Estas líneas…

+ Proyecto vial hermosillense desnuda la pugna política rumbo al 2027; Guaymas tendrá 150 MDP propios para obra y se sumará apoyo de Asipona; el Estado prometió recuperar tierras y actúa para lograrlo
Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son. – Falla la estrategia para detener al alcalde de Hermosillo Toño Astiazarán, en su meta de crear una obra futurista de mucha utilidad, como es el cruce de los bulevares Solidaridad y Colosio y, de paso, se revela el fondo verdadero, atajar su carrera bien llevada, con el debido compás en los tiempos, hacia lo que ocurrirá en el 2027.
La obra solucionará el estrés de unos 75 mil conductores que diariamente circulan tal cruce y, destacan técnicos de veras, expertos en vialidad, la ciudad avanzará para quitarse el séptimo lugar nacional en este tipo de complicaciones.
Muchos aplaudieron el proyecto ante la expectativa de mejorar los tiempos de tránsito. Lo detalló el análisis técnico muy mencionado por el alcalde y otros funcionarios del Ayuntamiento –está en sus páginas oficiales, además--, obligaba a hacer tres “altos” del semáforo para proseguir.
Hay mucho más en el análisis, pero poco espacio. Reduzcamos el tema para insistir, la reacción refleja lo adelantado del proceso electoral de 2027, donde Toño camina porque el guaymense tiene todo para competir y ganar.
Parece la única figura capaz de derribar murallas del morenismo y hacer creíble un triunfo si se diera el caso. Y puede darse, porque la nueva clase política promovida por el sexenio estatal está tardando en demostrar crecimiento.
Así que, al brotar grupos presuntamente representativos de la sociedad hermosillense, atrae más la atención el burdo golpeteo cargado con argumentación ridícula, en el intento grosero de detener una obra muchas veces explicada y consultada. Muy bonita, además, en su concepción, aparte de su proyectada utilidad, por eso al ver la reducida lista de personas opuestas al plan se piensa en ingenuidad o, peor, en mala intención.
Un representante de ciclistas –imagínese, esa práctica en una vía de tan elevado flujo vehicular—cuyo desconocimiento de lo que reclama es evidente, se volvió cabeza de varios grupos de rara cuanto espontánea aparición.
Aun así, el Ayuntamiento capitalino lo atendió, detuvo la obra mientras lo escuchaban y no, no hubo argumento sólido para considerar una real manifestación ciudadana, de 9 personas intentando una “clausura ciudadana”.
No fue ni siquiera un buen intento de los operadores “antitoño”, un alcalde cuya experiencia y operatividad está muy por encima de los secundarianos que lo enfrentan en un ring político cuya lona le es cómoda al recorrerla, por eso ha sido alcalde y dos veces diputado federal por Guaymas, y ya dos veces alcalde de Hermosillo. Se los hecha de un bocado, dirían en mi pueblo.
Pero no cesará el golpeteo y aquí es donde se recalca el camino hacia el 2027, así de lejano como parece estar. Y con muchos temas más, no solo ese, pero obviamente habrá, y será interesante, conocer las respuestas exhibiendo a quienes hoy lanzan la piedra y esconden la mano, lo cual no es tan malo, pues resta ver si esa lupa también llega a otros Ayuntamientos sonorenses.
Por lo pronto, los grupos esos de acta de nacimiento tan confusas como las que emite el Registro Civil, tuvieron una primera y contundente respuesta, cuando Toño presentó el plan vial al Consejo INCIDE, cámaras empresariales, colegios y otros sectores, agradeciéndoles su interés y apoyo “a esta obra necesaria para nuestra ciudad”.
Les confirmó seguimiento a compromisos para garantizar un proceso transparente y eficiente, llamando a seguir uniendo esfuerzos para transformar la movilidad en el encuentro divulgado en sus redes. Experto en comunicarse con la gente, cerró con un buen eslogan. Muy oportuno, además: “¡TrabajoQueSeNota!”.
El comunicado oficial tampoco tiene desperdicio. Si grupos poco conocidos --suponiendo que existan— se oponen, miren este encabezado:
“Apoyan organismos empresariales, colegios y representantes de la sociedad civil la construcción de paso a desnivel Colosio y Solidaridad”, y confirma el encuentro del presidente municipal con más de 50 integrantes convocados por Incide, que abiertamente, sin “sacarle” a la foto, pidieron como representantes, no politizar el proyecto.
La obra de Toño Astiazarán se pagará con recurso 100% municipal, unos 420 millones de pesos, algo poco usual en un Ayuntamiento, y ofreció auditoría en tiempo real, informar avances de obra e invitó a estudiantes de ingeniería --y a quienes quieran sumarse-- a participar en la supervisión.
Contrastando con los nombres poco conocidos de esos grupos poco conocidos, aparecen figuras como Guillermo Moreno, Jennifer Ballesteros, Adrián Camou Loera, Germán Petterson Rosas y larga lista más con razones sociales de la vida diaria y reales factores de opinión.
Ganó el round, de calle, el alcalde. Sin despeinarse. Del otro lado deben razonar si dan la talla, evaluar sus recursos y determinar hasta dónde son efectivos. Y apurarse a crecer, o tanto apoyo recibido habrá sido inútil y esa clase política en presunta sustitución, los arrastrará en su carrera hacia el real objetivo.
SEMAR-ASIPONA, MAS OBRAS EN 2025
En 2025, decíamos, a Guaymas le seguirá yendo bien.
El Ayuntamiento confirma ritmo similar al de los últimos años en el avanzado rescate del Municipio –la antes olvidada zona rural también es Guaymas—, con más de 150 millones de pesos para alcanzar metas propuesta por la alcaldesa Karla Córdova.
Pero a la recuperación de vialidades, ornato, unidades deportivas y servicios públicos, se sumará la Secretaría de Marina vía la Administradora del Sistema Portuario Nacional, con su proyección rehabilitadora en emblemáticas plazas como la 13 de Julio y su precioso e histórico kiosko de hierro fundido.
Hasta podría hacer realidad la mejora al estadio Abelardo L. Rodríguez, de proyecto ejecutivo aprobado y en etapa de definir recursos, tarea a cargo del oficial naval Rogelio Bello Aguilar, titular de Asipona y enamorado de este puerto por muy válidas razones. Sigamos aprovechándolo.
LIOS DE TIERRAS
Hace un año el gobernador Alfonso Durazo habló de 300 hectáreas “en el corazón de San Carlos”, e iba por ellas, porque dejaron de ser propiedad del Estado. Aunque un funcionario de la época en la cual gobernaba Armando López Nogales confirmó una venta, no hay registro de ingreso a las arcas estatales y el adquiriente, un reconocido desarrollador, no puede demostrar el pago.
“No puede ser”, enfatizaba. Había una negociación y advertía acción judicial si no se obtenían resultados.
Ya los hay. Un reconocido empresario guaymense está detenido y bajo proceso. Extraoficialmente se habla de una docena más involucrados y se añadirían exfuncionarios y representantes en negociaciones posteriores para pago de impuestos, pero también con terrenos ajenos.
El gobernador lo advirtió, pero no le creyeron que ya son otros tiempos y su enfático “no somos iguales”.
Se confía en aclarar todo y, con mejores arreglos que la prisión, proceder como se debe, a impulsar juntos un desarrollo ordenado de Sonora. Así deberá ser si el ejemplo sirve.

Comentarios

Comenta ésta nota

Su correo no será publicado, son obligatorios los campos marcados con: *