Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
Infeliz la coincidencia: mientras el diputado del oficialismo, Oscar Ortiz Arvayo despotricaba contra el modelo multifamiliar del Plan Nacional de Vivienda para el Bienestar en Sonora, el gobernador Alfonso Durazo Montaño daba el banderazo de arranque de la construcción de mil 450 casas habitación para trabajadores afiliados al Infonavit en Hermosillo.
Ese lote de viviendas es parte del millón 200 mil que serán construidas en todo el país hasta el 2030, en tanto que en Sonora serán casi 34 mil en dicho período, 14 mil de las cuales se construirán en lo que resta de la gestión de Durazo Montaño y 4 mil serán construidas antes de diciembre de este año, sin que se haya informado del monto de la inversión federal para dicha infraestructura.
Oscar Ortiz A.
Dicho desarrollo se erigirá en el predio CADAM (Centro de Atención y Desarrollo del Adulto Mayor) de 9 hectáreas ubicado rumbo al Estadio Héctor Espino y aledaño a fraccionamientos de alto pedorraje y plusvalía, sin que se advierta cumpla las premisas planteadas por la presidente Claudia Sheinbaum, respecto a que estarán cerca, pegadito a las fuentes de trabajo y de servicios.
Ese desarrollo de vivienda está dirigido a familias en situación de alta marginación, comunidades indígenas y zonas rurales con mayores carencias sociales y con ingresos de uno a dos salarios mínimos, y desde dicha perspectiva percibimos que el diputado Ortiz Arvayo hablaba de otro tema al rechazar de forma categórica las favelas, así dijo, al cuestionar el hacinamiento que representará para 16 familias vivir en un módulo de 4 pisos en una casa habitación de 60 metros cuadrados, compartiendo una escalera y sin cajones de estacionamiento.
Cáustico y mordaz el diputado del Partido del Trabajo al rechazar de plano lo que no hace ni tanto aplaudía como foca, además de cuestionar que los fraccionamientos contemplados en el mencionado plan nacional de vivienda serán construidos de puro cemento o concreto armado, por empresas que desconocen las tradiciones de los sonorenses.
Pichoneras.
Contrario a la otrora actitud zalamera y dichos lambiscones hacia cualquier cosa que viniera del oficialismo, ahora el diputado cuatrotero se desbocó en conferencia de prensa, desconociéndose si detrás del “no al hacinamiento; no a las favelas de INFONAVIT”, hay alguna otra cosilla en negociación, porque como se sabe, en la CTM no se da paso sin huarache y el dirigente municipal de esa organización sabe bastante al respecto.
Pero se nos figura que el gobernador ya está curado de espantos y para efecto de lo más importante: en la paz y estabilidad laboral que distingue a su administración, no importan los protagonismos circunstanciales ni simulados aspavientos con los sombreros de dirigencias al estilo de Oscarito, por lo que seguramente los exabruptos mediáticos citados no pasarán de conato.
Lo concreto es que ya arrancó en Sonora el Programa Nacional de Vivienda del Bienestar y el gobernador lo hizo en todo lo alto acompañado de Fernando Rojo de la Vega, secretario de Bienestar; Irán Robles, delegado de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi); Jorge Borbón, delegado de Infonavit; Alfonso Montaño Durazo, delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); Mónica Palacio, delegada del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS), y los senadores Lorenia Valles Sampedro y Heriberto Aguilar.
Adolfo Salazar R.
Junto con pegado, el de Bavispe gestionó con éxito el que a ese programa de vivienda se incorporen sectores en condición de vulnerabilidad y en situación de víctimas, tal como se establece en el convenio firmado por representantes de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas del Estado de Sonora (CEEAV), entre otras.
Por supuesto somos conscientes de que una casa de 60 metros cuadrados resulta un espacio muy reducido hasta para una pareja amante del minimalismo, pero la verdad eso es lo que hay con un gobierno cuya cotidianidad es repartir minucias y ésta es una mas.
