Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
De destacar la prudencia de la presidente de México, Claudia Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump al evitar romper la liga en las relaciones comerciales entre ambos países y comprometerse, por un lado, de sellar la frontera norte con 10 mil guardias nacionales para evitar el tráfico de fentanilo y de personas, y por el otro, evitar el tráfico de armas de alto poder hacia el sur.
Ese acuerdo provisional puso en pausa por un mes la imposición del 25 por ciento de arancel a las exportaciones desde México hacia el mercado de Estados Unidos, en tanto que se llegan a acuerdos de largo plazo a través de una mesa de negociación cuyos puntos no han sido revelados y en función de los resultados del “acuerdo” inicial para evitar romper la liga.
Triunfalismo
De acuerdo con las reacciones mediáticas y en redes sociales, los equipos de la señora Sheinbaum y Trump se dejan ver triunfalistas, con un Marcelo Ebrard, secretario de Economía, calificando como un logro “insólito” de la presidente, en tanto que el CEO de Trump, Elon Musk lo destacó con un “Amazing”, todos dándose por ganadores y en efecto, todos ganan o ¿ganamos?
Curioso caso: los 10 mil guardias nacionales comprometidos para sellar la frontera contra el tráfico de fentanilo, va a contra corriente a la sostenida postura del gobierno mexicano de no elaborarse o producirse dicha droga en territorio nacional, además, contrario a lo acostumbrado, dicho estado de fuerza a lo largo de tres mil 152 kilómetros, será valladar en contra de mexicanos y de otros países aspirantes a brincar al otro lado.
El orate inquilino de la Casa Blanca y la patidifusa inquilina de Palacio Nacional decidieron no romper dicha liga; en sus comunicados triunfalistas para nada aluden lo políticamente más delicado y grave, como lo es la histórica acusación de la víspera, relativa a la “alianza intolerable” del gobierno mexicano con el crimen organizado y de acuerdo con la furibunda reacción de la mexicana un día antes, ese punto debió tratarse en la negociación para lograr la citada pausa.
Bueno, si tal asunto fue tratado solo él, ella y sus equipos lo saben, pero al menos la señora Claudia debió decir algo al respecto al relatar los términos de la conversación en dicho tema y no hacer como todo olvidado frente a un señalamiento sumamente ofensivo a la dignidad de su administración y contra quien la puso ahí o sea la mayoría del pueblo de México con la intermediación de ese que ya se fue mucho a La Chingada.
Militares por el lado de EEUU.
Como sea, para la hilaridad las expresiones lambisconas a la presidente Sheinbaum sobre como “dobló” al mandatario gringo por conseguir pausar un mes su estrategia arancelaria a cambio de con cargo al erario mexicano, movilizar a 10 mil guardias nacionales para evitar el paso de migrantes a EEUU, así como el tráfico de fentanilo y otras drogas.
En dicha pausa también debió gravitar en el ánimo de Trump, los resultados de varias encuestas en donde un promedio del 70 por ciento rechaza su guerra arancelaria contra México y Canadá, aunque porcentaje similar lo apoya en cuanto a mejorar el control migratorio y combatir con mayor fuerza el tráfico de fentanilo y otras drogas.
Miren, inquietante la omisión, al menos pública, respecto a la colusión entre narcos y el gobierno de México, quizás porque con el sellado de la frontera al tráfico de drogas a cargo de la Guardia Nacional, se aplica duro golpe a la citada “alianza intolerable” del gobierno mexicano y el crimen organizado al limitar sus negocios comunes, que en términos de sanciones a involucrados, a lo mejor ya trabajan en eso pero bajo absoluta secrecía, en función de información clasificada aportada por testigos protegidos e indagatorias en situ de las agencias gringas antidrogas y contra el lavado de dinero.
Militares por el lado mexicano.
Desde esa perspectiva, deben ser dos las mesas binacionales de trabajo: para definir términos encaminados a evitar el incremento del arancel a exportaciones de México y equilibrar la balanza comercial entre ambos países y la otra mesa para el abordaje de la sospechada colusión entre narcos y funcionarios de distintas instancias del gobierno mexicano, incluidas las fuerzas armadas.
