El reto de Natalia

Arturo Soto Munguia 

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Como lo veníamos advirtiendo, esta semana comenzó a intensificarse el ambiente electoral al abrirse el periodo para el registro de candidatos y candidatas a las alcaldías y las diputaciones locales, ya que por tratarse de autoridades que inciden en los entornos más inmediatos de los ciudadanos, suelen despertar más interés.

 

No nos hizo quedar mal Natalia Rivera Grijalva al registrarse como candidata a la alcaldía de Hermosillo por Movimiento Ciudadano, en un ambiente festivo y bien acuerpada por la nomenclatura de su partido y no pocos simpatizantes entre los que destacaban las llamadas ‘Guerreras’, mujeres de barrios y colonias así como de las zonas rurales que es el territorio donde más ha picado piedra la hoy candidata desde hace muchos años.

 

Ojalá, dijo en una parte de sus respuestas a preguntas de la prensa, que los otros partidos sigan pensando que la lucha es entre dos, porque así no nos van a ver venir y les vamos a dar una sorpresa; les vamos a demostrar cómo se hace una campaña sin el uso excesivo de recursos públicos.

 

Y fue más allá al retar a sus contrincantes, Antonio Astiazarán, de la alianza PRI-PAN-PRD y María Dolores del Río, de Morena y sus aliados a acudir mañana a la sede del Sistema Estatal Anticorrupción para entregar las declaraciones patrimoniales que incluyan todos los años de participación en la vida pública, y autorizar que se publiquen. En su caso, llevaba en varias carpetas la documentación respectiva desde 1998, que es cuando comenzó a participar en política y gobierno.

 

Esto con el fin de alimentar la confianza ciudadana en sus futuros representantes, ya que a lo largo de los años esa confianza se ha ido perdiendo.

 

Aseguró también que ya tienen un ejército de simpatizantes y voluntarios para garantizar la cobertura total en la representación de su partido en las casillas electorales para cuidar la elección, en la que estarán en juego básicamente dos proyectos: el que representan quienes ya han gobernado y que se resume en un Hermosillo de grandes contrastes en todos los sentidos, y el que abanderará si llega a la alcaldía, que representa un desarrollo equilibrado para todos y todas.

Natalia rivera presentó a Arturo Quintal, quien la acompañará como candidato a síndico en su fórmula.

 

En el otro frente también se registró la candidata de Morena, María Dolores del Río en un evento al que no fue requerida la prensa y en el que estuvo acompañada también por militantes, simpatizantes y aspirantes a otros cargos de elección. La ex alcaldesa lleva en su fórmula al hasta ayer subsecretario de Gobierno, Martín Vélez de la Rocha.

 

Martín Vélez es un militante de la izquierda histórica en Sonora cuyos orígenes se remontan a los movimientos estudiantiles de los años 80 y que siempre se ha mantenido en esa línea, apoyando la causa del obradorismo, como antes lo hizo con el cardenismo. Parece una jugada inteligente para conciliar con esa parte del morenismo que pudiera tener alguna reticencia ante la candidatura de María Dolores del Río, que comenzó su participación en política desde el PAN, y luego tuvo algunos años de militancia en MC.

 

Ya solo falta que se registre Antonio Astiazarán Gutiérrez, el actual alcalde que busca su elección continua y que deberá hacerlo a más tardar pasado mañana, que es cuando se vence el plazo para ello.

 

El alcalde deberá mostrar el músculo que le da su actual posición y el respaldo social que sin duda deriva del buen trabajo que ha hecho al frente de la comuna hermosillense.

 

Poco a poco comienzan a oficializarse las candidaturas a los cargos locales, y las campañas arrancarán el próximo 20 de abril. Por lo pronto ya quedó registrado el cetemista Óscar Ortiz Arvayo como candidato al distrito IX en Hermosillo por parte de Morena y sus aliados; también en Guaymas se registró Sebastián Orduño, quien va por la reelección en el distrito XIII. En los próximos días conoceremos de más registros.

 

II

 

Poco antes de que cerraran el mercado municipal para remodelarlo, un asiduo cliente al café mañanero en el changarro del colega y amigo Mario Munguía Murillo, se quejaba de las peripecias que debían hacer los parroquianos debido a las obras a cuentagotas que se estaban haciendo, particularmente en los sanitarios, si es que así se le podía llamar a las desvencijadas instalaciones donde solían acudir a desahogar sus urgencias urinarias y/o intestinales y que durante varias semanas permanecieron cerrados.

 

Sobre todo los adultos mayores -que son legión en las tertulias mañaneras de ese histórico inmueble- tenían que trasladarse hasta algún comercio cercano, con el riesgo –me aseguraba- de que en el camino los traicionaran los esfínteres y la tragedia fuera ineludible. Entre veras y bromas, comentaba que algunos habían optado por llevar un pañal desechable, por aquello de no te entumas.

 

Y es que con el correr de los años el mercado municipal había venido siendo remozado así, a cuentagotas. Metiéndole un poquito aquí, un poquito allá, pero desestimando los naturales estragos estructurales del paso del tiempo, que llegaron a convertirlo en un edificio desvencijado y hasta peligroso.

 

“Francamente no se explica uno cómo es que todavía se mantenía de pie”, expresó el gobernador Alfonso Durazo ayer, durante un recorrido para supervisar el avance de las obras de remodelación integral que comenzaron hace un par de meses y que buscan dignificar ese edificio, que además es uno de los atractivos del centro histórico.

 

A través de una gestión ante el gobierno federal se obtuvieron recursos por 58 millones de pesos para iniciar la remodelación total del inmueble y los trabajos en general llevan un avance del 15%, aunque en algunos de ellos se avanza más rápidamente.

 

No se trata de una manita de gato o de pequeños ‘parches’ para taparle el ojo al macho, sino trabajos de reforzamiento estructural, restauración, sistema de cubiertas, pisos, instalaciones eléctricas y sanitarias, canceles de vidrio, sistema pluvial, entre otros.

 

En poco tiempo, los locatarios volverán a sus instalaciones y se encontrarán con un espacio claramente mejor al que albergó sus oficios durante tanto tiempo, pero sobre todo, los parroquianos podrán disfrutar de la remodelación integral, olvidando los avatares del pasado. El mercado municipal volverá a ser además, el marco para que los miles de visitantes que recibe puedan apreciar la belleza arquitectónica y la funcionalidad de sus instalaciones.

 

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