+ San Carlos, crecimiento como visualizó don Rafael T. Caballero; mucha obra, grandes proyectos; el hospital, un gran salto; ejemplar alianza de empresarios; Melissa, solidaridad navideña; Omar Núñez y la Policía, a cuidar escuelas; los padres, a cuidar a sus hijos
Agustín Rodríguez L.
SAN CARLOS, Son. – Estar en San Carlos nos lleva a otro mundo.
Nos confirma el por qué difundió esa expresión el famoso cantante mexicano Pepe Aguilar, quien llegó en su avión a este destino invitado a un evento social, y no se aguantó las ganas de presumir el sitio.
Hizo un comparativo para exponerlo: “Mikonos… Santorini… No, señor. San Carlos, Sonora, México. Vean que paraíso maravilloso; maravilloso nuestro México”. Cuánta razón tiene. La imagen que tenía ante sus ojos inspira la misma sensación a todo visitante.
Es un “primer mundo”, donde el visitante de élite encuentra lo que busca, como lo encuentra el turismo popular en sus vacaciones, con bienes y servicios mil al alcance.
El pueblo fundado hace 7 décadas por don Rafael T. Caballero, se desarrolló ejemplarmente en los años 70, al popularizarse entre turistas del suroeste de Estados Unidos, que llenaron la escasa hotelería y comenzaron a construir residencias de invierno.
No había sin embargo hasta terminar el siglo pasado, la dinámica actual en el área Los Algodones, una de las mejores playas del Pacífico y su principal atractivo para asentarse y disfrutar de una naturaleza pródiga, como esa “Vista más espectacular del mundo” frente al mirador turístico, complementada por su zona hotelera y residencial de muy buen nivel, que impresionó al señor Aguilar.
Y sigue creciendo, como crece el centro de San Carlos y en el acceso cuyo fondo es el emblemático cerro Tetas de Cabra. La dinámica la vio venir don Rafael hace décadas. Como lo expresó con nostalgia Luis Rodolfo, hijo del visionario desarrollador: “esto es lo que quería ver mi papá”, al ver al frente una de esas edificaciones en construcción que se multiplican y muestran lo que el futuro depara, gracias a la cimentación colocada por quienes nos antecedieron.
A los hoteles inaugurados durante la difícil época de la pandemia, ya les va mejor en el nuevo tiempo. Nacen, además, proyectos como Torre Dúo de Roberto Lemmen Meyer, y Costessa, el impresionante proyecto del conglomerado empresarial dirigido por Adalberto Larrínaga.
Un salto importante fue el esfuerzo de medio centenar de inversionistas agrupados por Octavio Llano Alverde, para hacer realidad un sueño de décadas: un moderno hospital equipado con tecnología de punta, a cargo de especialistas, ya convertido en una opción competitiva en el noroeste.
El turismo en retiro, con alta capacidad de compra, veía en su ausencia un freno, pues ante una emergencia propia de la edad, el riesgo a enfrentar es grande. El hospital que recibe a los turistas al ingresar al destino lo resolvió.
Falta ahora integrar los apoyos oficiales a tan ejemplar iniciativa empresarial. En el pasado el oficialismo fue un freno, por la práctica lesiva de funcionarios acostumbrados a cobrar sin trabajar, sin importarles alejar la inversión y con ello, los empleos y derrama derivada.
Volví, porque Antonio Contreras (restauranteros) y Enrique Hudson (Turismo náutico), me invitaron al encuentro con autoridades que anunciaban dos eventos en puerta, el Festival del Camarón y los dos desfiles de yates, este sábado 21, el primero, y los días 22 y 28, los segundos.
Shayla León, directora de la Oficina de Convenciones y Visitantes nos describió lo bien que le ha ido al destino y mejor le irá al conjugarse los factores que intervienen en el impulso a sus tareas.
Para confirmar que el sector oficial le entiende a eso y también busca crecimiento, allí estaban Brenda Córdova, valiosa auxiliar de Roberto Gradillas en la Secretaría de Turismo estatal, y Fernanda Vázquez, directora de Desarrollo Económico y Turismo del Ayuntamiento, quien mostró buen desempeño al hablar de la comuna y la intención progresistas de su jefa, la alcaldesa Karla Córdova.
El apoyo es claro a la promoción. En otros niveles lo confirman esfuerzos y grandes acciones para consolidar proyectos que parten desde hotelería y servicios, hasta carreteras –como la Chihuahua a Guaymas, un “tiro cantado” del gobernador para jalar turismo de aquel atractivo mercado--, de lo cual mucho seguirá hablándose en el sexenio. El uso del aeropuerto, el puerto marítimo y el modernizado Centro Histórico de Guaymas –venga a verlo, es precioso su ornato navideño—son otra palanca a utilizar.
San Carlos cerrará con estos festivales su promoción del año, pero cercano el 2025, ya se diseñan las nuevas tareas, como el Carnaval de Guaymas en febrero y el ya tradicional y exitoso en el plano internacional, Festival del Vino (“Vinofest”); un mes después, el de Cerveza artesanal (“Beerfest”), que consolidaron metas y ya abren camino hacia potenciales mayores.
Si, así es como lo visualizaba don Rafael, cuyo ejemplo de trabajo y amor al suelo siguen las nuevas generaciones empresariales, por eso merecen toda la ayuda para alcanzar esas metas tanto tiempo esperadas.
MELISSA, EVENTO SOLIDARIO
Melissa León tuvo la idea y la ayudaron un grupo de amigas a realizar un evento que llamó “Pintando Sonrisas”.
Reunió regalos y juguetes para pequeños que de otra forma no los tendrían esta Navidad y se los entrega entre música, refrescos y bocadillos frente a su residencia en la playa de Bacochibampo, ese cacho del cielo de atardeceres sin igual.
El año pasado lo repitió con éxito y este viernes hará la tercera edición, porque la actitud solidaria de Melissa movió el corazón de muchos que dan un poco de lo que tienen, para que esos muchos que tienen poco, tengan la alegría que dibuje esa sonrisa buscada.
Eso hace falta en el mundo para acabar con las guerras y disputas por el bien material, lo cual nos divide alejándonos de la enseñanza que el Redentor nos recuerda cada Navidad. Y todos los días, si nos fijamos bien.
Gracia, Melissa, por ese evento y por el que realizas también en el viejo barrio de Punta de Arena para pequeños sin hogar. Eso tiene premio en el cielo.
A CUIDAR ESCUELAS
Este 19 de diciembre inició el período vacacional de invierno para más de 25 mil estudiantes que cursan su educación básica en unas 250 escuelas de Guaymas y Empalme.
Omar Núñez, celoso guardián del orden administrativo en el sector, desde su oficina regional de la Secretaría de Educación y Cultura hizo contacto con la policía municipal y estatal para emprender el programa cuyo fin es cuidar los edificios que quedan solos, pero ahora hay gente que ama lo que hace y cuida de hacerlo bien, por eso los planteles cada vez sufren menos por el vandalismo.
De paso, el delgado regional de la SEC recomienda analizar contenidos a los que acceden los niños en casa, y que los padres y tutores fortalezcan la sana convivencia, lazos familiares y el contacto vecinal. Eso dio resultado en el pasado y da resultado en el presente.