“Este día es muy especial y queremos invitarlos a ustedes a que en lugar de volver a las calles se queden a vivir con nosotros, o los que quieran regresar a sus lugares de origen también les apoyamos con el boleto de su camión”, afirmó Patricia Ruibal Zaragoza, presidenta de DIF Hermosillo, a las personas en situación de calle que acudieron a Casa Galilea.
Junto a su esposo y presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán y sus hijos María Paula y Antonio, Patty Ruibal dirigió un mensaje de bienvenida a las invitadas e invitados especiales de esa ocasión y les ofreció el apoyo solidario que necesitan para mejorar sus condiciones de vida.
“En Hermosillo los queremos mucho, y porque los queremos, queremos que sean mejores personas, queremos ofrecerles un lugar digno donde vivir”, expresó a los 70 visitantes que desde temprano estuvieron recibiendo diversos servicios asistenciales y obsequios gestionados por DIF Municipal, el patronato juvenil de la institución, dependencias del Ayuntamiento y ciudadanía.
El presidente municipal Antonio Astiazarán Gutiérrez se sumó a la festividad junto con Madeleine Bonnafoux, directora de DIF Hermosillo y el equipo de trabajo que encabeza Claudia Villa, directora del centro asistencial para personas sin hogar.
“Para nosotros, todas y todos ustedes son nuestros hermanos, y porque son nuestros hermanos estamos hoy aquí para celebrar el aniversario de Casa Galilea, y por supuesto para apapacharlos, para desearles una muy feliz Navidad y para decirles que no están solos, que siempre contarán con nosotros y nuestro cariño”, afirmó.
Desde temprana hora, las instalaciones de Casa Galilea se llenaron de ambiente navideño y apoyos solidarios que incluyeron servicios de ducha con agua caliente, desayuno, distribución de mudas de ropa limpia y en buenas condiciones, cortes de cabello y entrega de obsequios gestionados por el Voluntariado Juvenil de DIF Municipal.
Las y los servidores públicos municipales, residentes del lugar, e invitadas e invitados externos participaron en un servicio religioso en el que beneficiarios de los programas de esta institución presentaron un testimonio simbólico de fraternidad y calidez humana.
Ofrecieron un par de zapatos como símbolo de los caminos recorridos, un balde y trapos que representan sus trabajos para la subsistencia en las calles y una cobija que cumple la función de abrazo, abrigo y resguardo sustituto de un hogar.
La totalidad de asistentes disfrutaron de un ambiente festivo precedido por la tradicional petición de posada, baile y una comida preparada especialmente para agasajar a residentes y visitantes.
Actualmente residen en Casa Galilea 28 personas en situación de calle, 26 hombres y 2 mujeres. Producto de las diferentes estrategias con que se les procura una reincorporación a su comunidad en condiciones dignas, 13 residentes ya lograron colocarse en empleos formales, 8 como guardias de seguridad y 5 en trabajos generales.