Samuel Valenzuela

Un par de patanes se trataron de arañar en la más alta tribuna legislativa de México; poco daño se causaron entre ellos más allá de su de por si ya estropeada imagen ante la opinión pública, pero como se trata de entretenimiento, hasta casi amortajaron a un metiche pretenso guarura-camarógrafo del senado que se plantó y retó a uno de los payasos.

Ni a quien irle: Alejandro Moreno Cárdenas y Gerardo Fernández Noroña son de la misma alcantarilla; uno más aseado y el otro como si acabara salir de un chiquero; ambos autoritarios y circunstancialmente aliados y comprometidos con la 4T, además de conjuntar entre los dos a lo más rústico, deplorable y ruin de la clase política mexicana.

Montaje del metiche.

Son el reflejo de lo que con tanto ahínco se ha promovido desde Palacio Nacional desde hace más de seis años, el monólogo descalificador, el encono, debate rastrero, ausencia de diálogo entre contrarios y la violencia como instrumento para dirimir diferencias, complementado todo con los montajes, el engaño con el fin de justificar sus estupideces.

Hilarante el debate a manotazos entre los llamados Alito y Changoleón y más hilarante aún el ayudante personal del senador del PT al plantarse entre éste y el del PRI en obvia defensa de su amo, pero que de un empujón fue a dar al piso, desde donde se levantó girito, para más tarde aparecer como si hubiera sido atropellado por un camión materialista.

Posterior al patético espectáculo, en ambas esquinas se mantuvo el intercambio de “ideas”: el del PRI amenazó con un par de chingazos más, mientras que el del PT se tiró al piso y mostró la ya de por si deteriorada imagen personal, junto al sujeto casi amortajado con un gesto de agonía, para después ambos ser atendidos a domicilio por un agente del Ministerio Público en simplificado trámite para interponer la denuncia.

Residencia del proletario Noroña

De la presidente Claudia Sheinbaum no podía esperarse otra cosa más que atizarle al fuego en lugar demostrar tener visión de Estado y como llamar a la concordia, a la mesura y la civilidad si ella ha convertido a sus mañaneras en algo similar que la tribuna del Senado, solo que desde allí solo se ofende, pero sin intercambio de manotazos ni arañazos.

Pero los desfiguros de los mencionados e impresentables personajes, así como sus derivaciones, Para nada distraen al respetable de lo importante: los narcopolíticos refugiados en la 4T; La Barredora y Adán Augusto López; las consecuencias de la traición de Rubén Rocha Moya al Mayo Zambada, ni las confesiones de ese narco respecto a que pagó millonadas de dólares a mandos policiacos, mandos militares y a políticos para que lo dejaran chambear.

Tampoco distraen del desabasto de medicamentos; la escalada inflacionaria; las funestas consecuencias para la ganadería por la negligencia gubernamental en materia de sanidad e inocuidad animal; la fraudulenta elección judicial, entre un altero de incompetencias y machincuepas cuatroteras acumuladas en los últimos años.

Residencia de Alito.

Y por supuesto, las intemperancias conductuales del par de trogloditas para nada distraen de cómo el del PRI operó trapacerías con el fin de quedarse con esas siglas en acelerado proceso de defunción y tampoco como el del PT representa el sepulturero de la austeridad republicana y la pobreza franciscana tan predicada por el ahora residente de La Chingada.

Como olvidar o distraerse por gritos destemplados y manotadas feminoides de que quien aparece desaliñado, como que duerme en un depósito de basura y hediondo es propietario de una mansión de 12 millones de pesos y ahora se ha transformado en el desmentidor oficial de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre si no todo lo contrario.

Sí, quien hasta 2019 vivía en un modesto departamento ahí cerca del Zócalo, es el abanderado de esa multitud cuatrotera que llegó al poder con una mano adelante y la otra atrás y que ahora viajan por el mundo en clase bisnes, devoran viandas gourmet, pistean caros vinos y se mudaron a lujosas y amplias residencias en lugares idílicos o en lujosos departamentos chilangos.

