Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
Hace alrededor de cuatro años hicimos un recorrido por Territorio Yaqui. De entrada por salida estuvimos en Las Guásimas; regresamos a la 4 carriles para más adelante ir a Pitahaya; seguirle hasta Huiribis, Rahum y Potam; repostamos en Vicam y luego bajar a Torim, para concluir en Loma de Bácum y Loma de Guamúchil.
Lo hicimos sin apuro, con desenfado y con certidumbre por la compañía de amigo integrante de la etnia, en un contexto de placidez contemplativa, positivismo y solidaridad, frente a estampas de bucólicos paisajes, que, de la aridez al principio, a parcela tras parcela de trigo en crecimiento y otros cultivos por un lado y lomas y cerros por el otro, prevaleciendo la chulada de canales repletos de agua que hacen producir a 17 mil hectáreas al año.
Inauguración al estilo 4T.
Interminable la red de canales para regar esas tierras con agua de la presa el Oviáchic y ahí a la orilla de esas superficies, núcleos de población desde pequeños hasta evidentes centros urbanos importantes, que según el censo del 2020 son habitados por 30 mil personas, la gran mayoría por debajo de la franja de la pobreza.
Cuando en el marco del Plan de Justicia Yaqui emprendido por el gobierno federal, nos llamó la atención que se incluyera la construcción de un acueducto, instalación de potabilizadora y una red de distribución para dotar de agua a medio centenar de comunidades.
Supusimos que sería más práctico aprovechar canales ya en operación e incluso el acueducto que lleva 380 litros por segundo a Guaymas y Empalme en lugar de partir de cero para cumplir tan noble objetivo, pero en fin las obras arrancaron y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador vino este domingo pasado para encabezar acto de inauguración.
Vamos a reconocer que, durante nuestro periplo de hace tiempo por esos lares, la falta de agua para beber no nos llamó la atención y más bien a agua pasada, en todo caso la más evidente carencia debió ser la red de drenaje por la proliferación de fosas sépticas en pésimo estado y en muchos casos la precaria condición de viviendas, aunque no todas.
Miren, todo lo que haga el gobierno para atender a esa etnia será poco para sus necesidades y el que se derive el 0.5 por ciento de las aportaciones del sistema de presas del Río Yaqui, no debe ser ni siquiera objeto de referencias, sin importar la brutal sequía que afecta a la entidad y por eso el evento presidencial del domingo cobra importancia histórica a pesar de los asegunes mencionados.
Aarón Mastache M.
De ninguna manera queremos ser aguafiestas ni desmentir a nadie, primero en el caso de respecto a que los más de 30 mil yaquis carecían de agua para uso doméstico, porque hemos estado muchas veces por esos rumbos y de las llaves sale agua clara, a lo mejor no potabilizada ni clorada, pero sale, aunque hay pequeñas comunidades, campos y rancherías, por decirles de alguna manera que no cuentan con ese beneficio y se abastecen de los canales y pozos artesanales.
Y no, no es a partir del domingo cuando esos más de 30 mil integrantes de la etnia disponen de agua potable todos los días, ya que primero qué nada el acueducto de concreto concluido apenas inició su fase de pruebas, de limpieza y verificar que no tenga fugas, al igual que la potabilizadora en donde se deben de determinar los niveles de cloración.
De acuerdo con el encargado de esas obras, Aarón Mastache Mondragón, actualmente solo están funcionando 22 de los 53 sistemas comunitarios que conducen el agua desde el acueducto a las comunidades, lo cual nos deja patidifusos porque como van a estar funcionando esos 22 módulos si el acueducto aún no les lleva agua y la potabilizadora aún está en fase de prueba.
Queremos entender que se refirió a comunidades como Vicam, Potam, Loma de Bácum, Loma de Guamúchil y otras aledañas que desde hace muchos años cuentan con su red de agua operando y hasta con tinacos elevados, pero que como sea, será hasta el 31 de marzo próximo para que lo inaugurado el domingo esté concluido, esto es, alrededor de 166 kilómetros del canal troncal y 75 kilómetros de red para entregar agua a los habitantes de 53 comunidades de los ocho pueblos yaquis.
Ellioth Romero.
Al respeto, nos comentaban que de acuerdo con las distancias y desparramo de comunidades, la red de tuberías no será a pie de casa, sino que se tratará de descargas colectivas en su arranque, con la posibilidad de la conexión de mangueras domiciliarias en función de la voluntad de particulares.
Obvio que por necesidades político-electorales se tiende a exagerar, a magnificar lo bueno conseguido y minimizar e incluso esconder los fracasos, por eso entendemos la grandilocuencia discursiva frente al presidente que obviamente ignora esos detalles y que de forma notoria pajareó cuando se hizo público que de nueva cuenta inauguraría una obra inconclusa, tal cual ya es su costumbre.
