En el nombre de la democracia se han cometido muchas barbaridades, pero para eso, en México nos pintamos solos y en este mundo al revés, democracia significa concentrar, centralizar y otorgar facultades plenipotenciarias a una sola persona y despojar de facultades a todo aquello que representa el sustento, la esencia de la república y el equilibrio en el ejercicio del poder .
También es democracia promover una reforma para acelerar el trámite de minutas sobre reformas constitucionales que requieren validación de congresos locales y así estar en condiciones de competir para saber qué legislatura estatal es más servil, arrastrada y abyecta en función de la rapidez con que acaten la ordenanza de la emperatriz allá en el trono presidencial.
Incomprensible el alto número de seguidores y apoyadores de MORENA y a tantas decisiones que están llevando a México al abismo, a la degradación política y a la supresión de la democracia, en el marco de un proceso que en otros países han ocasionado desastres sociales y un modelo generador de violencia y ruina económica para sus habitantes.
Muchas horas de cavilación en estos últimos días nos dejaron ese agrio sabor de la resignación ante lo inevitable, de la renuncia a seguir tratando de aportar algo a la construcción de un mejor entorno, de un mejor estado y un mejor país, de tratar de ser factor de cambio en ese acumulado de aportaciones de quienes desde distintas trincheras se esfuerzan por generar mejores condiciones para vivir.
Resulta de plano imposible ante la masiva embestida de la maldad, de la vil engañifa perpetrada por quienes portan disfraces de demócratas y que hasta se hacen pasar como de izquierda y no son más que una bola de marranos chapoteando en su trochil mientras una idiotizada mayoría ciudadana festeja su porqueriza a cambio de pichicaterías en efectivo, distracción ideal mientras le ajustan los grilletes.
Allá en el rancho donde se abreva de los recuerdos, del rico anecdotario familiar y se refuerzan lazos, se da uno tiempo para la recreación de lo inédito, de lo olvidado o postergado, como leer por ejemplo ese libro al que ya antes se le había dado un entre, cavilar sobre el sentido del trabajo diario y propósitos del mismo más allá de la subsistencia, mientras se camina entre piedras bajo gigantescos pinos, sabinos, encinos o reposando en el lecho de un arroyo seco o sobre una gran roca y divisadero del pinar.
En este viaje pretenso a ser una tradición anual de nuestra familia o buena parte de ésta, hubo un cambio sustancial gracias a la tecnología satelital, que por una módica cantidad de dinero se mantiene comunicación con el mundo, pero a pesar de ello, nos negamos a plantarnos frente a una computadora para mediante nuestros Entretelones, construir ideales de transformación distintos a la destrucción en proceso que perpetra la nueva y poderosa mafia del poder.
Pero vamos por partes y comenzar por el principio, y el principio es la evidente ausencia de maquinaria requerida para enderezar curvas, construir carriles de rebase y ampliar la carretera a Chihuahua, infraestructura de comunicaciones prácticamente en el abandono, a pesar de tantas expectativas generadas y la fantástica apuesta de abrir en Guaymas la puerta a los mercados del Pacífico.
Hemos transitado por esa carretera innumerables veces y nunca la habíamos visto en tan mal estado prácticamente a partir de la cementera rumbo a la Colorada y más allá de Yécora; con baches convertidos en grandes hoyancos, y sí, la única novedad modernizadora para comunicar a Chihuahua con el puerto de Guaymas es el entronque a San Marcial, poco antes de llegar a Tecoripa y de ahí en adelante nada de nada y tampoco desde San Nicolás rumbo a Chihuahua.
Baches, grandes piedras sobre la carpeta de rodamiento, autos incendiados a la vera y uno de ellos sobre uno de los carriles; total ausencia de vigilancia y así a lo largo de una carretera por donde nadie transita en cuanto se pone el sol, sin que tengamos la menor idea de cómo pretenden que sea la puerta para el intercambio comercial y turístico entre ambos estados y países de Asia, dada la evidente percepción de inseguridad y pésimo estado de la ruta.
Sabe quién esté a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes en Sonora, pero quien sea, debería darse por enterado que, en el pasado, durante y luego de la temporada de lluvias, prácticamente era permanente la presencia de brigadas que gracias al programa de Empleo Temporal removían deslaves de piedras sobre la carpeta de rodamiento e incluso apoyaban en tareas de bacheo, generando ingresos para habitantes de comunidades aledañas, además, personal de la Federal de Caminos colocaba señales de advertencia. Ahora ni lo uno ni lo otro.
Y qué decir sobre aquel ambicioso programa para rehabilitar brechas y caminos por donde transitan productores pecuarios, cuando no se tiene acceso a maquinaria para dichas tareas o solo operan en propiedades de potentados, y además, las inquietantes historias sobre los reacomodos del poder regional, acuerdos de éste con el Estado y demás, en donde el Ayuntamiento es una simple pieza menor y la Guardia Nacional guarecida en moderno cuartel, es la garante de su cumplimiento.
Aunque un poco con el deste en la mano, fuimos y regresamos con bien; disfrutamos al 100 esos seis días de estrecha comunión familiar, con la siempre presente remembranza de Don David y Doña Lolita, cuyas ausencias físicas fueron suplidas por su indeleble presencia para donde uno mire, además de tanto recuerdo y anécdotas al calor de rolitas viejitas pero bonitas, rica comida y mucho para tomar.
