Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
La unidad entre distintos es posible; juntos, pero no revueltos en busca de objetivos comunes, tomando como premisa el bienestar social y a partir de tantas experiencias nefastas cuando se impuso lo faccioso en el ejercicio del servicio público.
Cuanto daño ha resentido la gente de Hermosillo por los frecuentes encontronazos entre las autoridades municipales y estatales en turno, competencias no para superar al otro en materia de beneficios comunitarios, sino imponiendo obstáculos en función de futurismos electoreros.
Valga subrayar que en el pasado la autoridad municipal en Hermosillo por lo regular es la agraviada por el vecino de al lado en lo que se considera una dinámica lógica entre la autoridad estatal frente a la gran plataforma que ofrece administrar y gobernar al principal municipio de la entidad.
Toño y Durazo.
Aún recordamos aquel zipizape entre el gobernador Samuel Ocaña con el alcalde Casimiro Navarro; el golpeteo contra éste de parte del secretario de gobierno Carlos Gámez Fimbres, y antes contra la alcaldesa Alicia Arellano; la pública confrontación entre Manlio Fabio Beltrones y Guatimoc Iberry; la fría y distante “relación” entre Armando López Nogales y Jorge Valencia Juillerat y el gran diferendo por el agua con Francisco Búrquez, y así.
Un cambio sustancial ocurrió durante la gestión del gobernador Eduardo Bours y María Dolores del Río, quienes mantuvieron una interacción mutua muy colaborativa y al menos no trascendió a la opinión pública si se confrontaron, aunque sí trascendieron los encontronazos entre Eduardo y Ernesto Gándara y luego los otros entre Guillermo Padrés y Alejandro López Caballero, que hasta le costó al PAN la presidencia municipal.
Así a grandes rasgos es como transcurre la relación entre dos instancias obligadas a la convivencia diaria y cercana, evolución ahora marcada por los nuevos tiempos y subrayada por la gran diferencia entre los tres años de relaciones inestables de antes con urgencia de empezar nuevo ciclo y ahora una con extensión a seis años protagonizada por políticos profesionales que por lo pronto privilegian el trabajo conjunto y el interés comunitario.
Paulina Ocaña Encinas.
Ya va para tres años y medio esa relación constructiva entre el gobernador Alfonso Durazo y el presidente municipal Antonio Astiazarán y ni duda cabe que los ganones hemos sido los hermosillenses al haber convertido a la capital de Sonora en un lugar mejor para vivir y con obras de infraestructura histórica concluidas y en proceso emprendidas por ambas instancias de gobierno.
La única mácula ha sido el contubernio estúpido de diputadas y diputados del oficialismo que pretendieron boicotear el desarrollo de Hermosillo imponiendo la reconducción presupuestal al rechazar la propuesta de presupuesto de ingresos para este 2025, estulticia promovida por David Figueroa Ortega, que, por cierto, transita en simplada en simplada para promoverse para cualquier candidatura que le tire MORENA en 2027.
Esa maniobra contra la ciudadanía capitalina quedó en punto muerto y fue resuelta por Astiazarán Gutiérrez mediante una mejorada y eficaz estrategia recaudatoria y la solidaridad de los contribuyentes; ahorro por ventajosa renegociación de la deuda; reducción del gasto corriente y en resumen, toda una diversidad de acciones que le han dado soporte financiero a proyectos de obras de infraestructura, mantener la calidad en la prestación de servicios públicos, y avanzar en la innovación tecnológica, o sea, los amafiados en el Congreso del Estado le hicieron lo que el viento a Juárez.
David Figueroa Ortega.
El de Agua Prieta ha resultado un chivo en una cristalería, porque ya ven el despiporre que generó el trámite de la ley de protección animal, cuando su torpe conducción ocasionó una revuelta de galleros que obligó a meter reversa.
Esa estrategia disruptiva es ajena al gobernador Durazo Montaño, así como la que despliega la regidora Fanny Duarte, cuya incontinencia verbal ha sido acotada en varias ocasiones por la vía institucional, aunque como está medio desacabalada de la mente, de pronto agarra monte.
Independientemente a todo lo anterior, obvio se viven nuevos tiempos en esa compleja relación Gobierno del Estado-Ayuntamiento de Hermosillo y no por nada la instalación de la Mesa Permanente de Coordinación y Seguimiento entre ambas instancias de gobierno, en el marco de una reunión de trabajo que envía un mensaje fuerte y claro para quienes se ocupan en construir discordias y fantasear con rompimientos y confrontación entre el de Bavispe y “El Toño”.
En efecto, con la representación del gobernador y con la representación del presidente municipal, Paulina Ocaña Encinas y Daniel Duran puente, respectivamente, presidieron esa mesa de trabajo con el objetivo de dar seguimiento y solución a los temas interinstitucionales entre el gobierno estatal y municipal, y avanzar en el cumplimiento de compromisos estratégicos por el bien de la ciudadanía.
