Con las consignas "Ni una más" y "Vivas se las llevaron, vivas las queremos", cientos de mujeres marcharon este 8 de marzo por las calles de Hermosillo, alzando la voz en memoria de las víctimas de violencia de género y en demanda de justicia para las personas desaparecidas.
Integrantes de diversos movimientos feministas, como cada año, salieron a exigir respuestas a las autoridades pero, esta vez, la movilización incluyó también a padres de víctimas, hombres solidarios con la causa, así como grupos de etnias, niñas y niños acompañados de sus familias.
La marcha inició en las escalinatas del Museo de la Universidad de Sonora (Unison) y concluyó en el Congreso del Estado, donde las participantes se reunieron para compartir música y testimonios que recordaron la importancia de continuar con la lucha.
Los discursos hicieron hincapié en los trámites y procesos pendientes, subrayando que aún hay un largo camino por recorrer para garantizar la seguridad y los derechos de todas.
Este 8M en Hermosillo fue un recordatorio de que la lucha sigue viva y que la búsqueda de justicia es un esfuerzo colectivo que no se detendrá hasta que la violencia contra las mujeres sea erradicada.
Durante la marcha del 8M en Hermosillo, agentes femeninas de la Policía Estatal de Seguridad Pública de Sonora resguardaron el edificio del Poder Judicial, luego de que algunas manifestantes se plantaran frente al inmueble para protestar y lanzar consignas. La situación escaló con pintas en las paredes, la quema de pancartas y el lanzamiento de objetos contra la fachada del recinto judicial.
Ante esto, un contingente de la Policía Estatal, conformado por mujeres, formó una valla de seguridad, mientras otros agentes apoyaban en la extinción del fuego que alcanzó las cornisas de algunas ventanas del lugar.

En algunos momentos, las manifestantes expresaron su enojo contra las agentes que protegían el edificio e intentaron encender más cartulinas o destruir macetas en el exterior. Sin embargo, la protesta no pasó a mayores. Finalmente, luego de un par de horas, los contingentes comenzaron a retirarse y la explanada quedó vacía.