En fin, ya veremos si en el cercano futuro nos damos otra vuelta por comunidades yaquis con el ánimo de contrastar lo que percibimos hace años, con comunidades en precarias condiciones junto a florecientes campos de cultivo y canales repletos de agua para regarlos, lo que nuestro compa por lo regular hizo acotaciones lapidarias: “la tierra y el agua son nuestros, solo que la mayoría la renta”.
Queda pendiente el alegato respecto las causas de ese tradicional rentismo, que a ojo de buen cubero obedece a la ausencia de financiamiento, no ser sujetos de crédito, en combinación con ese sincretismo que según algunos, los mantiene alejados de instrumentos de labranza, sean mecánicos o manuales.
Tanto que se para el cuello el rector –juar, juar—de la Universidad de Seguridad Pública de Sonora, Ellioth Romero, para que sus egresados de licenciaturas de ocho meses no dispongan de conocimientos básicos sobre protocolos para sin violencia mover de la vía pública a una mujer.
Gustavo Salas Chávez.
Patético papelito de policías estatales cuando exconcesionaria del transporte urbano en Hermosillo pretendió ser atropellada por vehículos como protesta a que el gobierno le suspendió la beca de 15 mil pesos mensuales y para colmo, la exigencia de un incremento por motivos inflacionarios, sin aceptar se les restituyan sus concesiones para trabajarlas como establece la ley.
“Anda madre, te vas a lastimar”, le dicen a la señora quien fuera arrastrada para sacarla del paso de una unidad policiaca, en un contexto incomprensible por tratarse de presuntos profesionales en esos menesteres y una demostración de que la ruidosa protesta frente al Palacio de Gobierno tiende a radicalizarse.
Inquietante el que hace unos días agentes de la AMIC prácticamente fueron expulsados de nuestro vecindario por el uso de escandalosa pirotecnia y disparos al aire en el curso de una borrachera en propiedad prestada. Solo supimos que la Unidad de Asuntos Internos abrió una investigación y hasta se dieron una vuelta por acá para revisar el lugar de los hechos.
Luego está ese agente estatal que en reunión familiar se le ocurrió disparar con su arma larga y lo peor, la detención de tres agentes ministeriales a quienes se les indaga por suplantación de detenido, o sea, en el trámite de la consignación, pusieron a un charalito en lugar del tiburón detenido inicialmente, algo así como el cuarto pasajero que se le peló a la policía municipal de Hermosillo durante los tiempos de María Dolores del Río como alcaldesa.
Omar del Valle C.
Al menos en esta ocasión habrá consecuencias porque la misma Fiscalía General de Justicia envió comunicado oficial informando al respecto, que en el caso del 4 pasajero mentado jamás se supo nada hasta saberse que había sido asesinado en Tijuana, mientras sus benefactores en la Comandancia centro disfrutaron de impunidad y se gastaron el pago recibido por ese favorcito.
En fin, independientemente a la formación que ofrece la universidad a cargo de don Elliot, todo indica que con el fiscal Gustavo Salas Chávez no se juega, es de pocas pulgas y por lo regular es implacable ante actos irregulares de sus muchachitos y de la misma forma debería actuar con los suyos el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad, Víctor Hugo Enríquez.
Mientras tanto, podrían estar equivocados quienes consideran que Omar del Valle Colosio ya no tiene más opciones luego de haber sido objeto de indigno peregrinaje partidista durante los días pasados y quedarse en un aparente limbo, a pesar de haber sido perfilado para cosas mayores en la política.
No creemos que el gobernador Alfonso Durazo vaya a desaprovechar las capacidades y habilidades de este joven valor de la política sonorense, sin que tengamos idea de porqué no se concretaron los pronósticos de que iría a la dirección general del ISSSTESON luego de las reversas que lo sacaron de la candidatura a diputado federal, al senado de la república, de ser propuesta del Verde y del PT para después absolutamente nada.
Mientras tanto, nunca creímos considerar la similitud de las personalidades de Célida López, de Enrique Clausen y del Bobo Zatarain, pero todo indica que responden a un mismo interés: ser sicarios del oficialismo, mediante la amenaza, la descalificación y la estupidez discursiva, aunque por lo pronto lo único que han logrado es la hilaridad del respetable y el último de los mentados un huesito qué roer a lo largo de este sexenio.
Por cierto, increíble la frivolidad de la doñita esa que quiere ser diputada federal y que desde el PT se dice de izquierda, en un spot que más bien parece publicidad de una gasolinera.