Buen avance en rehabilitación de La Sauceda


 

El llamado a la construcción de la paz, debió ser un slogan adoptado desde un principio por las familias y grupos de la sociedad civil.

Ya que, de esta manera, fueran más notables los resultados que muestran las autoridades.

Porque si se tratara de asegurar más el éxito de esta estrategia o política pública, hubiera sido más efectivo que su nacimiento se diera en nuestras clases sociales más vulneradas y que siempre han querido mitigar -y en lo posible acabar- con la inseguridad pública que estamos sufriendo en viejas y nuevas manifestaciones delictivas.

Aunque los asesinatos y delitos de alto impacto son los que tienen en zozobra a la población de todo el país, también afectan los atracos y agravios menores que se suman a los resultados negativos.

Vejaciones y asaltos a mano armada en las calles, retenes automovilísticos dentro y fuera de las ciudades, violencia familiar al interior de muchas viviendas, bullyng escolar en las aulas, acoso sexual en los centros de trabajo y no se diga las reyertas por descortesías viales en donde salen a relucir armas de fuego; son solo parte de las estadísticas y hasta de la cifra negra que tienen muy presente nuestras autoridades y ciudadanos de bien.

Sin embargo, debemos estar conscientes que no toda la inseguridad que vivimos en el país, es culpa de los gobiernos.

La sociedad civil y específicamente las acciones al interior de las células familiares, tienen mucho que ver con los indicadores de un semáforo delictivo que en otros años era una buena guía para la toma de decisiones por parte de nuestras autoridades en cualquiera de las áreas geográficas del país.

Ahora, con la creación y el fortalecimiento del Secretariado de Seguridad Pública y las Mesas para la Construcción de la Paz que se reúnen constantemente a nivel federal y estatal, se han hecho muchos esfuerzos para lograr los objetivos y metas.

Y aunque se ha avanzado en algo (pese al peligroso crecimiento de los cárteles y organizaciones delictivas), todavía queda mucho trabajo por hacer.

Una de esas estrategias que han utilizado los tres niveles de gobierno y que han servido para mitigar la delincuencia, es el rescate de espacios públicos en sectores rurales y principalmente en los cascos urbanos de muchas ciudades del país.

Ayuntamientos y gobiernos estatales se han sumado a los esfuerzos de la Federación para echar a andar programas de activación física, práctica del deporte y expresiones artísticas; como una receta perfecta para que niños y jóvenes tengan actividades muy sanas.

Hace apenas unos días el gobernador del Estado, Alfonso Durazo, entregó una obra de rehabilitación en la unidad deportiva del barrio El Coloso Alto, donde cientos de chamacos han tomado el hábito de practicar algunas disciplinas de conjunto como basquetbol, beisbol y principalmente el futbol.

A dicha instalación, el Gobierno Estatal le cambió el pasto sintético, le reparó el techo en las gradas, le instaló el alumbrado y le aplicó pintura en todas sus áreas.

Posteriormente a ese evento, el Mandatario sonorense se dirigió a la unidad deportiva Ley 57 para poner en marcha los trabajos de rehabilitación de la cancha de futbol soccer que también es habilitada para el americano, además del campo de softbol y las áreas para el básquet, voli, andador e instalaciones cerradas como baños, aerobics y zumba.

Todo esto, gracias a una fuerte inversión pública.

Recursos económicos que resultan muy aceptables, claro; pero no de tantos beneficios como los que se le están inyectando a la rehabilitación del parque recreativo La Sauceda, a donde miles de sonorenses volverán de nueva cuenta, y otros que en su mayoría la conocerán por primera vez.

Instalaciones que también supervisó -a pie y cubriéndose del sol con su sombrero-, el gobernador Durazo Montaño en compañía de sus principales funcionarios para comprobar el buen avance en todas sus áreas.

Algunos de sus acompañantes fueron el propio director del deporte (Codeson), Erubiel Durazo; el titular de Cecop, David Mendoza; la jefa de la Oficina del Ejecutivo, Paulina Ocaña; la secretaria de Sidur, Alejandra Castro; el delegado nacional de Bienestar, Octavio Almada; los senadores Lorenia Valles y Heriberto Aguilar; el diputado federal, Jacobo Mendoza; el legislador local, Norberto Barraza; y otros.

Obvio que los detalles de las obras y los beneficios que disfrutará la población que visite próximamente La Sauceda, los explicó el Mandatario Estatal durante su intervención en el pódium instalado en El Coloso Alto; por lo que uno de sus comentarios y que resulta ser una buena noticia, es que en el paseo de 40 hectáreas sí habrá cuerpos de agua como chapoteaderos y posiblemente albercas de baja profundidad.

Una referencia muy importante que citó en su mensaje el de Bavispe, fue la del recientemente fallecido doctor Samuel Ocaña García (ex Gobernador y abuelo de Paulina Ocaña) respecto a las instalaciones deportivas de El Coloso, las cuales fueron construidas durante su sexenio a principios de los años 80’s.

En ese lugar, para los que no lo recuerden, se encontraba una escuela primaria que fue reubicada metros arriba; toda vez que una gran proporción del terreno conjunto tenía características irregulares, pero que fue nivelado con maquinaria pesada para trazar los campos y las canchas deportivas que todavía se encuentran en aceptables condiciones y que han estado siendo rehabilitadas por la presente administración estatal.

Y así como esta obra, muchas otras más fueron por iniciativa del ex gobernador Samuel Ocaña, recordó Durazo Montaño.

Por cierto y como un dato adicional, a principios de los años 70’s, el empresario constructor Belisario Moreno Ruiz (+), entregó en donación un aproximado de diez (10) hectáreas de terreno para construir instalaciones deportivas en el sector que desde entonces ya se le conocía como La Sauceda.

Esa superficie comprende o comprendía: cuatro canchas de futbol soccer para mayores y dos infantiles, dos campos de beisbol para mayores y cuatro infantiles, una cancha de básquet que también sirve para voli y futbol de salón, el vivero que aún se encuentra en el lugar y los dos centros de protección infantil que coordina el sistema DIF (Jinezequi y Unacari).

Sin duda alguna, un bonito gesto de Don Belisario.

Por hoy es todo.

Seguimos en contacto.

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