Obvia la omisión de este último punto en los posicionamientos públicos del mandatario y la mandataria, cuando para efectos mexicanos ese es el más álgido y con mayores repercusiones en comparación a como nos podría ir con la guerra comercial entre ambos países, porque tal tema podría resolverse bajo los términos del T-MEC, dada la abierta violación subyacente en la imposición de mayores aranceles a exportaciones de ambos países.
En fin, más allá de no haberse roto la liga, ésta sigue estirada, quedando pendiente la exigencia de la presidente de México de las pruebas que fundamentaron la acusación histórica hecha por su homólogo gringo sobre la colusión del gobierno mexicano con el crimen organizado porque eso no puede quedarse así como si no se hubiera dicho nada.
Pudiera ser que tal tema sí fue tratado durante la conversación y tales pruebas fueron presentadas, pero para no entorpecer las necesarias indagatorias y mientras se da tiempo a las autoridades mexicanas para hacer las necesarias confirmaciones, no se adelantó nada de información al respecto, sin descartar acciones conjuntas en el corto plazo para detener a coludidos.
Adolfo Salazar clausura FAOT.
Pero cuando menos la presidente Sheinbaum pudo resanar nuestra dañada dignidad, refiriéndose a lo comentado sobre el tema con su homólogo gringo, más o menos en los mismos términos de su posicionamiento de la víspera cuando se rasgó bruscamente sus enaguas frente al atrevimiento de Trump de colgarle el remoquete de narcogobierno, y así satisfacer a quienes publicitaron comunicados de absoluto apoyo, faltaba más.
Hay quienes aseguran lo innecesario de la presentación de pruebas frente al altero así de las ya existentes, pero como sea, tal acusación alimenta la lucha en contra de la absurda elección judicial por el evidente riesgo de no solo anular la autonomía del sistema de impartición de justicia, si no también abrir la puerta a la infiltración de intereses de grupos criminales, como lo advierte la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación.
Pero mejor onda por rumbos de Álamos, en donde cerró en todo lo alto la edición 40 del Festival Alfonso Ortiz Tirado luego de prolongada pachanga cultural y popular con la asistencia de miles de personas que retacaron esa colonial comunidad.
Con la representación del gobernador Alfonso Durazo Montaño, la ceremonia de clausura estuvo a cargo del secretario de gobierno, Adolfo Salazar Razo, destacando además la clase de rifada en la organización de ese evento de la titular del Instituto de Cultura y las Artes, Lupita Aldaco, con el apoyo absoluto del Secretario de Educación y Cultura, Froylán Gámez, además de la capacidad de trabajo desplegada por el personal de apoyo para el buen desarrollo de ese culturero evento.
Karla con su amigo Adolfo.
Por cierto, prestador de servicios amigo nuestro y residente de Álamos, se reportó para comentar la notoria ausencia del gobernador Durazo Montaño, tanto en la inauguración como en la clausura de ese festival y la verdad no supimos dar alguna respuesta orientadora de las razones, aunque en nuestro fuero interno quedó la idea de que tal ausencia al menos en la clausura fue porque fue invitado especial a la rumbosa boda súper fifí celebrada en lujoso resort en Cancún con la asistencia de lo más alto de la cúpula cuatrotera, aunque con seguridad no sabemos si esa fue la razón.
Y se acabó el Festival de Álamos, pero ya viene el Carnaval de Guaymas a celebrarse del 27 de este mes hasta el 4 de marzo, sin que la alcaldesa Karla Córdova haya escatimado esfuerzos para que luzca en su mejor esplendor esta tradicional fiesta popular, con la presentación de artistas como La Original Banda Limón, Su Majestad La Brissa, Kalimba Laberinto, La Casetera, Juanes, entre otros.
La Fiesta es Nuestra, es el lema de esta edición de diversión gratuita para todo mundo, en el marco de un programa de actividades que incluye la coronación de la reina el 28 de febrero y desfiles de carros alegóricos, así como actividades artísticas y culturales para toda la familia.