Luisa María Alcalde.

De nada ha servido la muletilla presidencial de que el poder es humildad ni la recomendación de la dirigente de MORENA, Luisa María Alcalde de que disimulen sus riquezas para parecer austeros, o sea, fingir modestia, porque atrás y en el olvido quedó la exaltación a la pobreza y la condena a la riqueza y los privilegios y por supuesto quedar en nada aquello de que todo mundo debería vivir con lo elemental o sea con un cambio de ropa, un par de zapatos y un billete de 200 pesos en la bolsa.

La comalada de nuevos ricos la encabezan los hijos del expresidente a los que se suman otros de toda la administración en todos sus niveles y ahí están también los sujetos como el mentado Alito, quien se enriqueció de forma grosera como gobernador de Campeche y que incluso tiene una residencia mucho más costosa que su adversario mariquequis.

De hecho, eso es lo que pretendió remediar el antecesor de la señora Sheinbaum, pero la aviada pronto se acabó al acabarse aquellos dispuestos a reflejar en su vida personal las carencias que tiene la mayoría de la gente, ya que ahora los de MORENA y garrapatas aliadas, superan al priato y al panato en ostentación y aristócrata nivel de vida, sin que se sepa bien a bien el origen de tales riquezas que les permite moverse en camionetonas machuchonas, atascarse en caros restaurantes, lucir joyería fina, vacacionar en lugares exóticos, entre otras extravagancias de nuevos ricos.

Puente peatonal UNISON.

Esos acaudalados maruchan se han aliado a los de abolengo incrustados, redimidos y purificados en la 4T, para en conjunto decidir políticas públicas que dispersan pichicaterías para apoyar a la pobretada de este país y mientras viven en residencias, mansiones, en fincas campestres y de montaña con grandes espacios y superficies, recetan a la clase obrera y sectores marginados viviendas y pichoneras de 60 metros cuadrados a bajo costo.

Mientras tanto, extraña la polémica en torno al puente peatonal entre el campus de la Universidad de Sonora y lo que será el nuevo Hospital Universitario, obra diseñada y ejecutada para la salvaguarda de la comunidad universitaria frente al peligroso cruce de una de las avenidas más transitadas de la capital de Sonora.

Es tan absurda la propuesta de demoler esa infraestructura y colocar un semáforo que pareciera haber algún interés oculto, convenenciero y retorcido de los promoventes de tal estupidez, cuyos argumentos nos parecen insostenibles y carentes de credibilidad, porque en varias ocasiones hemos caminado por ahí y no se advierte nada que fundamente sus miedos o wevonadas.

Si a determinadas horas de la noche o en fin a cualquier hora hay presencia de personas en situación de calle o perfiles que intimidan a quienes eluden el peligroso cruce a nivel de calle, pues simplemente el Ayuntamiento de Hermosillo y la autoridad universitaria pueden ponerse de acuerdo para estructurar una estrategia de seguridad de dicho entorno, con vigilancia permanente física y virtual, botón de pánico, que en el caso de los wevones que les cansa el trayecto, pues que contraten a quienes los carguen en el lomo.

Durazo entrega vehículos.

En fin, ante lo absurda y estúpida propuesta de demoler esa infraestructura, no faltan quienes elucubran sobre intereses ocultos del proyecto de transformación a hospital universitario del antiguo Hospital General del Estado, aunque no vemos indicios al respecto.

Por cierto y a propósito de infraestructura de salud, ahora sí que resulta histórico e inédito el que el gobierno estatal haya entregado al sistema IMSS-Bienestar en Sonora 231 vehículos entre ambulancias, sedanes y camionetas con el fin de que los servicios de salud lleguen a cualquier parte del Estado y facilitar traslados.

Vistoso el ceremonial realizado en el amplio estacionamiento de las instalaciones de la Unión Ganadera Regional de Sonora y presidido por un satisfecho gobernador Alfonso Durazo y a donde se dieron cita las firmas fuertes del sector salud de la entidad encabezadas por Pepe Alomía.