido.
Por cierto, tenemos amigo muy atento al acontecer por rumbos de los ejecutivos en turno, quien en sus momentos nos comentó sobre la presencia de un gobernador en un centro de apuestas en Hermosillo; de las borracheras de otro en finca rural; de fractura de clavícula de uno más al caer de brioso corcel, y el abuso de otra del bronceado artificial.
Parco como siempre, en esta ocasión nos comentó sobre al aparente proceso gradual de despedida del gobernador Durazo con su acelerada conclusión de pendientes, sea la adelantada entrega de uniformes escolares, las obras de rescate en el Mercado Municipal y del centro histórico, así como de La Sauceda, entre otras en el resto de Sonora. “Como que está por irse como secretario de Gobernación”, auguró.
Mientras tanto, excelente el resultado de la negociación y tregua entre presuntos ambientalistas y el ayuntamiento de Hermosillo, por el artificioso conflicto por las obras de rescate en el camellón del bulevar Hidalgo, que por lo pronto saca a esa minoritaria monserga asalariada de las Fiestas del Pitic que arrancan esta semana.
Falta aún saber cual será la reacción de la llanerita solitita que cobra como regidora y que seguramente andará fúrica porque una vez más fue dejada colgada de la brocha, aunque queda la opción de que haga sus panchos en plenas fiestas, que si lo hace, le recomendaríamos que se ponga los pantalones al derecho, cual debe, para atender elemental cuestión estética.
Y lamentable la muerte de dos jóvenes estudiantes de la escuela naval que a bordo del velero escuela de la marina Cuauhtémoc, y junto a 225 compañeras y compañeros más, protagonizaron espectacular choque con el puente Brooklyn en Nueva York, cuando zarpaban para dirigirse a Helsinki, Finlandia.
Seguramente una falla mecánica catastrófica derivó en ese espectacular accidente frente a cientos de personas atraídas por la parafernalia tradicional de la tripulación del barco mexicano, desde donde horas antes se había denunciado rústica propaganda política en favor de la borriquita apellidada Batres aspirante a la presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
No dude usted que tales activismos hayan distraído a los mandos de ese emblemático velero mexicano y por eso el accidente, pero mientras se saben con precisión las causas de este nuevo ridículo mundial del régimen cuatrotero, nuestra solidaridad con las familias de la jovencita y el joven fallecidos, así como pronta recuperación para al menos 27 lesionados, 10 de ellos de gravedad.