Por esta causa 180 mil hectáreas de trigo y maíz están sin sembrar en el Valle del Yaqui y 54 mil hectáreas en el Valle del Río Mayo.
Ernesto Méndez y Daniel Sánchez Dórame
Nunca como ahora fue tan difícil vivir, arar y producir en el desierto y como muestra, la Presa Abelardo L. Rodríguez, que luce prácticamente vacía. A lo lejos, un pequeño espejo de agua rompe con el dominante paisaje árido. Costras de tierra, donde debería haber agua y vida.
Rosa Delgadillo, vecina de la colonia Villas del Palmar, recuerda con nostalgia aquellos años, cuando no sufría por la falta de agua para sus actividades básicas.
“Antes contábamos con la Presa Abelardo L. Rodríguez, y ahora ya está seca; había mucha agua, era muy suave, porque no batallábamos”, relató.
En la actualidad, hay un sistema de tandeo del agua para consumo humano al norte de Hermosillo, con el suministro a las viviendas de unas cuantas horas.
Nacho Peinado, dirigente de la Unión de Usuarios de Sonora, comentó que la crisis por el agua en la capital del estado, que data de hace más de 30 años, tocó fondo en este verano.
“La ausencia del recurso del agua ha sido muy fuerte, los usuarios tienen agua durante sólo tres o cuatro horas, el suministro se va como a las 4 o 5 de la tarde”, comentó.
El líder social, que encabeza la lucha por la carencia del recurso, aseguró que esta situación se presenta en toda la geografía sonorense, donde el agua ya provoca serios conflictos en las comunidades.
“Es evidente que hay una escasez del agua, en al menos el 80 por ciento de los municipios del estado”, puntualizó.
Un claro ejemplo es el municipio de Nácori Chico, en la sierra alta de Sonora, que en noviembre tuvo que clamar por agua potable y lanzar un S.O.S, para que los habitantes de Hermosillo hicieran una colecta de garrafones.
Menos lluvias y más calorEn general, las lluvias en México, ya no son suficientes; el cambio climático, las sequías prolongadas y el poderoso fenómeno de “El Niño”, que concluyó a mediados de 2024, tienen hoy al país con casi la mitad del territorio afectado, a menos de un mes de que concluyó la temporada de lluvias.
Un estudio de la Universidad de Sonora (Unison), establece que en los últimos 56 años, de 1968 a la fecha, las precipitaciones pluviales cayeron a casi la mitad en el estado, apenas arribita de los 200 milímetros anuales, lo que provoca una crisis de agua sin precedentes.
José Minjarez, jefe del Departamento de Geología de la Unison, destacó que anteriormente los huracanes que pegaban por Bahía de Kino, Guaymas, Huatabampo o Puerto Peñasco, con un intervalo de entre dos y cuatro años, ayudaban a paliar la sequía.
“Vemos en la gráfica, que históricamente, los últimos cuatros años fueron los de menor presencia de lluvias, principalmente 2021, 2023 y 2024”, precisó.
El profesor-investigador de la Unison, explicó que además de que se vive la peor sequía de la historia en Sonora, cada vez hay más días con temperaturas extremas por arriba de los 40 grados centígrados.
“El período de calor extremo aumentó dentro del estado, esa es una tendencia que se observa, y también, de acuerdo a estudios, el régimen de lluvias cambió, antes las precipitaciones se presentaban en la sierra, y poco en las costas, pero ahora es al revés”, detalló.
Monitor de SequíaEn el último mes de 2024, 69 de los 72 municipios de Sonora padecen de sequía de moderada a excepcional, que equivale al 95.8 por ciento de su territorio con afectaciones por la falta de lluvias y escurrimientos.
De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las nueve presas para uso agrícola de Sonora, cuentan con apenas 17.7 por ciento de llenado.
El impacto económico por la falta de agua será descomunal al sur del estado, en Cajeme, Guaymas, Bácum y San Ignacio Río Muerto, donde las pérdidas se estiman en 15 mil millones de pesos.
Humberto Borbón, director general del Distrito de Riego del Río Yaqui, reveló que por la sequía, en este ciclo agrícola se dejaron de sembrar 150 mil hectáreas de trigo y 30 mil hectáreas de maíz.
“Ahorita estamos hablando de 180 mil hectáreas aquí en el Valle del Yaqui, que no se están sembrando actualmente; es una situación bastante complicada, bastante delicada, principalmente porque todo el engranaje económico está muy ligado a la cuestión rural, y esto dará un golpe muy fuerte a toda la economía del sur del estado de Sonora”, lamentó.
El ingeniero Borbón, señaló que los estragos por la falta de lluvias, también se harán sentir en el Valle del Río Mayo, en Quiriego, Navojoa, Álamos y Huatabampo, donde no se cultivaron alrededor de 54 mil hectáreas de trigo.
“Hay una pérdida de más de cuatro millones y medio de jornales, que no se van a dar, por esta situación”, advirtió.
Morir de sedLas nulas precipitaciones ocasionaron además el desplome del 40 por ciento del hato ganadero en Sonora, que ocupa el segundo lugar a nivel nacional en exportaciones a Estados Unidos con 408 mil cabezas.
Juan Carlos Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), resaltó que los productores prefieren vender sus becerros, antes de verlos morir de sed.
“Nosotros veníamos con un hato ganadero de un millón 200 mil vientres, en el mejor momento, hace cuatro o cinco años, y hoy estimamos con un de 750 a 700 mil vientres”, indicó.
El líder ganadero subrayó que para apoyar a los productores se realizan subastas en Obregón y Hermosillo, con el fin de que puedan colocar sus becerros.
Agregó que esta situación impacta a 30 mil integrantes de la UGRS, en todo el estado, donde el 85 por ciento son pequeños ganaderos con menos de 50 cabezas.
Dijo que en el futuro se requerirá de apoyos del gobierno, primero para repoblar el hato, y segundo, para hacer un reconversión de los ranchos, para que sean más sustentables, con cosecha de agua, pastoreo regenerativo y cuidado de la biodiversidad.
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