Flor Ayala Robles Linares.
Ella jefe de la oficina del ejecutivo estatal; él jefe de la oficina del presidente municipal y ambos cohesionados por el interés común de generar acciones con el fin de elevar la calidad de vida de los habitantes de este municipio y unir esfuerzos en los grandes retos como lo es la crisis hídrica, la inseguridad, más infraestructura para el desarrollo y demás.
“La colaboración interinstitucional es clave para dar resultados a la ciudadanía. Por ello, cumpliendo con la visión municipalista de nuestro gobernador Alfonso Durazo, el Gobierno de Sonora y el Ayuntamiento de Hermosillo instalamos la Mesa Permanente de Coordinación, para avanzar en el cumplimiento de compromisos estratégicos tanto a nivel estatal como municipal por el bien de los hermosillenses”, enfatizó la joven y experimentada funcionaria estatal.
La reunión se llevó a cabo en el Salón Constitución de Palacio de Gobierno y ahí se dieron cita, entre otros, el director de Agua de Hermosillo, Renato Ulloa Valdez; la tesorera municipal Flor Ayala Robles Linares; al titular del Instituto Municipal de Planeación Urbana de Hermosillo, José Carrillo Atondo; la directora de Ingresos, Jazmina Anaya Camargo; el titular de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado, Luis Rogelio Piñeda; Carlos Ernesto Zataráin, titular del CEDES; Antonio Gallardo, de Bienes y Concesiones; Alejandra Castro, de SIDUR; el Oficial Mayor Franco Gerardo Fabbri Vázquez y así.
Sheinbaum y Trump.
Todas y todos con el objetivo de generar acuerdos y acciones interinstitucionales frente a la necesidad de encontrar soluciones conjuntas a la compleja problemática del municipio capitalino.
No hay ningún antecedente de un esfuerzo de coordinación similar en el pasado y mucho menos comprometerse ante la opinión pública al darlo a conocer, lo cual obliga a la continuidad, quedando pendiente saber si esa mesa de seguimiento y coordinación también opera con otros ayuntamientos y si no es así, seguramente Paulina ya está por llenar ese vacío en Cajeme, Guaymas, Nogales, Navojoa, entre otros municipios.
Por lo demás, parece ironía o sarcasmo el reconocimiento de Donald Trump a los programas en México para prevenir el consumo de drogas, que valga precisar no fueron inventados ni creados por la 4T, sino que se vienen aplicando desde hace muchos años como ejercicio disuasivo dirigido a las nuevas generaciones expuestas a esa amenaza a la salud pública.
El nazifascista presidente gringo habló como si la presidente Claudia Sheinbaum lo hubiera ayudado a descubrir el hilo negro, lo cual nos lleva a considerar la alternativa de la ironía o que de plano vive en burbuja aparte, dado el altero así de programas que se despliegan en Estados, Ciudades, Condados, comunidades, universidades, colegios, gremios de profesionales a lo largo y ancho de Estados Unidos para prevenir la drogadicción, el consumo de drogas y el alcohol entre la juventud.
Porquerías
Aunque con el tiempo se ha ido transformando y a partir de él han surgido muchos más, muy conocido el programa Drugs Abuse Resistence Education (DARE), en México se denominado “Educación Preventiva Contra el Consumo de Drogas”, esfuerzos sumamente publicitados con intensa participación de padres de familia, instituciones deportivas, cuyas actividades son financiadas con la concurrencia de recursos del gobierno, incluida la Casa Blanca, corporativos del sector privado y por particulares a través de donativos.
Que no lo sepa Trump es porque es un ignorante y/o un pendejo, y si sí lo sabe y solo sobó el lomito de la presidente, lo muestra como el tenebroso que es, pero ese dilema no limita al alud de reconocimientos de incondicionales del oficialismo halagados por la ignorancia de quien les tiene una pata en el pescuezo y que los ha obligado a emprender acciones serias en contra de carteles de la droga, tratando de evitar de última hora, el que no lo hagan fuerzas especiales de la marina y del ejército de Estados Unidos, ahora que esas bandas de criminales han sido declaradas como organizaciones terroristas.
De plano son chingaderas que Trump quiera hacer creer que en Estados Unidos no existen programas preventivos en contra del consumo de drogas y de plano son chingaderas que acá haya quienes hayan creído esa faramalla solo para aportar algo de fortaleza a la presidente.
Y aún no salimos de nuestro asombro al ver el altero así de retratos en los cuales Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, 1-2 o 2-1 de MORENA, se jactan de la afiliación a ese partido de personajes de la calaña de los Yunes, los Murat, entre otras porquerías, y miren que entendemos que el partido oficial es punto de concurrencia de diversas corrientes aliadas, pero otra cosa es afiliar a rateros y delincuentes y meterlos en el mismo costal de gente decente, que por supuesto lo hay por esos rumbos.