CRITICA
GASPAR NAVARRO
La realidad económica y política de Estados Unidos se impuso y Donald Trump tuvo que retractarse de aplicar el alza de aranceles del 25 por ciento a México y Canadá al pausar esa medida por un mes, lo cual fue festejado en nuestro país como un triunfo de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La salida de Trump al problema que provocaría a la economía de Estados Unidos al imponer un alza arancelaria a México y a Canadá fue el acuerdo de Sheinbaum y Trudeau a combatir el tráfico de fentanilo y la migración ilegal a Estados Unidos al blindar sus fronteras con 10 mil elementos de seguridad, repitiendo la fórmula de López Obrador en el 2019 cuando frenó al alza gradual de aranceles de Trump al aceptar blindar la frontera norte con 26 mil efectivos y la frontera sur con 6 mil integrantes de la Guardia Nacional, así como evaluar los resultados en 45 días.
“Haiga sido como haiga sido” las amenazas del presidente norteamericano quedaron en solo eso y en puro “bloff” para tratar de doblegar al gobierno de México al acusarlo de ser aliado del narcotráfico y solapar a los narcos para inundar de fentanilo a Estados Unidos, por lo cual hasta amenazaba con enviar tropas a nuestro país para combatirlos.
Por las amenazas previas a los acuerdos bilaterales por parte de Trump, los gobernadores y legisladores morenistas, así como sus aliados salieron en defensa de Sheinbaum, en tanto que por el lado del PAN sorprendió hasta a sus militantes que el dirigente nacional Jorge Romero, defendiera al gobierno mexicano siendo que el discurso panista ha sido de ataques a los morenistas con señalamientos de narco gobierno y narco democracia como lo asegura el mandatario republicano.
El oportunismo de algunos políticos de supuesta oposición (opoficción) no fue agradecido por Sheinbaum, quien en su mañanera de este lunes minimizó las críticas y hasta los apoyos “de algunos cuantos políticos”.
Lo cierto es que sorprende que críticos radicales como Carlos Loret de Mola, destaquen en sus columnas como un triunfo de Sheinbaum el acuerdo con Trump al considerar que "metió gol" al republicano para empatar el partido, en tanto que el influencer “Chumel” Torres consideró que la presidenta “manejó de una forma excelente a esa pantera que tenía encima”, y por el mismo tono fue el tuitazo de Pedro Ferriz, y no nos extrañará que siga por ese mismo camino Joaquín López Dóriga, y habrá que ver que dicen los duros del Bronx “Brozo” el payaso tenebroso, Salvador García Soto, Sarmiento, Carlos Marín, Denise Dresser, Raymundo Rivapalacio, Ciro Gómez Leyva, Héctor De Mauleón y Anabel Hernández. Y por supuesto nuestro influyente y apreciado columnista de casa Samuel Valenzuela.
Volviendo con el acuerdo de López Obrador con Trump en el 2019, el que fue enviado a negociar a la Casa Blanca fue el entonces canciller Marcelo Ebrard, quien volvió con el acuerdo bajo el brazo de suspender los aranceles, y ahora el “Carnal Marcelo” vuelve a brillar como secretario de Economía al buscar mantener calma en el gobierno de Sheinbaum, y en los mercados al asegurar que no habría aranceles porque sería para Trump como “pegarse un balazo en el pie” por las repercusiones negativas que ocasionaría a la economía norteamericano, siendo la gran perdedora.
Desde luego que en esa guerra arancelaria y comercial el más débil sería México, al afectarse en gran medida sus exportaciones que son en un 80 por ciento a Estados Unidos.
Volviendo con Marcelo Ebrard, vuelve a poner paz en los mercados del país al reiterar que la automotriz General Motors no se irá del país como habían advertido. “Nadie se va a ir de México porque las plantas más productivas las tienen aquí”, declaró Ebrard, quien ya se prepara para renegociar el Tratado Trilateral de Comercio (T-MEC).
Sin duda el Carnal Marcelo es de los más efectivos y preparados funcionarios del gabinete de Sheinbaum, y por ello recuerden que la misma presidenta lo defendió cuando Trump hizo declaraciones para tratar de burlarse del ahora titular de Economía cuando participó en las negociaciones del tratado trilateral comercial. Pero esa es otra historia.
Y con eso de que el alza arancelaria a las importaciones de productos mexicanos sería un balazo en el pie para Estados Unidos como lo advertía Ebrard, la gobernadora de Arizona Katie Hobbs y agrupaciones empresariales de Norteamérica advirtieron sobre los efectos negativos que provocaría aplicar aranceles del 25 por ciento a productos de México y Canadá, tal como lo señaló la Asociación de Empresas de Texas.
Al menos 42 demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos habían demandado a Trump que cancelara la aplicación de alza arancelaria a México y Canadá porque de aplicarse “devastarán a los estadounidenses” que ya están luchando contra los altos precios y eliminarán empleos, en tanto que las empresas manufactureras se pronunciaron en contra de los aranceles a las importaciones mexicanas porque amenazan con trastocar la cadena de suministros que la hacen más competitiva a esa industria a nivel mundial, afectando con un “efecto dominó” sobre todo a los pequeños y medianos fabricantes.
Así las cosas, Sheinbaum evitó esta vez el “zarpazo del oso” Trump, que llevaba meses gruñendo y echando espuma por la boca, como bien describió Denise Dresser al mandatario republicano.
Solo falta analizar las “letras chiquitas” del acuerdo pactado por Sheinbaum y Trump en ese diálogo telefónico de 45 minutos, porque nada se dijo de manera pública sobre el combate a los grupos criminales que operan en el país ( Trudeau los consideró terroristas), ni el retorno del programa “Quédate en México” o el “México Tercer País Seguro” en el cual nuestro país volverá a convertirse en “patio trasero” de Estados Unidos al aceptar migrantes ilegales extranjeros deportados de la Unión Americana, a lo cual el gobierno mexicano se oponía y puso el plan “México te Abraza” para recibir solo a mexicanos repatriados. Lo más seguro es que Sheinbaum en ese diálogo con Trump con “cabeza fría” y la bota en el cuello aceptó todo. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)