Mientras tanto, vale destacar el intenso proceso de diálogo y ejercicio informativo desplegado por el secretario de Gobierno, Adolfo Salazar Razo entre sectores inconformes por la construcción de la presa Puerta del Sol a pocos kilómetros aguas arriba de Ures en el Río Sonora, con el agregado de la meridianamente clara posición del gobernador respecto a que tal obra será en común acuerdo con los habitantes de comunidades aledañas. Por lo pronto, se trata de una presa de contención de avenidas y quizás para el largo plazo las otras dos, una en Sinoquipe también por el Río Sonora y la otra en Las Chivas, más arriba de San Miguel de Horcasitas en el paraje Las Chivas.
Habrá acuerdos.
Durazo Montaño aseguró que el gobierno estatal está comprometido a garantizar que las decisiones sobre estas presas sean tomadas en conjunto con las comunidades afectadas, por lo que señaló que la inconformidad de los habitantes de varios municipios del Río Sonora surge, en gran medida, por la falta de información sobre los beneficios del proyecto para la región.
Y en efecto, ante esa falta de información, Salazar Razo y su equipo andan en la tarea de subsanarlo con reuniones y diálogos constantes con líderes comunitarios y ciudadanos para aclarar todas las dudas relacionadas con las presas y su impacto en la zona, sin escatimar elementos técnicos del caso que demuestran que no existen los riesgos que inquietan a esas comunidades.
Paloma Terán.
“Estamos platicando con ellos. La verdad es que la inconformidad surge de la falta de información. En este momento estamos ya en contacto absolutamente con todos los grupos. Todo lo que hagamos lo vamos a hacer de común acuerdo con la comunidad. Es fundamental”, apuntó el mandatario estatal al comprometerse a que no se tomará ninguna decisión sin el respaldo de quienes habitan en las áreas cercanas a las obras, dado el compromiso de su gobierno con la participación ciudadana en la toma de decisiones, sobre todo en acciones de esa magnitud.
Y abona a serenar ánimos el que se haya decidido que el agua que contenga esa nueva presa, no será desfogada por un acueducto, sino que será rodada por el lecho del río Sonora hasta la presa El Molinito para efectos de la necesaria recarga de los acuíferos, que, si bien perderá volumen por evaporación, evitará el impacto que temen quienes rechazan la obra.
“No podemos ir contra la comunidad, pero sí es fundamental que la comunidad conozca toda la información relacionada con este programa de construcción de presas, que va a representar beneficios sociales muy importantes. Y lo más fundamental es que no vamos a quitarle el agua absolutamente a nadie. No aspiraríamos a quitarle el agua a unos para dársela a otros”, dijo al subrayar que el propósito es que todos tengamos acceso a ese vital líquido.
Sabemos que están caldeados los ánimos entre muchos habitantes de esas comunidades en el radio de afectación que suponen causará ese nuevo embalse y por eso la importancia del trabajo que realiza Salazar Razo y su equipo, así como las tareas indispensables de información y socialización del tema a cargo del equipo de Paloma Terán.
Paulina, Alejandra y el Mayor Casanova.
Como ven, al parecer se aprendió la lección de la imposición del acueducto el Novillo, llamado independencia y por eso, bien que se haya rectificado el rajatabla de meter maquinaria pesada a trabajar sin antes guardar las formas legales y sobre todo, entablar diálogo de entendimiento de quienes por supuesto tienen mucho que opinar sobre dicho tema.
Y nos da mucho gusto que se haya quedado a nivel de percepción, nuestra, el aparente repliegue de la Jefa de la Oficina del Ejecutivo Paulina Ocaña Encinas en su participación en redes sociales informando sobre obras de gobierno, luego de las rusticidades del PT y sus aceleres que derivaron en leídas de cartilla de parte de Durazo Montaño.
Pues no, porque además, su activismo institucional promoviendo el conocimiento ciudadano sobre obras de gobierno en proceso luce fuera de toda intención partidista-futurista y más bien obedece a instrucciones del meramente y por eso ya ven que anduvo en Nogales en un recorrido de supervisión de las obras del libramiento ferroviario desde Ímuris, así como de las del embovedado de la Avenida Tecnológico y como nos decía un amigo, los que deben replegarse son otros.
FacebookXEmailCompartir