Pues ya de regreso a estas lacerantes realidades impuestas por esa renovada casta de cochis en el poder y quienes tradujeron el voto de junio pasado como patente de corso para hacer lo que les venga en gana, nos ponemos al día de sus avances en la destrucción de las bases del estado republicano al imponer la supremacía “constitucional” y en contubernio del poder legislativo y el poder ejecutivo federal producir un poder judicial a su contentillo, dejando a estados, municipios, organismos autónomos y ciudadanos en la indefensión.
Con esa supremacía tienen garantía de impunidad para perpetrar cualquier aberración en contra de quien les dé la gana porque aseguran que ese fue el mandato popular en las urnas y en pleno disfrute de su mayoritaria soberanía se aprestan a integrar a un Poder Judicial con incondicionales dispuestos a validar cualquier abuso de poder y decisiones en contra de México y los mexicanos.
En el Congreso del Estado, digna y honorable la posición y sobre todo, contundentes las reflexiones con las que Gabriela Félix, Gabriela Tapia, Iris Sánchez, Emeterio Ochoa, Juan Pablo Arenivar y Manuel Scott fundamentaron su voto en contra del retorcido e ilegal trámite parlamentario y a la minuta que despoja a legislaturas locales, estados, municipios y organismos autónomos de la facultad de interponer recursos en contra de cualquier reforma constitucional o para defenderse de decisiones abusivas en su contra, que como bien dijo el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, se dieron un balazo en las patas quienes aprobaron esa aberración.
Lo único bueno de esa marranada, es que esa reforma supremacista es un reconocimiento tácito e implícito de que la malparida reforma judicial sí puede ser objeto de controversia y anulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación antes de desaparecer como tal y aunque fue aprobada, no tiene efectos retroactivos, en un contexto que, por la premura, dejó vacíos por todos lados, que ahora pretenden llenar con rusticidades propias de trogloditas.
Vean cómo fue integrada la comisión que definirá los perfilas de quienes aspiren a ser votados para ser jueces, magistrados y ministros, que como muestra, sobra y basta Ana Patricia Briseño, señora que desde sus tiempos de panista ha sido vulgar marioneta, sirvienta y cómplice de su impulsor y expanista ahora sicario de MORENA, Sergio Gutiérrez Luna, su compadre que también la hizo diputada suplente de su pareja Diana Karina Barreras, otra ex panista ahora del PT y a pesar de ello fue impuesta como vocal del ISTAI y ahora encumbrada a esa comisión de “notables”
Esas marranadas y peores pueden hacer en función de ocurrencias encaminadas a aplastar los cascajos que quedan del sistema republicano, federado, de una robusta división de poderes y la construcción de un entramado de organismos autónomos ciudadanizados que nos habíamos dado, para que solo queden los que han cooptado y puesto a sus servicio, como es el caso del INE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para aplastar así todo lo que fue construido por la presión de fuerzas progresistas y de izquierda durante 35 años.
Sí, MORENA perpetra la mayor traición de la historia contra la izquierda mexicana, esa suplantada por burócratas, por corruptos, por tribunos de mierda y por representantes de la más rancia ultraderecha cuyos antecedentes en el PRI o en el PAN les dieron las herramientas para el engaño y las capacidades para hacer trabajo sucio de excelencia y corromper a personajes como la titular del INE, Guadalupe Taddei, quien por cierto, ya recurrió al ratero Gutiérrez Luna para que se concrete la eliminación de decisiones colegiadas en el INE, frente a la rebelión de la mayoría de los consejeros que pretenden aguarle sus aspiraciones absolutistas en la conducción de dicho organismo.
Por eso y más, asombra que MORENA tenga tantos seguidores sobre esa ruta que de forma irremediable lleva a México al abismo oscurantista y autoritario.
Como decíamos al comentar nuestra plácida estancia en el Sonora Profundo, allá donde da vuelta el viento como dice el gobernador Alfonso Durazo Montaño, nos hemos dado tiempo para la reflexión sobre los motivos del activismo de nuestra combativa juventud, y luego el ejercicio periodístico desde hace 41 años; de lo que creímos haber aportado en la construcción de este México que ahora es demolido desde sus cimientos.
Valió la pena, pero el futuro luce frustrante y más bien se parece al pasado; a un volver a empezar aquello iniciado a fines de los años 60 e intensificado en los 70, cuando el sistema político mexicano estaba firmemente sujeto por la hegemonía de un partido rodeado de paleros y una oposición formal simplemente testimonial, contexto que obligó a la autogestión ciudadana, a la organización social independiente e incluso clandestina, para años después, a punta de patadas abrir las puertas a la pluralidad y al derecho a la participación política.
Ya no tenemos la edad ni la fuerza para volver a empezar, pero como no sabemos hacer otra cosa, nos mantendremos en un ejercicio ahora si ya despojado de idealismos sobre el alocado propósito de ser parte de algo mayor en beneficio de los demás frente a un muro regresivo muy sólido e imbatible, como aquel que construyera el PRI-gobierno.
Por lo pronto ya estamos de regreso y para la otra, ahora sí nos llevaremos la computadora para aprovechar la conectividad de la tecnología satelital para entretelonear a diario, que en esta ocasión no confiábamos de lo ofertado por la marca Starlink y por eso los días de receso de nuestro espacio editorial, pero para la otra ya sabemos que podemos montar oficina alterna allá en Sayula.